Ferran Busquets, director durante 12 a?os de la fundaci¨®n Arrels: ¡°Hay resistencia a dar voz a los sin techo¡±
El ya exresponsable de la entidad defiende que los profesionales se ¡°desempoderen¡± y hablen ¡°de t¨² a t¨²¡± con las personas sin hogar
Un buen d¨ªa, Ferran Busquets (Barcelona, 49 a?os) dej¨® su trabajo como inform¨¢tico en Infojobs y se enrol¨® en Arrels, la fundaci¨®n que asiste a personas sin techo. Se ha pasado un cuarto de siglo ligado a un proyecto imaginativo: tipograf¨ªas creadas por sin techo, l¨ªderes pol¨ªticos transformados en homeless , cesi¨®n de cuentas de Twitter de famosos, recuentos en la calle con voluntarios... Despu¨¦s de 12 a?os como director, con las maletas hechas a rega?adientes porque expir¨® su mandato, se ha ido con la pena de que haya ¡°mucha m¨¢s gente durmiendo en la calle¡± que cuando lleg¨®.
Pregunta. ?C¨®mo aterriz¨® en Arrels?
Respuesta. Por casualidad. Estaba estudiando inform¨¢tica, y de voluntario en la antigua prisi¨®n de j¨®venes de la Trinidad (Barcelona). Lleg¨® una carta de Arrels a casa y prob¨¦. Era 1998. Ten¨ªa 23 o 24 a?os. Hice de voluntario en el centro abierto y un d¨ªa se enteraron de que era inform¨¢tico y me pidieron hacer una base de datos de socios y donantes. En ese momento llevaba la de clientes de Infojobs, y acept¨¦ irme perdiendo dinero. Quer¨ªa un proyecto ¨²til para las personas, que me llenase m¨¢s, como as¨ª ha sido. Despu¨¦s me propusieron gesti¨®n interna y, un d¨ªa, en 2012, me pidieron ser director.
P. ?Qui¨¦n piensa las campa?as creativas de Arrels?
R. Hace a?os que se apost¨® por la comunicaci¨®n, que es fundamental, igual que la denuncia. Aunque alguien pueda pensar lo contrario, no queremos vender la marca de Arrels, queremos que nadie duerma en la calle. Nos caracteriza la transparencia, y hemos dado voz a la gente, que eso a¨²n hay mucha resistencia en el sector.
P. ?Por qu¨¦?
R. Por una parte, para proteger a algunas personas, pero tambi¨¦n porque a¨²n somos un poco asistencialistas. Hay que dar la voz a gente con un discurso hecho, que tenga claras las consecuencias de salir en un medio. Lo empezamos a ver en las escuelas. Cuando un voluntario lo explicaba, ten¨ªa un impacto concreto, pero cuando lo explicaba una persona que hab¨ªa vivido en la calle, el impacto se multiplicaba por 10.000. Ve¨ªan una persona que pod¨ªa ser como t¨², y eso es muy impactante.
P. Darles voz es darles autoridad¡
R. Es dar voz, autoridad y contacto con quien explica la noticia o lo que sea. Pregunta lo que quieras y ellos responder¨¢n lo que quieran. Son adultos, con sus argumentos, sus visiones, y algunas diferentes a las de la propia entidad. Pero es positivo, es tu visi¨®n, eres t¨² el que habla, no eres un portavoz de la entidad. Deben tener barra libre.
P. Un usuario dijo a un voluntario: estamos m¨¢s cerca de vivir en la calle que de tener un yate¡
R. Lo dijo Gabriel Olivencia, un marino que estuvo en la calle. Le ten¨ªa mucho cari?o. Muri¨® el mismo d¨ªa que mi padre. Dec¨ªa os pens¨¢is que no, pero est¨¢is m¨¢s cerca de estar en la calle que de tener un yate. Me gusta porque al final, podemos decir que s¨ª o que no, pero todos aspiramos a ser ricos. Pero esa aspiraci¨®n es un error, es contradictoria con la pobreza. La riqueza es causa de la pobreza. La pobreza es consecuencia de la riqueza. Tiene raz¨®n, porque miramos a un lugar al que no llegaremos nunca, y hay otro que quiz¨¢ no lleguemos, pero nunca se sabe. Porque nadie que ha estado en la calle se lo esperaba.
P. Cada vez hay m¨¢s gente durmiendo en la calle. ?Es realista pensar que un d¨ªa se acabar¨¢?
R. Con el ritmo que vamos, no lo es. Si la gente llega a la calle, y no hay suficientes soluciones, la gente se va acumulando. Y ahora est¨¢ m¨¢s dif¨ªcil, si no tienen vivienda personas incluso con un buen trabajo... El problema de vivienda lo agrava absolutamente todo.
P. Pero no es solo un problema de vivienda, ?no?
R. No, pero la soluci¨®n pasa por la vivienda. Espacios residenciales dignos, intimidad, descansar. Lo que todos necesitamos al llegar a casa, y quitarnos los zapatos, ponernos c¨®modos y relajarnos un poco. Una persona que vive en la calle hace 10 a?os que no lo tiene.
P. En 12 a?os, ?han cambiado sus prejuicios?
R. Lo que m¨¢s me ha impactado, aunque parezca algo de marketing, es la mujer en la calle. Siempre la hemos visto muy deteriorada, muy mal. Y cuando encima te das cuenta de que los abusos son constantes, durante y previos. Que las mujeres llev¨¢is toda la vida protegi¨¦ndoos de los hombres. Como hombre, eso te remueve mucho, te interpela. Tambi¨¦n impacta mucho cuando te encuentras una persona de tu edad. Te ves reflejado inmediatamente.
P. ?Infantilizamos a las personas sin hogar?
R. S¨ª, es uno de los retos del sector social. Tenemos una tendencia a sobrevalorar que el resultado de la vida es consecuencia nuestra. Nadie est¨¢ hecho a s¨ª mismo. Y a la vez, nos sobrevaloramos menospreciando a los dem¨¢s. El sector debe hacer un giro, que ya se est¨¢ haciendo.
P. ?Qu¨¦ deber¨ªa cambiar?
R. Los profesionales nos tenemos que desempoderar. No es girar la tortilla y que ellos manden, es hablar de t¨² a t¨², y aceptar el fracaso. Pero el mundo social a¨²n es muy nuevo.
P. Muchas personas temen a los sin techo¡
R. Tenemos muchos casos de agresiones de personas que no est¨¢n en la calle hacia personas que est¨¢n en la calle. Y no tenemos de personas de calle a personas que tienen un hogar. Est¨¢n contados con los dedos de una mano y sobrar¨ªan muchos dedos. El miedo es estigmatizaci¨®n hacia el desconocido, por eso decimos que se salude a las personas, un trato amable. Pero estoy convencido de que muchas personas que viven en la calle tienen muchos vecinos mir¨¢ndolos. Y eso es muy bonito. Es una asignatura pendiente de organizar. Siempre que ha pasado alguna cosa, siempre nos han llamado vecinos. Los que se quejan hacen m¨¢s ruido, pero lo otro es m¨¢s importante.
P. ?Qu¨¦ tal el Ayuntamiento de Barcelona?
R. Nuestro deber no es hacer enfadar al Ayuntamiento, pero s¨ª poner las cosas encima de la mesa. Les hacemos un favor. Les damos m¨¢s fuerza, pero nos han usado muy poco. Las administraciones tienen mucha potencia, pero son muy poco ¨¢giles. Nosotros tenemos poca fuerza, pero somos muy ¨¢giles. No cuestionamos el trabajo de la gente que trabaja muy bien, sino la administraci¨®n en su globalidad. Porque s¨ª, si hay gente durmiendo en la calle, el responsable es la administraci¨®n. Lo importante es empujar para construir y cambiar. Si quisi¨¦semos incendiar tendr¨ªamos cosas para decir y regalar.
P. ?C¨®mo qu¨¦?
R. Cosas que se han equivocado, que tambi¨¦n nos podr¨ªa haber pasado a nosotros. Pero cosas m¨¢s globales, como el Pla Endre?a [plan Recoger, impulsado por Collboni] o los empadronamientos, o las cifras de sin techo [1.384 en el ¨²ltimo recuento en Barcelona] se tienen que poner sobre la mesa. No podemos decir que el n¨²mero de personas que viven en la calle se reduce porque es imposible.
P. ?A qu¨¦ obedece el Pla Endre?a [Plan recoge]?
R. Es una visi¨®n de los vecinos, algunos empatizan con las personas en la calle y a otros les molesta la est¨¦tica que generan, y estos son muchos menos, pero tienen mucha m¨¢s fuerza. Nos gustar¨ªa que la gente se quejase de que hay personas durmiendo en la calle desde un punto de vista humanitario, no desde un punto de vista est¨¦tico.
P. Deja Arrels¡ ?Qu¨¦ le ha quedado pendiente?
R. Mejor investigaci¨®n en el ¨¢mbito social, repensar qu¨¦ hacemos. El tema de la vecindad y la preocupaci¨®n por la ciudadan¨ªa, que estuviese m¨¢s convencida. Y la l¨¢stima que cuando entr¨¦ hab¨ªa mucha menos gente durmiendo en la calle, y ahora hay mucha m¨¢s.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.