66.000 portugueses comparten sin permiso fotos ¨ªntimas de mujeres en un canal de Telegram: ¡°?Alguien para hablar de esta cerda?¡±
Los participantes suben im¨¢genes e intercambian informaci¨®n sobre ellas con comentarios mis¨®ginos y degradantes
La noticia aflor¨® gracias a una investigaci¨®n del diario portugu¨¦s P¨²blico. En un canal de Telegram hab¨ªa 66.000 usuarios que se dedicaban a comentar y compartir fotograf¨ªas y v¨ªdeos ¨ªntimos de mujeres sin su consentimiento. Todo ello aderezado con comentarios mis¨®ginos y degradantes: ¡°?Alguien para hablar de esta cerda?¡±. Adem¨¢s de divulgar las im¨¢genes, se incentiva el intercambio de historias: ¡°?Qu¨¦ es lo que m¨¢s te gust¨®? Comenta lo que hac¨ªas¡±.
El canal se subdivide en una serie de temas: ¡°gorditas¡±, ¡°madre e hija¡±, ¡±trans¡±, ¡°embarazadas¡± o ¡°desnudos que ellas env¨ªan¡± son algunos de los grupos detallados por el diario. Tambi¨¦n se clasifica a las protagonistas por su localidad de origen y a veces por su nombre. Para acceder a algunos grupos basta con recibir un enlace o una invitaci¨®n, pero en otros casos es necesario pagar 20 euros a los administradores para tener derecho a participar. Las invitaciones para ir ampliando los foros son constantes.
Uno de los temas m¨¢s populares en el canal de Telegram es el de ¡°voyeur¡±, donde se divulgan im¨¢genes de mujeres captadas en la calle, los supermercados, los transportes p¨²blicos, las gasolineras, las playas, los gimnasios y otros lugares. En el grupo se muestran tambi¨¦n instant¨¢neas de upskirting, fotos realizadas bajo las faldas, que ya est¨¢ tipificado como un delito en varios pa¨ªses como el Reino Unido o Nueva Zelanda, aunque no en Portugal.
Sin embargo, s¨ª es un delito en el sistema penal portugu¨¦s desde 2023 la difusi¨®n no permitida de im¨¢genes, fotograf¨ªas o grabaciones que invadan la vida privada de las personas, en particular la intimidad de su vida familiar o sexual. Algunos de los archivos compartidos en el canal de Telegram fueron realizados por las protagonistas para un destinatario en concreto, sin sospechar que acabar¨ªan siendo vistos por miles de personas.
Fue lo ocurrido con N¨²ria Silva, de 26 a?os, que grab¨® v¨ªdeos e hizo fotos de contenido ¨ªntimo con la pareja que ten¨ªa para compartir entre ellos en Instagram. La Polic¨ªa Judicial confirm¨® que alguien accedi¨® a su cuenta y divulg¨® las im¨¢genes, que pasaron a airearse en un canal de Telegram y en Pornhub. ¡°Al principio difundieron aquellas fotograf¨ªas y v¨ªdeos, pero luego dejaron de ser im¨¢genes m¨ªas, divulgaban otros v¨ªdeos diciendo que era yo usando fotograf¨ªas normales de mi Instagram y lo sexualizaban todo¡±, explic¨® en P¨²blico. Comenz¨® entonces a recibir decenas de mensajes a diario de desconocidos que le preguntaban cu¨¢nto cobraba por un contacto sexual o que la chantajeaban pidi¨¦ndole dinero a cambio de no compartir lo que ten¨ªan.
N¨²ria Silva nunca cedi¨® y denunci¨® la extorsi¨®n y la divulgaci¨®n ante la polic¨ªa. Cuatro personas fueron condenadas a indemnizarla con 180 euros por una tentativa de extorsi¨®n y nada m¨¢s. Nunca se supo qui¨¦n rob¨® sus v¨ªdeos de Instagram y ninguna de las decenas de personas que divulgaron las im¨¢genes y la ofendieron pag¨® por ello.
Varios partidos pol¨ªticos han presentado iniciativas en la Asamblea de la Rep¨²blica para combatir este tipo de violencia sexual hacia las mujeres. Aunque las propuestas difieren en algunos aspectos, todas han sido redactadas por formaciones de izquierda, que pretenden endurecer las penas por estas pr¨¢cticas y convertirlas en delitos p¨²blicos, que no requieren la denuncia de la v¨ªctima para ser investigados y perseguidos.
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