?Por qu¨¦ muchas mujeres prefieren relatar la violencia sexual a trav¨¦s de una red social antes que poner una denuncia?
Acudir a internet de forma an¨®nima o al sistema de justicia responden a necesidades distintas de las v¨ªctimas. Los recursos invertidos en los ¨²ltimos a?os han mejorado el sistema pero a¨²n los cauces institucionales tienen deficiencias que dificultan el acceso de quienes acuden a ellos
En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, Espa?a ha desplegado herramientas, ha activado servicios, ha desarrollado leyes y protocolos y ha invertido desde multitud de organismos para hacer frente a una violencia sexual cuya cifra de denuncia no ha parado de crecer en los ¨²ltimos a?os, pero a la vez, mantiene una bolsa oculta que las instituciones calculan en un 90%: es decir, que al Estado le constan una de cada diez agresiones. ?D¨®nde est¨¢ el resto? Antes de que la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n tuviera acceso a internet y se expandieran como lo han hecho las redes sociales, al menos parte quedaba en el silencio. Ahora, y cada vez m¨¢s, esa violencia sexual es contada, compartida y comentada en la red. A veces, de forma an¨®nima. Fue exactamente as¨ª como la semana pasada se precipit¨® la dimisi¨®n del ya exdiputado de Sumar ??igo Errej¨®n: por la historia an¨®nima de una mujer en la cuenta de la periodista y escritora Cristina Fallar¨¢s. Solo tres d¨ªas despu¨¦s, otra mujer, la actriz Elisa Moulia¨¢, interpuso contra ¨¦l una denuncia por agresi¨®n sexual.
Moulia¨¢ quiso denunciar. Las mujeres detr¨¢s de los relatos an¨®nimos, no. Entre todas las aristas que ha abierto este caso hay una relacionada con c¨®mo, d¨®nde y a qui¨¦n lo cuentan. Con el por qu¨¦ en un momento determinado prefieren relatar lo que han vivido a trav¨¦s de una red social antes que poner una denuncia ante las instituciones. Esas mismas instituciones, abogadas, especialistas y psic¨®logas coinciden en una primera respuesta, que m¨¢s que una respuesta es una aclaraci¨®n: la separaci¨®n necesaria entre el testimonio y la denuncia. Ni son lo mismo, ni chocan, ni se solapan. Son formas diferentes de atravesar la violencia sufrida y, recuerdan todas, ¡°son igualmente leg¨ªtimas¡± porque cumplen distintas funciones seg¨²n las necesidades de cada mujer para hacer una u otra cosa.
?Cu¨¢l es la funci¨®n y la necesidad de la denuncia? Violeta Garc¨ªa, psic¨®loga experta en violencia sexual, cuenta que cuando las mujeres denuncian ¡°es porque sienten que es la ¨²nica cosa que pueden hacer como mecanismo de reconocimiento de la verdad¡± de forma oficial, quieren que ¡°quede escrito en alg¨²n documento¡± tambi¨¦n oficial, que puedan referirse a los agresores como agresores tambi¨¦n de forma oficial; porque buscan un tipo de reparaci¨®n, que piensan en cuestiones como ¡°que el agresor se d¨¦ cuenta de lo que ha hecho, que no lo haga m¨¢s¡±; algunas, aunque no se puede poner el peso sobre la v¨ªctimas, piensan tambi¨¦n en que si denuncian ¡°protegen a otras mujeres¡±.
Dice la psic¨®loga, que pertenece a la Asociaci¨®n de Asistencia a Mujeres Agredidas Sexualmente de Catalu?a, que hay much¨ªsimas motivaciones, y que todas, de fondo, tienen que ver con recuperar la propia dignidad, algo que recuerda la fiscal de Sala de Violencia contra la Mujer Teresa Peramato cuando dice que ¡°lo primero que hay que entender¡± es este delito: ¡°La violencia sexual es un atentado frontal a la dignidad, a la libertad y a la vida de las mujeres¡±. Y teniendo eso en mente, saber ¡°las muchas cuestiones a las que se enfrentan a la hora de tomar la decisi¨®n de si denunciar¡±.
En un repaso rapid¨ªsimo habla de que cuando esa ¡°violencia se da en relaciones de poder y jerarqu¨ªas se plantean cu¨¢les van a ser las consecuencias, si se juegan el puesto de trabajo, otras se dan en entornos cercanos y piensan en la reacci¨®n de la familia, si las van a creer, si alguien las culpabilizar¨¢¡ Y todo eso que piensan es absolutamente leg¨ªtimo¡± a la hora de plantearse la denuncia en un proceso en el que todas quienes se dedican de una u otra forma al ¨¢mbito de la violencia dicen que no es f¨¢cil.
Consuelo Abril, abogada experta en violencia, resume algunas de las razones por las que no lo es: ¡°La cantidad de veces que las mujeres tienen que contar lo que les ha ocurrido ante distintas instancias, la dificultad de probar algo para lo que muchas veces no hay pruebas ni testigos m¨¢s que la propia v¨ªctima, la falta de credibilidad con la que muchas se encuentran, preguntas que las hacen sentirse cuestionadas, o que infieren que no han interpretado bien la situaci¨®n o que tienen cierta responsabilidad en lo que les ha pasado. Todo eso sigue pasando¡±.
Por eso Betsaida S¨¢nchez, psic¨®loga forense que trabaja en un Centro de Atenci¨®n a V¨ªctimas, dice que ¡°muchas mujeres perciben que las instituciones no siempre van a brindar el apoyo adecuado¡±. Tienen ¡°miedo¡± a que no las tomen ¡°en serio o no tomen en serio su situaci¨®n, a sentirse juzgadas¡±; se suma ¡°la burocracia y los tiempos de espera¡± para procesos que pueden alargarse a?os, que el acceso a seg¨²n qu¨¦ recursos depende a¨²n de d¨®nde se viva, que la informaci¨®n sobre esos recursos no siempre llega hasta ellas, que siguen existiendo carencias en la especializaci¨®n de las personas con las que se cruzan desde el inicio y hasta el fin del proceso, adem¨¢s de lo ¡°agotador mental y emocionalmente¡± que puede suponer todo lo anterior para ellas. El sistema ha ido mejorando a?o a a?o pero es evidente que no es perfecto, apuntan las expertas, y siguen existiendo estereotipos e ideas con las que se trabajan y que hacen da?o a las mujeres y suponen un obst¨¢culo para su confianza en el propio sistema.
Ese ¡°temor a una respuesta ineficaz¡± por parte de las instituciones seg¨²n S¨¢nchez ¡°puede desalentar a las v¨ªctimas a buscar ayuda institucional directa¡± y dirigirse a otro lugar a contarlo, uno que perciben como seguro. Y esa, sobre todo, es la funci¨®n que cumple y la necesidad que cubre contar en redes. La psic¨®loga forense explica que ese contarlo est¨¢ relacionado con dejar testimonio, tambi¨¦n con una necesidad de ¡°empat¨ªa y de acompa?amiento inmediato¡±. Peramato, la fiscal de Sala, piensa en el ¡°apoyo que encuentran de otras mujeres que han pasado por lo mismo y que las fortalece¡±.
Violeta Assiego, abogada y exdirectora general de derechos de la infancia y de la adolescencia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, tiene claro que las mujeres tratan de ¡°tener voz y ser escuchadas en un espacio en el que no se sienten cuestionadas¡±, a pesar, matiza, de que las redes no son ¡°precisamente espacios seguros¡±. Por eso apunta a la cuenta de Cristina Fallar¨¢s de forma espec¨ªfica por el ejemplo de estos d¨ªas: ¡°Una cosa es X, donde el ataque est¨¢ pr¨¢cticamente asegurado, aunque tambi¨¦n encuentren apoyo, y otra lo que han podido hallar en la cuenta de Fallar¨¢s, seguridad porque sienten que la persona que recibe sus relatos las va a escuchar, a creer y a tratar esa informaci¨®n con cuidado y d¨¢ndole valor e importancia¡±. De forma, adem¨¢s, an¨®nima.
?Por qu¨¦ bajo ese anonimato? Fallar¨¢s, que explica que ¡°lo testimonial es la base para la construcci¨®n de una memoria colectiva que redefina y multiplique qu¨¦ es violencia sexual¡±, apunta a que hay una amplia casu¨ªstica cuando las mujeres le cuentan el por qu¨¦: ¡°Hay much¨ªsimos testimonios de violencia sexual en la infancia ya prescritos, pero las mujeres los tienen dentro y forma parte de una manera de trabajar el trauma. Otra parte es porque han presentado quejas en la empresa o en el partido pol¨ªtico de turno y las han apartado, no solo no les han hecho caso sino que se han quedado fuera ellas en lugar del agresor. Hay dos que son tambi¨¦n bastante recurrentes: porque el agresor es el marido o el exmarido que las tiene amenazadas y temen ser atacadas de nuevo si lo hacen p¨²blico, o porque el agresor es su superior jer¨¢rquico, da igual empresa que sindicato que partido, y temen por el puesto de trabajo. Hay muchos testimonios que est¨¢n ligados a la precariedad. Y otras sencillamente tienen terror. Esas son mayoritariamente las causas por las que me dicen que lo relatan en an¨®nimo¡±.
Betsaida S¨¢nchez, la psic¨®loga forense, y Teresa Peramato, la fiscal de sala, coinciden en algo desde ¨¢mbitos diferentes: c¨®mo ese contar primero puede, en algunos casos, cumplir tambi¨¦n otra funci¨®n, la de servir de paso previo a una denuncia. Para S¨¢nchez ¡°compartir una experiencia en redes sociales puede hacer que la mujer empiece a procesar emocionalmente esa experiencia, evaluar la reacci¨®n de otros o recibir el respaldo emocional que necesitan para ganar la seguridad para acudir a las instituciones¡±. Para Peramato, ¡°encontrarse en esos espacios puede hacer que se sientan acompa?adas, arropadas y fortalecidas por esa conciencia de violencia estructural y dar un siguiente paso¡±.
Con todas las dificultades que pueden seguir existiendo en los procesos judiciales, con toda la casu¨ªstica alrededor de los testimonios en redes sociales, conociendo la diferencia entre ambos, hay algo en lo que todas las especialistas est¨¢n tambi¨¦n de acuerdo, en que esto debe ser una reflexi¨®n para las instituciones.
A¨ªna Calvo, la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de G¨¦nero dice que todo lo que est¨¢ ocurriendo les ¡°obliga¡± a esa reflexi¨®n: ¡°Y a analizar. En esas cuentas de Instagram las mujeres han visto y han sentido un espacio de comprensi¨®n y complicidad y las instituciones debemos generar la forma de que nos sientan a su lado, que conf¨ªen, que no piensen que las administraciones las juzgan. Creo que han tenido complicidad con esa persona con nombre y apellidos y de la que tienen referencias y con la que se sienten seguras, y con la administraci¨®n es distinto, no saben qui¨¦n est¨¢ al otro lado. Son v¨ªnculos diferentes pero tenemos que estudiar la manera para que la administraci¨®n pueda ser tambi¨¦n ese lugar seguro para ellas¡±.
Aclara adem¨¢s, e insiste, en dos cosas. Una que desde 2021, en Espa?a, para tener derechos como v¨ªctima y ser reconocida como v¨ªctima no hace falta una denuncia ante la polic¨ªa y hay canales para ello como los servicios sociales o los servicios especializados; la otra, que hay muchas formas de acudir a las instituciones en las que tambi¨¦n el anonimato est¨¢ garantizado y no implican denuncia ¡ª¡°que es algo que tienen que hacer solo cuando ellas quieran y puedan¡±¡ª, por ejemplo, ¡°el 016, donde se las escucha y se las asesora sobre d¨®nde pueden acudir seg¨²n lo que necesiten en el momento que llaman¡±.
Assiego, la letrada y exdirectora de Infancia, hace una ¨²ltima reflexi¨®n en este sentido que le parece ¡°esencial¡±, y es tambi¨¦n contar todos los recursos que hay a disposici¨®n de las mujeres: ¡°Desde los feminismos estamos olvidando los logros, como los recursos que cada vez son m¨¢s, las leyes, las medidas como la asesor¨ªa legal y el apoyo psicol¨®gico tambi¨¦n sin necesidad de denuncia, los centros de crisis 24 horas para las v¨ªctimas de esta violencia que se est¨¢n creando [hay nueve ya creados y debe haber uno por provincia para finales de este a?o], los profesionales, cada vez m¨¢s especializados... ?Es mejorable el sistema? Por supuesto, y hay que poner todo el esfuerzo en esa mejora, pero en nuestro ¨ªmpetu de destacar una realidad como es la de la violencia, no se puede obviar el camino recorrido ni el hecho de darlo a conocer, si no, estamos no reconociendo el trabajo de tant¨ªsimas profesionales que est¨¢n en los diferentes espacios garantizando los derechos de las mujeres. Desde hace a?os¡±.
El tel¨¦fono 016 atiende a las v¨ªctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o, en 53 idiomas diferentes. El n¨²mero no queda registrado en la factura telef¨®nica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. Tambi¨¦n se puede contactar a trav¨¦s del correo electr¨®nico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el n¨²mero 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al tel¨¦fono de la Fundaci¨®n ANAR 900 20 20 10. Si es una situaci¨®n de emergencia, se puede llamar al 112 o a los tel¨¦fonos de la Polic¨ªa Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicaci¨®n ALERTCOPS, desde la que se env¨ªa una se?al de alerta a la Polic¨ªa con geolocalizaci¨®n.
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