As¨ª se empantanan las acusaciones de pederastia en el Vaticano: el Papa tiene que intervenir para obligar a procesar a un cura de Toledo
Francisco desbloquea el caso tras reunirse con el denunciante, que espera una respuesta desde hace 15 a?os, un ejemplo de c¨®mo la burocracia de la Iglesia frena la voluntad de limpieza del Pont¨ªfice
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos...
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El papa Francisco ha tenido que intervenir personalmente para que tanto el Vaticano como la Iglesia espa?ola se muevan y se procese can¨®nicamente a un cura de Toledo acusado de pederastia, Pedro Rodr¨ªguez Ramos: lo ha hecho porque han pasado 15 a?os desde que el denunciante inform¨® a la di¨®cesis manchega, casi cuatro desde que este obispado por fin lo comunic¨® a la Santa Sede y dos desde que el propio afectado lo denunci¨® directamente en Roma, en el Dicasterio de Doctrina de la Fe, ¨®rgano disciplinario vaticano. Sin embargo, este exseminarista a¨²n no hab¨ªa obtenido ninguna respuesta. Al final solo ha logrado mover el caso tras ver al Papa en persona varias veces y manteniendo contacto regularmente con ¨¦l. Lo mismo ocurri¨® en 2022 con el caso del colegio Gaztelueta del Opus Dei en Leioa, Bizkaia, que Francisco orden¨® reabrir tras reunirse con la v¨ªctima en diciembre de 2023. Doctrina de la Fe hab¨ªa cerrado el caso en 2015, aunque el acusado luego fue condenado en firme por el Supremo.
Ahora el Pont¨ªfice ha obligado al obispado de Toledo a juzgar can¨®nicamente al sacerdote con una orden de Doctrina de la Fe de marzo de 2024, seg¨²n los documentos eclesi¨¢sticos a los que ha tenido acceso este diario. En todo caso, la di¨®cesis tard¨® luego otros seis meses en formar el tribunal can¨®nico, en septiembre de 2024. Ahora finalmente se ha puesto en contacto con el denunciante para informarle de la apertura del proceso, 15 a?os despu¨¦s de que el entonces arzobispo de Toledo, Braulio Rodr¨ªguez, conociera el caso en 2009, tal como admiti¨® el propio cura en el juicio. Aunque el obispado aseguraba que lo supo siete a?os despu¨¦s, en 2016, cuando el joven lo denunci¨® ante la justicia.
Este exalumno del seminario menor de Toledo denunci¨® al sacerdote en los tribunales en 2016 por hechos sucedidos en 2005 y 2007, cuando era menor. Pero tambi¨¦n tuvo que esperar siete a?os para la primera sentencia de la Audiencia de Le¨®n, que conden¨® al cura a siete a?os de c¨¢rcel en 2023. No obstante, tras el recurso del reo, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n absolvi¨® al sacerdote en 2024 por defectos en la instrucci¨®n inicial. El caso est¨¢ ahora en el Supremo, que debe decidir si acepta el recurso del denunciante. La Fiscal¨ªa ya se ha mostrado a favor.
La historia de Carlos, nombre ficticio de esta persona que no desea revelar su identidad, pone en evidencia que, 23 a?os despu¨¦s de que estallara el esc¨¢ndalo de la pederastia en el clero en Estados Unidos en 2002, los mecanismos de respuesta de la Iglesia a las v¨ªctimas siguen sin funcionar. Las v¨ªctimas chocan en la mayor¨ªa de las ocasiones contra un muro de indiferencia y alambicada burocracia interna, tanto en Espa?a como en la Santa Sede, con t¨¢cticas dilatorias que les sumen en la desesperaci¨®n. En muchas ocasiones ¨²nicamente consiguen desatascar su expediente si con tenacidad y los contactos adecuados logran llegar a hablar con el Papa en persona para contarle su caso. E incluso as¨ª, tambi¨¦n luego la maquinaria del Vaticano puede ir contra la voluntad del Pont¨ªfice. En este caso, Doctrina de la Fe ha encargado el juicio a un tribunal eclesi¨¢stico de la propia di¨®cesis de Toledo, es decir, a compa?eros del acusado y en el mismo obispado que ha ocultado su caso durante a?os. Por esa raz¨®n, Carlos ha recusado can¨®nicamente el tribunal y ha pedido que el cura sea juzgado por el Tribunal de la Rota o por otra di¨®cesis.
La carta que ha enviado el obispado de Toledo al denunciante revela un detalle: el n¨²mero de protocolo del caso es de 2021, a?o en que fue abierto el expediente. Es decir, el obispado de Toledo tard¨® 12 a?os en informar al Vaticano desde que conoci¨® el caso en 2009, pese a que las normas can¨®nicas le obligan a ello nada m¨¢s tener constancia. Lo hizo ¨²nicamente cuando EL PA?S sac¨® a la luz el caso, en abril de 2021. ¡°Esto demuestra que, si mi caso no hubiera salido en prensa, no hubiera llegado a Roma. Tambi¨¦n demuestra la gran labor que la prensa hace para ayudar a las v¨ªctimas. El propio Francisco siempre me ha dicho que tengo su completo apoyo para ir a la prensa y seguir luchando por hacer justicia¡±, explica Carlos. Aunque parezca sorprendente, es el Papa el que ha animado en muchas ocasiones a las v¨ªctimas a acudir a la prensa, consciente de las resistencias de la Iglesia en cada pa¨ªs.
Del mismo modo, la primera vez que la di¨®cesis de Toledo llam¨® al denunciante fue en noviembre de 2022, al d¨ªa siguiente de que EL PA?S preguntara por el caso al obispo auxiliar de la ciudad, C¨¦sar Garc¨ªa Mag¨¢n, en la primera rueda de prensa que dio como nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE). Aun as¨ª, Garc¨ªa Mag¨¢n dijo en esa rueda de prensa que la di¨®cesis hab¨ªa ¡°hecho los deberes¡±.
Denuncia por encubrimiento
Lo siguiente que hizo Carlos, al ver que de todas formas no ocurr¨ªa nada, fue ir a Roma en diciembre de 2022 para denunciar su caso directamente en Doctrina de la Fe, salt¨¢ndose a la Iglesia espa?ola. En 2023, tambi¨¦n denunci¨® en la Santa Sede por encubrimiento al arzobispo Braulio Rodr¨ªguez y a su sucesor, Francisco Cerro, llegado al cargo en 2020, que tampoco tom¨® medidas contra el sacerdote e incluso lo hizo miembro de la vicar¨ªa para el clero. Adem¨¢s, lo envi¨® a Per¨² en viajes de misiones estando ya acusado por la Fiscal¨ªa. Solo lo apart¨® del contacto con menores en 2021, cuando se fij¨® el inicio del juicio.
Carlos tambi¨¦n incluy¨® en su escrito a Garc¨ªa Mag¨¢n y un obispo auxiliar de otra di¨®cesis, que en su momento, asegura, conoci¨® el caso y tampoco hizo nada. Pero de este tr¨¢mite el denunciante tampoco ha vuelto a saber nada. Ahora, adem¨¢s, se encuentra con que la di¨®cesis de Toledo es la que juzgar¨¢ can¨®nicamente el caso. ¡°Va contra los derechos humanos que se encargue el proceso al mismo arzobispo que he denunciado. Si realmente la Iglesia quiere ayudar a las v¨ªctimas, deber¨ªa ofrecer un proceso garantista con sus derechos¡±, lamenta.
Carlos no ha escatimado esfuerzos para obtener justicia por parte de la Iglesia. Ha viajado numerosas veces a Roma para que le atendieran. En septiembre de 2023 se reuni¨® con la Comisi¨®n Pontificia para la Protecci¨®n de Menores, organismo que el pasado mes de octubre reproch¨® en su primer informe que los procesos can¨®nicos son ¡°dif¨ªciles, lentos y fuente de continua victimizaci¨®n¡±. En esta entidad present¨® otra denuncia y se entrevist¨® personalmente con su presidente, el cardenal Sean O¡¯ Malley. Tambi¨¦n present¨® una denuncia en el dicasterio de los Obispos, en el del Clero y en la secretar¨ªa de Estado. Ninguna respuesta hasta hoy.
¡°La excepcionalidad de mi caso revela que no tendr¨ªa que ser necesario llegar a hablar con el Papa para que se haga un proceso, ?todas las v¨ªctimas tienen que venir a verle para que les hagan caso? En todo este tiempo solo tres sacerdotes y el papa Francisco han cumplido su palabra de intentar hacer justicia e involucrarse a mi favor hasta llegar al final del proceso. Y aun as¨ª, el propio Francisco est¨¢ encontrando obst¨¢culos¡±. En todo caso, el final del proceso a¨²n est¨¢ lejos y es incierto. Carlos deber¨¢ seguir esperando.