Condenado un cura a siete a?os de c¨¢rcel y una indemnizaci¨®n de 40.000 euros por abusar de un menor en el seminario de Toledo

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La Audiencia Provincial de Le¨®n ha condenado a siete a?os de c¨¢rcel y al pago de una indemnizaci¨®n de 40.000 euros al sacerdote Pedro Francisco Rodr¨ªguez Ramos por un delito de abuso sexual continuado sobre un menor del seminario menor de Toledo entre 2005 y 2007. Es un caso destapado por este diario en 2021 y que el entonces obispo de la capital toledana, Braulio Rodr¨ªguez, conoci¨® durante al menos 12 a?os sin tomar medidas ni atender a la v¨ªctima, antes de apartar al cura en 2021. El joven, que ha tenido que soportar una espera de siete a?os hasta el juicio y la sentencia desde que denunci¨® los hechos, tambi¨¦n ha presentado una denuncia en el Vaticano para que investigue las negligencias y el posible encubrimiento del caso por parte de la archidi¨®cesis de Toledo.

Toda la actuaci¨®n del arzobispado de Toledo est¨¢ bajo sospecha. El actual portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), Francisco C¨¦sar Garc¨ªa Mag¨¢n, que es obispo auxiliar de la archidi¨®cesis, se neg¨® a dar explicaciones del caso a preguntas de este diario en su primera rueda de prensa, en noviembre de 2022, y solo asegur¨® que la di¨®cesis ¡°ha hecho los deberes¡±, si bien a¨²n hoy el arzobispado nunca ha aclarado cu¨¢ndo abri¨® un proceso can¨®nico al sacerdote ni su resultado. La archidi¨®cesis de Toledo, consultada por este diario, no ha querido hacer por el momento ninguna valoraci¨®n de la decisi¨®n judicial.

El joven seminarista y su madre declararon que comunicaron el caso a algunos sacerdotes y al arzobispo a partir de 2008. El sacerdote lo confirm¨® en el juicio, como se?ala el texto de la sentencia: ¡°A trav¨¦s del rector ¡ªen 2009¡ª le dijeron que se hab¨ªa puesto la denuncia. No sabe qu¨¦ es lo que dijo D. Braulio ¡ªel arzobispo¡ª¡±. Seg¨²n indic¨® el fiscal, la Iglesia ¡°prefiri¨® guardar silencio, llegando a transmitir a la madre de la v¨ªctima el arzobispo de Toledo que lo que contaba su hijo obedec¨ªa a ¡®sus afectos desordenados¡¯ y que le pondr¨ªa en oraci¨®n¡±. La archidi¨®cesis nunca llam¨® a la v¨ªctima para escucharla ni atenderla, ni siquiera para tomarle la obligatoria declaraci¨®n que debe hacerse en el proceso can¨®nico que asegura haber abierto. La primera llamada a la v¨ªctima se produjo precisamente en noviembre de 2022, al d¨ªa siguiente de que este diario preguntara por el caso en rueda de prensa a Garc¨ªa Mag¨¢n, obispo auxiliar de Toledo, en su estreno como secretario general de la CEE.

Desde las primeras denuncias de la familia, pasaron cinco a?os hasta que el sacerdote fue sacado del seminario en 2015, un internado de educaci¨®n secundaria y bachillerato, y enviado como rector de la iglesia de San Ildefonso y santuario de los Sagrados Corazones de Toledo. La archidi¨®cesis sostiene que la primera noticia que tuvo del caso fue con la denuncia presentada en un juzgado en junio de 2016. Aun as¨ª, tard¨® cinco a?os m¨¢s en tomar medidas cautelares con el acusado. Y en 2020, con la investigaci¨®n abierta en los tribunales y ya con Francisco Cerro como arzobispo, el cura incluso pas¨® temporadas en Per¨², en el seminario de Moyobamba, donde tambi¨¦n hay menores y que es un centro que mantiene lazos con la archidi¨®cesis toledana. Permaneci¨® all¨ª al menos entre enero y mayo, seg¨²n la informaci¨®n del centro latinoamericano. Ese a?o, Cerro tambi¨¦n nombr¨® al procesado miembro de la vicar¨ªa para el clero. Finalmente, Rodr¨ªguez Ramos fue apartado de sus cargos en 2021, solo con el anuncio del procesamiento.

El tribunal recoge como hechos probados las acusaciones del relato de la v¨ªctima. En 2004, cuando ten¨ªa 12 a?os, Rodr¨ªguez Ramos se convirti¨® en su director espiritual, confesor y persona de confianza, ¡°como consecuencia del rechazo y acoso que sufr¨ªa por parte de varios de sus compa?eros¡±. ¡°La conducta del acusado fue de seducci¨®n mantenida, aprovech¨¢ndose de la edad y vulnerabilidad del menor y aumentando la intensidad de los abusos¡±, describe la sentencia, que subraya la ¡°posici¨®n de prevalimiento, de superioridad dada la situaci¨®n¡± del menor, y c¨®mo se aprovech¨® ¡°de manera clara a inapelable de esa superioridad m¨¢s si se quiere cuando no solo era un menor, sino persona vulnerable por la situaci¨®n de acoso o rechazo por parte de otros muchos de sus compa?eros¡±.

A partir de 2005 y hasta 2007, los encuentros con el menor ¡°fueron constantes y, en ellos, Pedro Francisco Rodr¨ªguez Ramos, con ¨¢nimo de satisfacer sus deseos sexuales¡±, cometi¨® abusos en diversos momentos. En 2005 los encuentros ¡°se produc¨ªan de noche, cuando sus compa?eros estaban acostados¡±, lo sentaba en sus piernas, lo abrazaba y le daba besos en la cara. En 2006 le dio un primer beso en la boca, pas¨® a las caricias, durmieron juntos una noche y en julio, en el Encuentro de las Familias que se celebr¨® en Valencia con motivo de la visita del Papa, durmieron en la playa, donde el cura comenz¨® a ¡°abrazarle, besarle y acariciar sus nalgas¡±.

Una semana despu¨¦s fueron juntos a unos ejercicios espirituales en una residencia de monjas en La Ba?eza (Le¨®n), donde se produjo el episodio m¨¢s grave hasta ese momento, y raz¨®n de que la denuncia se presentara en Le¨®n. Se produjeron tocamientos de genitales y ¡°en un momento dado, cuando estaban tumbados, dirigi¨® la cabeza del menor hacia su pene y se lo introdujo en la boca, vi¨¦ndose obligado a realizarle una felaci¨®n¡±. Ante el descontento de la v¨ªctima por lo ocurrido, ¡°el acusado le dijo que eso no era pecado y que no se lo contara a nadie¡±, se?ala el tribunal. En los meses siguientes hubo otras escenas de tocamientos y masturbaci¨®n. ¡°Los actos consistentes en besos, caricias y tocamientos se produjeron hasta el verano de 2007¡å, concluye la resoluci¨®n, que indica que estos actos han ocasionado a la v¨ªctima ¡°un trastorno ansioso depresivo por el que ha tenido que ser atendido m¨¦dicamente en numerosas ocasiones y que persiste a pesar de los tratamientos¡±.

El tribunal considera que la versi¨®n de los hechos del denunciante ¡°es totalmente cre¨ªble y no hay rastros de invenci¨®n o simulaci¨®n¡±. ¡°Durante todo el periplo procedimental, el querellante ha mantenido, en lo sustancial, la misma versi¨®n de los hechos denunciados. Su declaraci¨®n ha sido rica en detalles y, al menos, desde la inmediaci¨®n totalmente cre¨ªble. En su relato en el acto del juicio, no hemos apreciado dudas, contradicciones, inestabilidad o evidencias de actuar por m¨®viles de resentimiento o venganza¡±, concluye.

En el pasado, el sacerdote condenado ejerci¨® como vicario parroquial en Villaca?as, Toledo, en los a?os noventa. Tambi¨¦n pas¨® por el seminario menor de Mora, en la misma provincia. Despu¨¦s fue trasladado a Granada, donde fue p¨¢rroco de la iglesia de Nuestra Se?ora de Gracia, en Guadix. Luego regres¨® a Toledo y fue nombrado director espiritual del seminario menor en 2004.

Rodr¨ªguez Ramos no es el ¨²nico acusado de abusos que ha pasado por el seminario menor de Toledo. Otro cura, Jos¨¦ Luis Gal¨¢n Mu?oz, condenado a ocho a?os de c¨¢rcel en 2021 por abuso de menores en Talavera de la Reina, era profesor del centro en los mismos a?os y fue secretario de estudios. En este caso, una joven le acus¨® de abusos cuando era director espiritual de su colegio, Hijas de Mar¨ªa Nuestra Se?ora, de Talavera, entre 2010 y 2014. Tras presentar una denuncia, escribi¨® al papa Francisco y al prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, y solo despu¨¦s el arzobispo de Toledo, Braulio Rodr¨ªguez, abri¨® un proceso can¨®nico y lo traslad¨® como capell¨¢n a un convento en 2018. La actuaci¨®n de Braulio Rodr¨ªguez tambi¨¦n est¨¢ bajo sospecha en Salamanca, su anterior destino como obispo de 1995 a 2002, donde desoy¨® los abusos de un sacerdote condenado finalmente en 2014 por un tribunal can¨®nico. En este caso, no obstante, las tres v¨ªctimas conocidas hasta ahora a¨²n esperan, casi una d¨¦cada despu¨¦s, una reparaci¨®n de la di¨®cesis de Salamanca.