El envase eterno existe
El aluminio, que se recicla sin perder propiedades, permite que una lata de bebidas o de conservas se transforme en un juego de sartenes o en el envoltorio que recubre el chocolate
No es magia, se llama reciclaje. Una lata de bebidas o el envase de aluminio donde se vende una conserva se pueden convertir en una bolsa de patatas, en el envoltorio que recubre una tableta de chocolate o en unas sartenes. Las aplicaciones son m¨²ltiples, pero la exigencia es ¨²nica e irremplazable: depositar estos residuos en el contenedor amarillo para su correcto tratamiento, para que se conviertan en materia prima. Para que lo ya usado se use una y otra vez. El reciclaje, una pr¨¢ctica al alcance de todos y cada vez m¨¢s extendida, como ejemplo de econom¨ªa circular.
Algunos de los materiales con los que se fabrican los envases son reciclables casi de forma ilimitada. El aluminio es uno de ellos. Se funde tantas veces como sea necesario y las propiedades permanecen inalterables. Los propios productores de bebidas han medido la circularidad de este compuesto: un ciudadano deposita una lata vac¨ªa en el contenedor amarillo. El residuo se clasifica y separa en una planta de reciclaje. Se funde en un horno y en 60 d¨ªas hay otro envase de refrescos o cerveza listo en el supermercado, fabricado con ese material y de la misma calidad.
A la hora de reciclarlo, hay que tener en cuenta que casi todo lo que se fabrica con aluminio incorpora, bien por separado, bien en forma de aleaci¨®n, alg¨²n metal m¨¢s para mejorar sus propiedades para que el producto sea m¨¢s d¨²ctil o resistente o duradero, depende de las exigencias de cada industria. Esto explica que la fabricaci¨®n de un objeto de aluminio determinado sea m¨¢s f¨¢cil si se hace a partir de otro igual a ¨¦l. La clave reside en separar bien los distintos desechos para que su conversi¨®n en materia prima sea menos costosa.
Este modelo no es sin embargo excluyente. La versatilidad de este elemento de la tabla peri¨®dica est¨¢ probada. La empresa italiana Moneta Recy fabrica sartenes y cacerolas a partir del aluminio procedente de latas de bebidas recicladas. Su web aporta informaci¨®n. El cl¨¢sico cazo para cocer huevos necesita 37 latas. Una sart¨¦n para saltear verduras, 24. Y as¨ª con el resto de piezas que forman una bater¨ªa de cocina. Alcampo, a trav¨¦s de su marca Actuel, ha creado una l¨ªnea de sartenes fabricadas tambi¨¦n con latas recicladas. Muchas otras empresas que producen objetos con aluminio reciclado lo obtienen de latas o envases o de otros residuos depositados en el contenedor amarillo pero, o lo desconocen porque no pueden medir su trazabilidad, o no lo comunican.
Un correcta clasificaci¨®n
El 90% de las latas de bebidas de Espa?a y Portugal se fabrican con aluminio y el 10% restante, con acero, a la espera de que las pocas empresas que a¨²n utilizan este material pesado amorticen la maquinaria antigua, cambien su cadena de producci¨®n y se alcance el 100%. Pues bien, la tapa de esas latas, en todos los casos, es de aluminio. Cuando llegan estos envases a la planta de reciclaje, un electroim¨¢n separa los dos residuos. A partir de ah¨ª se forman balas (amasijos de metal) por separado, listos para volver a introducirlos en la cadena de valor. Entre el 45% y el 55% del aluminio utilizado para la fabricaci¨®n de estos envases en Europa es reciclado, seg¨²n afirma Juan Ram¨®n Mel¨¦ndez, director de Latas de Bebidas, la asociaci¨®n que agrupa a los seis grandes fabricantes de este producto.
El acero resultante tiene valor. Tras su correcto reciclaje se pueden fabricar chapa para autom¨®viles y otros medios de transporte, las partes met¨¢licas de los electrodom¨¦sticos o vigas y rieles para el ferrocarril. De nuevo resulta fundamental que el ciudadano deposite estos residuos en el contenedor amarillo y que en la planta de separaci¨®n se clasifiquen los distintos materiales.
La innovaci¨®n en la separaci¨®n de residuos alum¨ªnicos
Para producir otros elementos con aluminio reciclado como ventanas, llantas o la carcasa de un ordenador port¨¢til, lo mejor es utilizar los desechos de esos mismos objetos. La empresa manufacturera Hydro Building System, propietaria de la marca de ventanas y otros cerramientos de aluminio Technal, emplea una t¨¦cnica de separaci¨®n muy avanzada que les permite despreciar aquellos desechos que no tienen la aleaci¨®n correspondiente o que no son aluminio, como los tornillos o los elementos pl¨¢sticos que sirven de aislamiento t¨¦rmico. Utilizan chatarra procedente de ventanas viejas retiradas en una rehabilitaci¨®n de un edificio o en una demolici¨®n. Sus nuevos elementos de construcci¨®n se fabrican con al menos un 75% de residuos de posconsumo, es decir, objetos que ya han tenido una utilidad previa (ventanas), no de virutas o de la merma procedente al cortar un gran lingote en una metalurgia.
?ngel Ripoll, director de Marketing en Hydro Building System Espa?a, lo resume as¨ª: ¡°El objetivo es que cada vez se vaya menos a la mina f¨ªsica y m¨¢s a la mina urbana¡±. Se refiere a las chatarrer¨ªas o a las propias empresas de demolici¨®n que comercializan esas ventajas viejas. Y a?ade: ¡°El aluminio se puede reciclar infinitamente sin perder propiedades; nunca es un residuo¡±. Seg¨²n Ripoll, la industria del aluminio utiliza un 40% de metal reciclado para fabricar ordenadores, motores de coches, ventanas o envases. En esta cifra no se distingue si es posconsumo (una ventana vieja) o preconsumo (la merma al manipular el aluminio primario en una metalurgia).
Jon de Olabarria, secretario general de la Asociaci¨®n Espa?ola del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), refuerza el argumento de Ripoll: ¡°El uso del aluminio tiene algo m¨¢s de 100 a?os. Pero la Humanidad lleva reciclando metales desde siempre; por ejemplo, el cobre desde el Neol¨ªtico. Es m¨¢s sencillo fundir cobre que ir a la mina a buscar m¨¢s¡±. El ahorro de emisiones contaminantes si se obtienen materias primas a partir de latas de bebidas usadas o de ventanas viejas es palmario: los tres expertos consultados aseguran que la energ¨ªa empleada es un 5% comparada con la necesaria para obtener aluminio primario, que procede de la al¨²mina y esta, a su vez, de la bauxita. Ripoll ofrece una explicaci¨®n t¨¦cnica. ¡°Para separar el aluminio primario del ox¨ªgeno mediante electr¨®lisis se requieren unas temperaturas de 950 grados Celsius. Para fundirlo y reciclarlo basta con 650 grados¡±. Esto explica una buena parte de la diferencia de energ¨ªa utilizada en el proceso. El siguiente paso es que esa energ¨ªa, por reducida que sea, proceda de fuentes renovables.
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