Los problemas de Garz¨®n en Internet

Sus sedes han sido cerradas; sus cuentas, bloqueadas; y sus actividades, suspendidas por tres a?os. Pero al responsable del juzgado n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garz¨®n, le est¨¢ resultando mucho m¨¢s dif¨ªcil clausurar las sedes que Batasuna tiene en Internet. El car¨¢cter supranacional y an¨¢rquico de esta red inform¨¢tica est¨¢ planteando graves obst¨¢culos para hacer cumplir las medidas cautelares que impuso el magistrado.

De momento, el reci¨¦n nombrado secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Informaci¨®n, Carlos L¨®pez Blanco, est¨¢ enviando un requerimiento a los proveedores de Internet para que impidan el acceso desde Espa?a a los "servicios de Internet, de correo electr¨®nico o de cualquier otra ¨ªndole" vinculados a los dominios batasuna.org, euskal-herritarrok.org y batasuna-barakaldo.org.

L¨®pez Blanco cumple as¨ª, por segunda vez -la primera fue en septiembre-, con el auto de Garz¨®n del pasado 26 de agosto por el que se decretaba la suspensi¨®n de las actividades de la formaci¨®n abertzale. Este documento, en su disposici¨®n sexta, ordenaba expresamente "cancelar las p¨¢ginas Web u otros servicios que pudieran tener contratados HB-EH-BATASUNA en INTERNET". Sin embargo, estos recursos eran accesibles, al cierre de este art¨ªculo, desde diversos puntos del territorio espa?ol.

Un portavoz autorizado de Ciencia y Tecnolog¨ªa reconoci¨® este extremo y la dificultad de hacer cumplir el auto de Baltasar Garz¨®n en Internet, aunque confirm¨® que el ministerio est¨¢ enviando desde el pasado 10 de octubre una segunda ronda de notificaciones a los proveedores y piensa comprobar de forma individual que se cumple con lo dispuesto por el juez de la Audiencia Nacional.

Los proveedores, por su parte, se quejan de los costes y el trabajo que supone bloquear unas direcciones de Internet que pueden cambiar con frecuencia, oblig¨¢ndoles a repetir esta labor de control. Adem¨¢s, aseguran que es imposible tener garant¨ªas de que el bloqueo no pueda ser burlado con alguna de las herramientas de la Red.

Google, otro problema

M¨¢s complicada es la posibilidad de que tambi¨¦n el buscador Google pueda contravenir el auto del juez de la Audiencia Nacional. Este servicio, utilizado por millones de usuarios en casi todo el mundo, dispone de una funci¨®n que almacena las p¨¢ginas de Internet, para que puedan ser vistas por los internautas incluso despu¨¦s de ser retiradas del lugar de origen.

Esta funci¨®n, denominada En cach¨¦, colocar¨ªa a Google en el punto de mira de Garz¨®n, a no ser que el famoso buscador de Internet accediera a retirar tambi¨¦n la informaci¨®n de Batasuna que almacena en sus servidores.

Funcionarios del ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa estudiaron anteayer ¨¦sta y otras posibilidades t¨¦cnicas, entre las que se baraj¨®, incluso, limitar parcialmente el acceso al buscador. Al final, seg¨²n un portavoz del ministerio, se decidi¨® remitir toda la informaci¨®n a Interior para que la haga llegar a Garz¨®n. "El ministerio no puede censurar el acceso a un sitio 'web' sin una orden judicial", declar¨® esta fuente.

Regulaci¨®n de contenidos

Los intentos de Ciencia y Tecnolog¨ªa son s¨®lo el ¨²ltimo episodio de un asunto que dura casi dos meses, y en el que Garz¨®n intenta imponer el peso de la ley espa?ola en la Red.

En agosto, el juez envi¨® una comisi¨®n rogatoria a la sede de la Corporaci¨®n de Internet para la Asignaci¨®n de Nombres y N¨²meros (ICANN, en sus siglas inglesas), en EEUU, para que eliminara los dominios de Internet de Batasuna y retirara "como palabras registrables" Batasuna, Euskal-Herritarrok y Herri-Batasuna.

El 5 de septiembre, la ICANN desestim¨® la petici¨®n de Garz¨®n, alegando que este organismo "no est¨¢ involucrado en la regulaci¨®n de contenidos de Internet".

El juez envi¨® tambi¨¦n una comisi¨®n rogatoria a Australia, para que la empresa Melbourne IT, donde hab¨ªa sido registrado el dominio batasuna.org, bloqueara este nombre y la posibilidad de volver a contratarlo. Sin embargo, nada pudo hacer esta compa?¨ªa, pues el sitio web de la formaci¨®n aberztale se encontraba muy lejos de all¨ª.

Jurisdicci¨®n internacional

El web de batasuna.org est¨¢ alojado en EE UU, en los ordenadores de Verio, una empresa de hospedaje con oficinas en varios pa¨ªses, incluido Espa?a.

Seg¨²n cuenta un responsable de la sucursal espa?ola, poco despu¨¦s de conocer la noticia de la ilegalizaci¨®n de Batasuna, se dirigi¨® sin ¨¦xito a instancias superiores - el Ayuntamiento de Barcelona y Audiencia Nacional, entre otros- para conocer el contenido del auto del juez Garz¨®n y saber a qu¨¦ les obligaba. "Ni siquiera nos dieron un tel¨¦fono donde poder informarnos", asegura este ejecutivo. Al final, encontraron en ELPA?S.es una versi¨®n electr¨®nica de este documento en el que se ordenaba la clausura de Batasuna en la Red.

Al ponerse en contacto con la sede central de Verio, en EE UU, descubrieron que ese espacio no lo hab¨ªa alquilado la compa?¨ªa, sino uno de los distribuidores autorizados a los que subarrienda el espacio de sus ordenadores.

La Agrupaci¨®n Electoral Euskal Herritarrok, con sede en Francia, hab¨ªa contratado el servicio de hospedaje de sus p¨¢ginas web con una empresa ubicada en California (EE UU), Blueberry Hill Communications, distribuidora de los servicios de Internet de Verio.

ELPA?S.es se puso en contacto el lunes con esta empresa, y un responsable admiti¨® que en un principio el sitio web de Batasuna hab¨ªa sido bloqueado pero que, m¨¢s tarde, hab¨ªa sido abierto por orden del departamento jur¨ªdico de la compa?¨ªa. Seg¨²n esta fuente, los abogados hab¨ªan llegado a la conclusi¨®n de que como el organismo que contrat¨® el hospedaje web est¨¢ en Francia y el proveedor -Blueberry Hill Communications- tiene su sede en EE UU, se trataba de "un asunto de jurisdicci¨®n internacional" y no ten¨ªan por qu¨¦ obedecer el auto de Garz¨®n.

Mientras los problemas t¨¦cnicos de ejecuci¨®n del auto prosiguen, alguien ha abierto un nuevo dominio de Batasuna en las Islas Tokelau del Pac¨ªfico Sur, uno de los miles de sitios de Internet donde se puede publicar sin levantarse de la silla.