'Los doce principales' de iTunes Espa?a

El pasado martes (26 de octubre) la tienda de m¨²sica online de Apple comenz¨® a dar servicio de venta de melod¨ªas en Espa?a, ofreciendo a los usuarios de Internet de nuestro pa¨ªs acceso a un inventario de m¨¢s de 700.000 canciones. Ha tenido que pasar un a?o y medio desde la apertura de la Music Store en EE UU para que iTunes llegue a estas latitudes. La expectaci¨®n suscitada por la llegada de este sistema ha quedado aguada en parte por la falta de gran parte del cat¨¢logo nacional.

iTunes ha vendido m¨¢s de 150 millones de canciones en su a?o y medio de funcionamiento. Si los multiplicamos por 0,99 d¨®lares, que es el coste por melod¨ªa, las cuentas son redondas. Bueno, m¨¢s redondas para las discogr¨¢ficas, ya que la mayor parte del dinero revierte en ellas.

A pesar de leer estas cifras millonarias, cabe una reflexi¨®n: Si hacemos una media de diez canciones por ¨¢lbum, el resultado es que iTunes ha vendido 15.000.000 de ¨¢lbumes, cifra que, aunque nada desde?able, todav¨ªa no supone demasiado frente a los 3,8 billones de discos que se venden en todo el mundo.

Primer vistazo a la tienda de iTunes en Espa?a

iTunes Music Store muestra en la portada sus grandes bazas. Temas exclusivos de artistas como Duran Duran, La Oreja de Van Gogh o Anastacia. Pero llega el primer problema: la tienda s¨®lo est¨¢ traducida parcialmente al castellano. Esto puede dificultar la navegaci¨®n a muchos usuarios e incluso el proceso de compra, ya que el formulario de pago tampoco est¨¢ traducido a nuestro idioma.

En el men¨² derecho nos muestra un acceso a otras funcionalidades del programa: Browse Music (buscador) iMix (permite la creaci¨®n de sesiones musicales mezcladas) y tambi¨¦n da acceso a las secciones de videoclips y trailers de cine (en ingl¨¦s).

La velocidad de navegaci¨®n es muy buena y el buscador se muestra muy potente. El cat¨¢logo de m¨²sica antigua es en ocasiones sorprendente, con rarezas que de otra forma ser¨ªa dif¨ªcil encontrar publicadas en las tiendas. Tambi¨¦n hay que destacar la rapidez con que un tema adquirido en iTunes se descarga a nuestro disco duro.

?Y el cat¨¢logo nacional?

La prueba de fuego de la tienda fue la b¨²squeda de los cuarenta temas de la lista de Los 40 principales, que reflejan los ¨¦xitos en Espa?a.

Bebe, la actual n¨²mero uno de la lista no est¨¢ en la tienda. Mal asunto. Pero bajamos los puestos de la tabla y pasamos por David DeMar¨ªa, Melendi y Manolo Garc¨ªa, ninguno de ellos disponible, hasta encontrarnos el tema que ocupa el n¨²mero cinco y que s¨ª se puede descargar: American idiot de Green Day. No era dif¨ªcil, son californianos. No vemos los rizos de David Bisbal por ninguna parte. Continuamos nuestra b¨²squeda y s¨ª encontramos Despretine de O-Zone o Leaving New York de R.E.M. No vemos a El Canto del Loco, ni tampoco a Alex Ubago, entre otros.

En resumen, nuestra lista de ¨¦xitos se queda resumida en doce temas. Un 30% de la lista m¨¢s importante de este pa¨ªs. Otro dato: de las doce canciones encontradas s¨®lo tres son en castellano y de ellas ¨²nicamente La Oreja de Van Gogh es un artista nacional.

En cuanto al cat¨¢logo hist¨®rico, s¨ª encontramos m¨²sica interesante: discograf¨ªas de Mecano o Alaska est¨¢n en la orferta de iTunes.

Desde luego, las carencias de temas de actualidad en espa?ol no es culpa de la compa?¨ªa, a pesar de los esfuerzos de Apple por cerrar acuerdos globales en Europa, no le ha sido f¨¢cil conseguir permisos para la venta de los artistas locales de cada pa¨ªs. Cada plataforma que se introduce en el negocio de m¨²sica online en el Viejo Continente se encuentra con el mismo problema: diferentes gestores de derechos de autor en cada pa¨ªs, discogr¨¢ficas locales reticentes a las nuevas tecnolog¨ªas y un sinf¨ªn de trabas para conseguir derechos para la venta por Internet. Pero el paso est¨¢ dado: iTunes ya ha llegado a Espa?a, OD2 lleva operando m¨¢s de dos a?os en nuestro pa¨ªs y Microsoft y Napster pronto llegar¨¢n. Esto empujar¨¢ a la industria a subirse definitivamente al tren de la tecnolog¨ªa y aquel que no est¨¦ pasar¨¢ a la historia.