Gesti¨®n del conocimiento, los trabajadores del conocimiento

Para los buenos gestores, el futuro es pr¨®spero y brillante. Para quienes son dirigidos no lo es tanto, especialmente en cuanto a perspectivas de ingresos.

El trabajador del conocimiento no existe en el mismo sentido que hay trabajadores agr¨ªcolas o industriales. Todo trabajo del conocimiento es, sobre todo, una tarea de gesti¨®n. En sentido estricto, por supuesto, la gesti¨®n es un tipo de trabajo. No obstante, en el trabajo del conocimiento todo el mundo es un gestor, en uno u otro grado.

En este momento usted puede no estar dirigiendo personas. No obstante, est¨¢ gestionando su propio tiempo, gestionando contenido, y gestionando quiz¨¢s otros recursos.

En una organizaci¨®n del conocimiento, el papel de la gesti¨®n es diferente. La gesti¨®n no trata tanto de fijar y aplicar normas entre los trabajadores, sino m¨¢s bien de establecer estrategias, marcar objetivos, mostrar liderazgo y medir resultados.

La gesti¨®n del conocimiento no trata tanto de gestionar personas sino m¨¢s bien de ofrecerles objetivos adecuados, motivaci¨®n adecuada y herramientas adecuadas, y de enunciar con claridad c¨®mo se mide el ¨¦xito o el fracaso.

Como gestor del conocimiento, deber¨ªa buscar en su jefe la direcci¨®n estrat¨¦gica general y deber¨ªa buscar en s¨ª mismo la capacidad para administrar el d¨ªa a d¨ªa. Debe desarrollar esta habilidad fundamental porque, si espera a que le digan lo que tiene que hacer, su trabajo corre un serio riesgo de automatizaci¨®n o de ser subcontratado.

Digamos que usted es parte de un equipo de Internet y su trabajo diario requiere convertir documentos impresos en archivos PDF y colocarlos en red. Es una tarea que exige muy poca habilidad o reflexi¨®n; es una tarea que puede ser subcontratada f¨¢cilmente o trasladada al extranjero.

Como gestor del conocimiento, sin embargo, se har¨ªa la siguiente pregunta fundamental: ?Cu¨¢l es el trabajo? El trabajo no es subir material a la p¨¢gina web; el trabajo es comunicarse de forma eficaz con los lectores. Un gestor del conocimiento se plantear¨ªa si el contenido impreso es realmente eficaz en Internet. Un gestor del conocimiento buscar¨ªa mejores f¨®rmulas para publicar ese contenido en la Red.

Usted env¨ªa y recibe numerosos correos electr¨®nicos cada d¨ªa. Como gestor del conocimiento, debe preguntarse constantemente si se comunica de forma eficaz en sus mensajes. ?Sus correos electr¨®nicos son ignorados o borrados? Ese es un gran problema. ?Cu¨¢n bien organiza los correos que env¨ªa y recibe? ?Encuentra r¨¢pidamente un correo importante?

?Son eficaces sus presentaciones? ?Aportan conocimientos a las personas? ?Hacen que sean m¨¢s susceptibles de actuar del modo que usted quiere? ?Sus informes son eficaces? Un gestor del conocimiento siempre se hace esta pregunta: ?Soy eficaz?

Ahora todos somos gestores. En una ¨¢rea nueva como Internet, tendremos incluso que guiar a nuestros gestores. Usted tiene que dirigir las expectativas de su gerente sobre las capacidades de su p¨¢gina web, porque probablemente usted sepa m¨¢s que ¨¦l sobre su potencial real.

A quienes no se muestren capaces de enfrentarse al desaf¨ªo de la gesti¨®n del conocimiento no les espera un gran futuro. A medida que las organizaciones contin¨²en automatizando, contratando a proveedores externos o trasladando al extranjero, aquellas personas que se queden tendr¨¢n un valor incalculable para el ¨¦xito de la organizaci¨®n. Ser¨¢n los gestores del conocimiento.

(Traducido por Snap Comunicaci¨®n)

La columna semanal "New Thinking", de Gerry McGovern, se publica todos los martes en ELPAIS.es.