Con 100 megabits por banda, no corre mi red, sino vuela?
?Y a eso le llama WiFi? Inal¨¢mbrico es esto?
Si cree que su red inal¨¢mbrica va r¨¢pido (?a 11? ?a 54 megabits por segundo?) es por que no conoce el est¨¢ndar 802.11n (observe la peque?a letra al final de la cadena de n¨²meros). Lynksys, el mayor fabricante de componentes de redes inal¨¢mbricas y filial a la saz¨®n de Cisco, acaba de lanzar esta nueva generaci¨®n WiFI, dise?ada para ofrecer un ancho de banda de 100 megabits. O lo que es lo mismo: igual que una red Ethernet de cable t¨ªpica, y suficiente como para transmitir streaming de video de alta definici¨®n entre varios dispositivos de un hogar.
Avances (supuestos) en la manera de movernos
La tecnolog¨ªa tiene a veces estas cosas: anuncios recurrentes que prometen acabar con la dependencia del petr¨®leo, sin arrebatarnos esa asquerosa costumbre de ir a por el pan en coche. Anuncios como el de un utilitario que es el producto de la investigaci¨®n y el desarrollo de equipos de nueve pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, que financia el proyecto, y que tiene una forma a medio camino entre el cochecito de ni?o y motocicleta urbana. Puede alcanzar los 100 Km/h y se alimenta de gas natural comprimido, as¨ª que emite menos contaminantes. Y como su tama?o es reducido, consume menos, y sobre todo: ocupa menos en las calles y en las autopistas. Mucho m¨¢s glamour tiene el Superbus, una machada de un grupo de la universidad de Delft (Pa¨ªses Bajos), que tiene forma de limusina y que puede circular a 250 Km/h. En una Europa loca por los trenes de alta velocidad, y asustada por las enormes cifras de siniestralidad en carretera, cuesta entender qu¨¦ hueco podr¨ªa tener en el mercado continental este prototipo.
Sun cambia, eBay aligera, Amazon pide su opini¨®n y Darpa protege su PC
La cr¨®nica de las grandes empresas del sector hoy nos cuenta que se avecinan grandes cambios en Sun. Las acciones del gigante dieron un brinco y llegaron a subir un 9% cuando se conoci¨® que Jonathan Schwartz tomar¨¢ el control de la compa?¨ªa y relevar¨¢ a Scott McNealy, que lleva 22 a?os en el cargo. Wall Street conf¨ªa en que aqu¨¦l sea m¨¢s firme a la hora de recortar costes y devolver a la compa?¨ªa a terreno abonado para los beneficios. Desde el lado del comercio electr¨®nico, conocemos adem¨¢s que eBay va a crear una versi¨®n ligera, o Express, que para que nos entendamos, deja m¨¢s de lado el modelo de subasta, y se aproxima m¨¢s a la venta directa tradicional, como la de Amazon.com. Mientras tanto, el NYT nos cuenta de los ¨²ltimos y renovados intentos de hacer que los consumidores participen en la elaboraci¨®n de cr¨ªticas a cada uno de los productos que se vendan en una tienda virtual. No es nuevo, como decimos, pero una beta de la librer¨ªa virtual (arriba mencionada) y el lanzamiento del sitio Shopwiki, dedicado exclusivamente a este tipo de informaci¨®n, hacen suponer que este tipo de servicios vayan a crecer, por fin, de manera madura. La ¨²ltima noticia de las empresas que llama la atenci¨®n de la jornada es el anuncio de que una empresa, financiada por la agencia DARPA (la que cre¨® Internet, y que tiene en su portafolios decenas de extra?os proyectos que prometen cambiar el mundo militar primero, y el civil despu¨¦s), va a comercializar un cazador de rootkits que funciona tanto a nivel hardware (con una tarjeta PCI) como de software.
Bloggers que son periodistas? Y periodistas que hacen cosas feas
Mientras en Estados Unidos sigue la pol¨¦mica por la demanda que Apple inici¨® la semana pasada contra tres bloggers por filtrar datos de un proyecto de la compa?¨ªa. Ahora el gigante del iPod pretende que el tribunal obligue a sus autores a revelar sus fuentes. Y ellos se amparan en la libertad de prensa para no revelarlas. Otro juicio m¨¢s que definir¨¢ las normas por las que nos regimos en el proceloso y cambiante mundo que es la Red. M¨¢s problemas tiene otro periodista, Michael Hiltzik, al que tener un premio pulitzer en la estanter¨ªa le ha servido para bien poco. Meterse en su propio blog, en Los Angeles Times, y postear bajo seud¨®nimo para meter ca?a a quienes criticaban sus art¨ªculos, le ha costado la bit¨¢cora. El diario ha sido tajante y de momento ha suspendido su diario, por violar las normas ¨¦ticas del medio de comunicaci¨®n.
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