Finis Terrae rompe la frontera de la supercomputaci¨®n gallega
El superordenador ha colaborada en la resoluci¨®n de 20.000 trabajos desde su puesta en marcha
2.500 procesadores Itanium de Intel, 33,5 toneladas de peso en 140 metros cuadrados y m¨¢s de 20.000 trabajos realizados desde su puesta en marcha oficial el pasado 1 de abril. El superordenador Finis Terrae, desarrollado por Hewlett-Packard y situado en el Centro de Supercomputaci¨®n Gallega (CESGA), se ha convertido en la nueva joya de la corona de la red de computadoras de c¨¢lculo m¨¢s avanzadas de Espa?a y de Europa.
Con una inversi¨®n de 60 millones de euros, de los cuales 16 corresponden a fondos de la Xunta de Galicia y el Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), Finis Terrae cuenta con una potencia de c¨¢lculo y almacenamiento que le permite afrontar desaf¨ªos cient¨ªficos que dif¨ªcilmente podr¨ªan ser resueltos sin su existencia. Cuenta con 142 nodos que suman 2.500 procesadores Itanium de ¨²ltima generaci¨®n aportados por Intel; cada uno de estos procesadores posee una memoria de 128 GB y una capacidad de almacenamiento superior a los 20.000 GB.
La capacidad de almacenaje tambi¨¦n asusta: 390 terabytes a los que habr¨ªa que sumar 2,5 petabytes externos. Menci¨®n aparte merecen dos nodos especiales desarrollados por HP en los que se integran 128 procesadores con 1.024 y 384 GB de memoria respectivamente. Sin embargo, no son los n¨²meros lo que hacen del supercomputador que hoy ha presentado a la prensa el Cesga en su sede de Santiago de Compostela una gran herramienta, sino la arquitectura que los sostiene.
Cada uno de los 142 nodos puede actuar de forma independiente en la resoluci¨®n de problemas y, en caso necesario, hacerlo de manera colaborativa, con lo que se gana en latencia, es decir, el tiempo residual que cualquier sistema inform¨¢tico pierde entre operaciones. Para el presidente del Cesga, Saturnino Mato, Finis Terrae es una herramienta que trabaja para "cimentar el futuro" y convertir a la instituci¨®n en un centro de referencia que permita abrir una v¨ªa de colaboraci¨®n entre los investigadores gallegos y espa?oles (a trav¨¦s del CSIC) con toda Europa.
Esta colaboraci¨®n, que ya ha comenzado con algunas universidades del norte de Portugal, debe permitir "que cualquier pregunta cient¨ªfica que se plantee pueda ser resuelta por Finis Terrae". Para ello, tanto el Cesga como HP e Intel han dise?ado el equipo como un organismo vivo que permita actualizar y ampliar sus capacidades de cara al futuro. Precisamente esta es una de las carcter¨ªsticas m¨¢s destacables en opini¨®n del director del Cesga, Javier Garc¨ªa.
Garc¨ªa tambi¨¦n destaca que Finis Terrae puede funcionar de forma simult¨¢nea con varios sistemas operativos, ya sean Unix, Linux o Windows. El director de la instituci¨®n gallega cree que el software libre permite una mejor adaptaci¨®n a las necesidades de un centro de estas caracter¨ªsticas por su capacidad de mutar, sin olvidar que los programas de Microsoft son necesario hoy por hoy.
El presidente de HP en Espa?a, Santiago Cort¨¦s, ha destacado durante la presentaci¨®n del proyecto la imperiosa necesidad de que Espa?a se convierta en un nodo m¨¢s de la autopista global por la que circula la informaci¨®n cient¨ªfica. Por su parte, el representante de Intel, Norberto Mateos, ha destacado el poco peso que las empresas espa?olas tienen en el I+D espa?ol: "En nuestro pa¨ªs, son las instituciones quienes aportan financiaci¨®n a la investigaci¨®n, no las empresas; de ah¨ª, el retraso espa?ol con respecto a los pa¨ªses de nuestro entorno".
Aplicaciones reales
En el tiempo que lleva activo Finis Terrae se han resuelto ya m¨²ltiples problemas cient¨ªficos. Seg¨²n Garc¨ªa, desde el 1 de abril el supercomputador ha ayudado a afrontar unos 20.000 trabajos. Entre ellos, destacan cinco que han empleado m¨¢s de 10 terabytes de memoria, "lo que demuestra la utilidad del equipo". El Cesga no cierra las puertas de Finis Terrae a ning¨²n campo cient¨ªfico, pero s¨ª centrar¨¢ sus esfuerzos en cinco ¨¢reas de manera especial: ciencias de la vida, nanotecnolog¨ªa, ciencias del mar, energ¨ªas sostenibles y c¨¢lculo puro.
Entre los trabajos ya desarrollados y que han puesto a prueba el equipo destaca una investigaci¨®n que permite comprobar la compatibilidad electromagn¨¦tica en grandes superficies (como barcos y aviones), para detectar interferencias entre antenas o estudiar el comportamiento de los radares.
Otro proyecto puesto en marcha consiste en tratar de resolver el cuarto problema f¨ªsico m¨¢s importante, seg¨²n el American Institute of Physics, denominado "transici¨®n de fase", relativo a las propiedades magn¨¦ticas de compuestos tras la manipulaci¨®n humana.
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