El padre del m¨®vil no ha tocado un iPhone
Martin Cooper, inventor del tel¨¦fono m¨®vil, proyecta el tel¨¦fono del futuro
Martin Cooper visita Espa?a con m¨¢s tiempo que en anteriores ediciones, "me va a costar volver a mi peso unas cuantas semanas", bromeaba hoy ante el entregado auditorio, en una conferencia en la sede central de Telef¨®nica, en la Gran V¨ªa de Madrid. En junio de este a?o, este ingeniero estadounidense fue reconocido con el Pr¨ªncipe de Asturias por su visionario ingenio: el tel¨¦fono m¨®vil. El 3 de abril de 1973 realiz¨® la primera llamada con el Dyna-Trac, un prototipo de Motorola, la empresa para la que trabajaba entonces. Llam¨® a Nueva York, a su competencia, con toda la prensa presente. "Nadie cre¨ªa que fuese a funcionar, pero lo demostramos". Los primeros terminales que se comercializaron, ya en los ochenta, costaban m¨¢s de 4.000 d¨®lares, pesaban alrededor de un kilo y la bater¨ªa no daba para llamar m¨¢s de 20 minutos. "En realidad, tampoco creo que nadie pudiese sujetar tanto peso junto a su oreja durante tanto tiempo", se justifica flem¨¢tico Cooper.
Las siguientes llamadas fueron en Washington, all¨ª tuvo que convencer a los senadores de la importancia de este tipo de comunicaciones para que crear un marco legal que gestionase el espectro radioel¨¦ctrico en su pa¨ªs. A partir de ah¨ª surgi¨® la competencia, aunque no fue tan sencillo. "Nadie quer¨ªa ser el segundo", confiesa Cooper.
Cooper aport¨® algunos datos que dejan patente la dependencia que tenemos del tel¨¦fono m¨®vil: "Hay estudios que demuestran que si alguien tiene que renunciar a algo prefiere dejar su coche que su terminal. Incluso hay quien se queda sin trabajo y ahorra en comida para poder mantener su l¨ªnea de m¨®vil. Los terminales de hoy nos hacen m¨¢s sociables; hasta nos permiten interaccionar en Facebook y Twitter, aunque esto ¨²ltimo no lo comprendo del todo".
Los usos en los continentes no son los mismos. En Norteam¨¦rica, por ejemplo, se habla entre tres y cinco veces m¨¢s que en Europa. En Estados Unidos se intenta competir con facturas m¨¢s bajas, en Europa con mejor cobertura. En ambos continentes un 13% de la poblaci¨®n tiene tel¨¦fono m¨®vil pero no fijo. "Es l¨®gico" -asegura- "llamamos a personas, no a lugares".
Aplicaciones m¨¦dicas
Una vez superada la era de la transmisi¨®n de voz y los mensajes de texto, el ingeniero vaticina un futuro lleno de aplicaciones en los terminales "puede ser muy ¨²til para medir par¨¢metros del cuerpo humano y transmitirlo a nuestros servicios de salud. Se podr¨¢ predecir un ataque de diabetes o conocer h¨¢bitos que nos hacen da?o".
La evoluci¨®n de los terminales tambi¨¦n fue objeto de comentarios en su conferencia en la sede de Telef¨®nica en la Gran V¨ªa, en contra del cada vez m¨¢s habitual todo en uno, augur¨® terminales "adaptados a las necesidades del usuario. Unos querr¨¢n una buena c¨¢mara y otros navegar por internet". Dej¨® con la boca abierta a los asistentes al mostrar su tel¨¦fono: Un terminal sencillo, de tipo concha, s¨®lo con los n¨²meros para marcar, una peque?a pantalla y un bot¨®n para hablar con el operador. "Lo invent¨® mi mujer - Arlene Harris, presente en primera fila- y es perfecto para hablar, sin m¨¢s complicaciones. El auricular est¨¢ en la oreja y el micr¨®fono en la boca. Es de una sencillez extrema. Por desgracia s¨®lo se comercializa en Estados Unidos".
La competencia trae innovaci¨®n
Est¨¢ contento por la competencia entre sistemas operativos y terminales: "No he tocado nunca un iPhone, pero esta guerra entre Android, Apple y Symbian me parece de lo m¨¢s democr¨¢tico. Traer¨¢ m¨¢s innovaci¨®n. Es mejor que un s¨®lo sistema para todos. Eso ser¨ªa como una dictadura. La elecci¨®n de los usuarios hace que se promueva la innovaci¨®n". Cooper aprovech¨® para romper algunos mitos: "No soy m¨¦dico pero tampoco meter¨ªa mi cabeza en el microondas. S¨®lo hace falta sentido com¨²n. Llevo 30 a?os trabajando con m¨®viles y no me ha pasado nada con las radiaciones".
Con m¨¢s de 80 a?os, Cooper sigue en activo. Dej¨® la empresa con la que dio forma al m¨®vil hace 36 a?os (Motorola) para ser consejero delegado de una compa?¨ªa de "antenas inteligentes". A diferencia de las que proveen de cobertura actualmente, las que ¨¦l proyecta gestionan la cobertura no s¨®lo por zonas sino con prioridad en los anchos de banda.
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