El cuerpo, santo y se?a en 2014
Biometr¨ªa, dinero virtual y la medici¨®n constante de los datos vitales del cuerpo, entre las principales tendencias tecnol¨®gicas del a?o
La contrase?a es el cuerpo; el smartphone,la m¨¢quina. El a?o que va a comenzar va a suponer la explosi¨®n, por fin, de la biometr¨ªa en los aparatos de consumo, y la continuaci¨®n, a¨²n m¨¢s, del tel¨¦fono m¨®vil como aparato/computadora para todo (y para todos). Laboratorios y ¨¢reas de investigaci¨®n de Juniper, Ericsson, Gartner, Cisco o IBM, entre otras grandes empresas, lanzan sus pron¨®sticos y tendencias para el a?o 2014. Con la fecha a la vuelta de la esquina, no hay futurolog¨ªa y s¨ª mucho m¨¢s sobre lo que ya existe.
Contrase?as humanas. Ser¨¢ la tendencia del a?o. Una vez m¨¢s se le deber¨¢ a Apple la valent¨ªa (aunque no el invento) de aplicar la biometr¨ªa (en su caso la huella dactilar) para bloquear y desbloquear su m¨®vil iPhone 5S y para realizar compras. El paso va a ser seguido por otros fabricantes de m¨®viles (Samsung ya lo ha anunciado), pero tambi¨¦n se incorporar¨¢ a otros aparatos y servicios.
Apple ha ido por libre, mientras empresas de la competencia apoyan la FIDO Alliance para la elaboraci¨®n de unos est¨¢ndares industriales aplicables a diferentes aparatos y marcas. Tantos a?os vi¨¦ndolo en el cine, por fin ser¨¢ el a?o de la biometr¨ªa para abrir m¨®viles, puertas, ordenadores, coches. Seg¨²n Ericsson Consumer Lab, al 52% de los due?os de un smartphone le gustar¨ªa aplicar su huella dactilar en lugar de una contrase?a y el 48% se muestra interesado por el reconocimiento ocular para abrir su pantalla. El 74% cree que los smartphones biom¨¦tricos se convertir¨¢n en tendencia este a?o. Adi¨®s a las contrase?as de n¨²meros y letras, bienvenido el dedo, el ojo o la voz.
Dinero m¨¢s invisible. Tampoco es nada nuevo, pero solo este tema podr¨ªa quitarle el protagonismo del a?o a la contrase?a humana. El bitcoin, la moneda virtual, ha ocupado y preocupado a las autoridades monetarias; en parte por el riesgo que entra?a, en parte porque se les acabar¨ªa su negocio. Pero es solo una parte de los movimientos para acabar con el dinero de mano en mano. La pobreza empieza cuando hay que pasarse un d¨ªa andando para llegar a un banco y cobrar el euro ganado el d¨ªa anterior. Gracias a aplicaciones m¨®viles como el Mpesa de Vodafone (que no necesita internet) eso se est¨¢ acabando en ?frica, donde la penetraci¨®n del m¨®vil es del 80%, aunque solo el 11% sea 3G.
Pero en el mundo desarrollado, Apple, Google, Amazon, Paypal se mueven con iniciativas que, m¨¢s pronto que tarde, chocar¨¢n con los intereses bancarios y sus comisiones. Cualquiera de las antes nombradas tienen ya poder y confianza como para refrendar pagos.
Mediometr¨ªa del cuerpo, en la salud y en el ejercicio. Los wearables, los accesorios para el cuerpo, de las gafas al reloj o las pulseras, son para algo m¨¢s que para conectarse a Internet y recibir tuits. Juniper pronostica que ser¨¢ el a?o de los wearables resistentes al agua, pero tambi¨¦n el de la medici¨®n continua de las constantes vitales del cuerpo, y no solo para el ejercicio f¨ªsico. Tambi¨¦n aumentar¨¢n los par¨¢metros medibles, que se podr¨¢n cruzar, se hablar¨¢n, con el seguimiento de dietas o las prescripciones m¨¦dicas.
Los wearables ser¨¢n m¨¢s y m¨¢s promiscuos en camino hacia la ubicuidad universal. Seg¨²n Gartner en siete a?os va a haber 26.000 millones de aparatos conectados a Internet (al margen de smartphones y ordenadores) cuando en 2009 no pasaban de 900 millones. De esa marabunta de sensores, un 15% se dedicar¨¢n a la medici¨®n permanente del cuerpo, es decir, de la salud en tiempo real gracias a que los costes han bajado dr¨¢sticamente. Sensores como los de MC10 se emplear¨¢n para controlar la temperatura de los beb¨¦s con la misma sencillez con que ahora se coloca una tirita.
Para el a?o 2016, en torno al 60% de los propietarios de smartphones conf¨ªa, seg¨²n Ericsson, en que los sensores ser¨¢n utilizados en todos los ¨¢mbitos de la vida, desde la sanidad al transporte p¨²blico, los coches, las casas o las oficinas.
M¨¢s r¨¢pido, pero solo algunos. Las conexiones 4G se doblar¨¢n en 2014, seg¨²n predice Juniper, a¨²n as¨ª la penetraci¨®n mundial ser¨¢ rid¨ªcula (1,77%). Pero en Corea del Sur alcanzar¨¢ a m¨¢s de la mitad de las l¨ªneas, seguido de Singapur y Jap¨®n. Despu¨¦s Estados Unidos, Australia y Canad¨¢, con penetraciones en torno al 20%. Este a?o se acabar¨¢ con 188 millones de l¨ªneas, pero en 2018 se acercar¨¢n a los 2.000 millones de l¨ªneas.
Espa?a va con retraso, pese a un parque modern¨ªsimo de smartphones que permitir¨ªan las conexiones ultrarr¨¢pidas. Planes agresivos de las operadoras dar¨¢n algo de impulso al 4G.
Nubes privadas. Ni pec¨¦s ni memorias USB, la principal fuente de archivo de las personas va a ser la nube, privada o no. La necesidad de la nube llega naturalmente, una vez que la gente se acostumbra a estar conectado en cualquier lugar a Internet desde cualquier aparato y a cualquier hora. Solo la nube le da esa agilidad de funcionamiento en el ocio o en la oficina. A la vez que permite el trabajo en equipo. Otra vez, Amazon, Apple, Microsoft o Google tienen mucho trabajo hecho, pero nacen nuevos sitios, como Pogoplug, con m¨¢s de un mill¨®n de nubes personales, o de BitTorrent Sync, que evoluciona de programa de intercambio de archivos a la nube.
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