El becario m¨¢s joven de Facebook
Las aplicaciones de Michael Sayman, autodidacta, hijo de peruana y boliviano, dominan la ¡®AppStore¡¯ aprendi¨® a programar a los 13 a?os con v¨ªdeos de YouTube
No lava, no cocina y tampoco conduce. Facebook se encarga de que no tenga ocupaciones m¨¢s all¨¢ de su beca en el campus de Menlo Park. Le han puesto una casa en Mountain View, un autob¨²s para ir y volver del trabajo, y las tres comidas del d¨ªa, con platos de todos los estilos, que se sirven en la oficina. Michael Sayman, que naci¨® en Miami hace 17 a?os, recibi¨® una llamada de la red social en mayo; le quer¨ªan conocer. Al entrar, lleg¨® la primera sorpresa: Mark Zuckerberg le llamaba por su nombre. No daba cr¨¦dito. Se hicieron una foto juntos y le ofreci¨® pasar el verano como becario. Sayman, hijo de peruana y boliviano, se ha convertido en la sensaci¨®n en Silicon Valley, no hay encuentro o debate de calado en el que su empleador no lo presente como su trofeo m¨¢s preciado. Durante la conferencia de desarrolladores de Apple, Tim Cook no dud¨® en fotografiarse con ¨¦l. Otro privilegio al alcance de pocos.
Se deja querer, sabe que es un momento ef¨ªmero y no olvida de d¨®nde viene. La beca, adem¨¢s de ser un salto a la fama, le va a servir para cumplir otro de sus sue?os, visitar Londres, donde dar¨¢ una charla. De Europa solo conoce Espa?a, donde vive parte de su familia materna. ¡°Me encanta, no sabr¨ªa elegir entre Madrid, Toledo, Barcelona y Sevilla¡±, dice con una sonrisa tan amplia que le cierra los ojos y hace brillar su ortodoncia, quiz¨¢ lo ¨²nico propio de su edad. El resto es madurez y sentido com¨²n.
Asegura que este trabajo de verano ser¨¢ de gran ayuda para sobrevivir en la Universidad, aunque todav¨ªa no sabe d¨®nde. ¡°Me gustar¨ªa ir a Stanford o alguna del valle, pero no me puedo permitir el precio. Solo en Florida me dan beca. Ahora se pegar¨ªan por m¨ª; cuando ped¨ª la plaza, no¡±, lamenta. Se interesa por la ingenier¨ªa. ¡°Pero con algo de marketing. Quiero saber por qu¨¦ algo llega al n¨²mero uno en la AppStore¡±. Curiosa afirmaci¨®n cuando sus aplicaciones han copado esos puestos. Con 13 a?os aprendi¨® a programar por su cuenta, siguiendo los pasos en v¨ªdeos de YouTube. Pidi¨® a su madre prestados 100 d¨®lares para darse de alta como desarrollador de Apple. A la semana ya hab¨ªa hecho caja y se los devolvi¨®. En un mes, sumaba 3.000 d¨®lares gracias a las descargas de Club Penguin, basada en los personajes del canal Disney.
A pesar de que su espejo y mentor, Mark Zuckerberg, no termin¨® los estudios, Sayman se niega a ser un college drop out, como los llaman aqu¨ª: ¡°Nunca sabes qu¨¦ va a pasar, tengo que tener mi t¨ªtulo. S¨¦ lo que cuestan las cosas¡±. Una afirmaci¨®n tan real como la ayuda que ha prestado a su familia. Su madre, Cristina, le explic¨® que seguramente tendr¨ªan que mudarse a Per¨²; el restaurante apenas daba para mantenerse a flote, mientras su cuenta crec¨ªa y crec¨ªa. Hizo un trato. Cambio de casa, a un apartamento m¨¢s peque?o. ?l se har¨ªa cargo de la hipoteca, pero la familia no se mov¨ªa de Miami. Ganarse el favor de su hermana (cuatro a?os mayor que ¨¦l) y sus amigas fue la motivaci¨®n para su gran ¨¦xito, 4Snaps. La idea le vino observ¨¢ndolas. Se fij¨® en c¨®mo se intercambiaban fotos y trataban de adivinar conceptos a trav¨¦s de mensajes en el m¨®vil. A partir de ah¨ª comenz¨® a programar. La mec¨¢nica es sencilla: se conecta con los amigos de Facebook, se toman cuatro im¨¢genes que se colocan en una cuadr¨ªcula y gana el que primero adivine a qu¨¦ concepto se refiere. Po¨¦tica visual comprimida. En un mes super¨® 600.000 descargas. Desde su aparici¨®n se ha instalado m¨¢s veces que, por ejemplo, la mensajer¨ªa Line. ¡°No esperaba este ¨¦xito, aunque no hay nada que hacer con mi hermana. Cuando fui a su habitaci¨®n a cont¨¢rselo me dijo: ¡®ah, vale¡¯, y sigui¨® a lo suyo. Todo es poco para esta chica¡±, se resigna.
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