Silicon Valley, tierra hostil para las mujeres
El caso de Ellen Pao destapa la desigualdad de g¨¦nero en el coraz¨®n de la tecnolog¨ªa
Cuatro semanas de juicio y toda la industria tecnol¨®gica en vilo. Ellen Pao ha perdido la batalla en los tribunales, pero no en la calle, donde se celebra que tuviese el valor de enfrentarse al fondo de inversi¨®n m¨¢s poderoso de Silicon Valley. Kleiner Perkins Caufield and Byers es, con Sequoia, el segundo m¨¢s importante de California, los pioneros de Sandhill Road, el Wall Street de la costa del Pac¨ªfico.
Pao llev¨® a su antigua empresa a los tribunales por considerar que fue discriminada por raz¨®n de su sexo. Pese a ser socia de la firma, sent¨ªa que su compensaci¨®n y la falta de ascensos no se correspond¨ªa con sus resultados. Menos a¨²n si los comparaba con los de sus compa?eros hombres. La firma Kleiner Perkins la despidi¨® en 2012 alegando un car¨¢cter dif¨ªcil y el incumplimiento de los objetivos laborales.
Su caso no es ¨²nico. Tina Huang, desarrolladora de software en Twitter entre 2009 y junio de 2014, ha interpuesto una demanda por motivos parecidos: no aceptar mujeres en puestos de responsabilidad y dejarla de lado a la hora de disfrutar de un ascenso. En Twitter, el 79% de los directivos son hombres. Hasta 2009 no contaron con una mujer en su consejo.
En Silicon Valley se deja ver un orgullo especial por la forma en que se hacen los negocios. Todo es cuesti¨®n de conexiones, todo es directo. Se llega a la oficina en patinete, se trabaja en chanclas y camiseta, y el s¨¢ndwich de mediod¨ªa es org¨¢nico y superecol¨®gico. El perro es parte del despacho y los seminarios sobre el racismo, tambi¨¦n. Y toda la sociedad de Silicon Valley est¨¢ encantada de haberse conocido. Sobre todo si son hombres.
En Twitter, el 79% de los directivos son hombres. Hasta 2009 no contaron con una mujer en su consejo
Casos como el de Pao, pese a la derrota en los tribunales, ponen al descubierto algunas pr¨¢cticas que cuestionan el modelo, como que en Kleiner Perkins ni siquiera hay departamento de recursos humanos. O que, seg¨²n explic¨® el profesor de Harvard Paul Gompers, que testific¨® a favor de Pao, el 79% de las firmas de inversi¨®n no cuentan con mujeres en su plantilla. Y las que est¨¢n, cobran un 15% menos, seg¨²n un estudio del mismo profesor.
Las denuncias son c¨ªclicas. Antes del verano, Evan Spiegel, el ¨²ltimo chico de oro, el inventor de Snapchat, se convirti¨® en mis¨®gino con car¨¢cter retroactivo al salir a la luz correos de su ¨¦poca en Stanford en los que hac¨ªa gala de emborrachar mujeres en las fiestas de la fraternidad.
Julie Ann Horvath, una trabajadora de GitHub, unas de las p¨¢ginas m¨¢s frecuentadas por los desarrolladores, inici¨® su calvario cuando dijo ¡°no¡± a acostarse con un compa?ero de trabajo, algo que tambi¨¦n se refleja en los testimonios de Pao. Su situaci¨®n en la oficina fue cada vez m¨¢s tensa, hasta que lo denunci¨® en su cuenta de Twitter. Tras mucho revuelo en blogs, Tom Preston-Werner, cofundador de la p¨¢gina, abandon¨® su creaci¨®n.
El caso m¨¢s sangrante, con insultos como ¡°puta¡± o ¡°gold digger¡± -algo as¨ª como ¡°buscona¡±- se dio en Tinder. El cofundador Justin Mateen, le escrib¨ªa estas lindezas a Whitney Wolfe, por pretender aparecer en los cr¨¦ditos de la aplicaci¨®n, pues tambi¨¦n era fundadora. Desde el primer momento fue la responsable de m¨¢rketing. Ella sostiene que, para conseguirlo, tuvo que aguantar una solicitud para acostarse con ¨¦l. Mateen y su socio Sean Rad defendieron su postura con un argumento todav¨ªa peor: consideran que contar con una mujer entre los pioneros espanta a los inversores.
Los fundadores de Tinder consideran que contar con una mujer entre los pioneros espanta a los inversores
Una mujer entre los inversores que riegan de millones las startups punteras es una rareza. La universidad de Babson lo certifica: solo representan el 3% de los socios de fondos. Ya sea en puestos para reci¨¦n llegadas o en lo m¨¢s alto de la pir¨¢mide. En el resto de la industria, las cifras son algo mejores. En Google, la m¨¢s medi¨¢tica, menos del 30% de su plantilla son mujeres. En Twitter y Yahoo! la cifra es algo inferior. Seg¨²n los c¨¢lculos de Tracy Chou, analista de datos, en Etsy, Pinterest, Mozilla, Airbnb y otras startups punteras, solo el 12,42% de los puestos t¨¦cnicos son para mujeres. Google ha hecho una inversi¨®n de 50 millones de d¨®lares para ayudar a cambiar la situaci¨®n. Durante el pasado Congreso Mundial de M¨®viles de Barcelona, Brian Krzanich, m¨¢ximo responsable de Intel, anunci¨® una medida en la misma l¨ªnea en la que inclu¨ªa a latinos y trabajadores de color entre otras minor¨ªas.
Irene Herranz, directora de Karumi, un estudio de desarrollo de aplicaciones y web en San Francisco, es consciente del papel de la mujer: ¡°Tienen un rol m¨¢s predominante en recursos humanos, marketing, recepcionistas y secretarias de los consejeros delegados. Y por fortuna los equipos de desarrollo y ventas se refuerzan con perfiles femeninos. Ya encuentras mujeres en equipos de producto (product managers) y ventas de las organizaciones como account managers o business development executives. En definitiva, papeles en los que hay que tener una cierta creatividad, sensibilidad personal empat¨ªa y capacidad de construir y cuidar relaciones¡±.
Es cierto que comienzan a despuntar algunas directivas con cargos de responsabilidad. Carly Fiorina, a finales de los 90, fue de las pioneras. Tras ejercer como consejera delegada en HP, la empresa embri¨®n de Silicon Valley, se pas¨® a la pol¨ªtica. Lleg¨® a presentarse, sin ¨¦xito, a gobernadora de California. En el mismo cargo est¨¢ ahora Meg Whitman con su ic¨®nico collar de perlas. Ginni Rometty, otra veterana, lleva las riendas de IBM. De la nueva hornada, empresas puramente web, hay dos cabeza bien visibles: Marissa Mayer, consejera delegada de Yahoo!, y Sheryl Sandberg, n¨²mero dos de Facebook, tan relevante que en la documentaci¨®n para los inversores potenciales cuando la red social sali¨® a bolsa, se apuntaba que la empresa peligraba si le pasaba algo a ella.
En m¨¢s de una ocasi¨®n me han llamado para ejercer de mujer en reuniones de posibles compras o acuerdos", dice la espa?ola Isabel Arcones
A pesar de su posici¨®n de privilegio, tienen que bregar con cr¨ªticas y cuestionamientos. Los movimientos de Mayer se miran con lupa, sobre todo desde la salida a bolsa de Alibaba, de la que Yahoo! es uno de los grandes accionistas. Mayer se ha cambiado de lado. Pari¨® y no se cogi¨® ni una semana de baja. Tiene que demostrar que es m¨¢s que un hombre.
Los fondos le reclaman la liberaci¨®n de acciones para poder hacer caja, mientras que ella apuesta por la expansi¨®n de los contenidos. Su compra m¨¢s relevante, con intenci¨®n de rebajar la media de edad de sus servicios fue la red de blogs Tumblr.
A Sandberg no se le perdona que publicase un libro de liderazgo femenino. Las cr¨ªticas dejaban caer que esta actividad le alejaba de su cometido en la red social, algo que no ha sucedido cuando, tambi¨¦n en su tiempo libre, su jefe ha aprendido chino, o un gran n¨²mero de directivos e inversores han firmado publicaciones de ¨¦xito.
Isabel Arcones es bien conocida, en Espa?a y en Silicon Valley, despu¨¦s de varias inversiones de ¨¦xito decidi¨® venir un tiempo a San Francisco. Ya lleva siete a?os. Lidera el fondo Inveready en la zona de la Bah¨ªa y acaba de lanzar OnPublico, una plataforma de periodismo ciudadano. Con el paso del tiempo se ha acostumbrado a una desigualdad patente, aunque reconoce que, al menos, se hacen gestos: ¡°En m¨¢s de una ocasi¨®n me han llamado para ejercer de mujer en reuniones de posibles compras o acuerdos, para compensar. Me lo han llegado a pedir como un favor, para dar visibilidad¡±.
Las humillaciones que relata Pao en su declaraci¨®n est¨¢n a la orden del d¨ªa. Una programadora que prefiere no dar su nombre se ha acostumbrado a que los chicos vayan a comer juntos sin contar con ella, pero hay algo que lleva peor: ¡°Se supone que estamos al mismo nivel, en el mismo equipo, pero muchas veces dicen ¡®deja, que no lo entender¨ªas¡¯. A un compa?ero eso no se lo har¨ªan¡±.
Carolina Garc¨ªa Rizo desarrolla una labor de caza de startups para un laboratorio qu¨ªmico. Rastrea tendencias y novedades tanto en la zona de la Bah¨ªa, como en San Diego, y, en ocasiones, Europa. Su visi¨®n es algo m¨¢s positiva: ¡°Cada vez m¨¢s empresas, sobre todo en biotecnolog¨ªa cuentan con pautas y una serie de buenas pr¨¢cticas para promocionar a las mujeres. En Silicon Valley la capacidad para hacer red personal es clave, pero hay que pedir ayuda para tener las primeras conexiones¡±.
Pao ped¨ªa 16 millones de d¨®lares como compensaci¨®n. La defensa lleg¨® a solicitar 100. Se ha quedado sin nada. A pesar de la derrota legal, ha conseguido poner la desigualdad en en boca de todos. No hay una conversaci¨®n en las ¨²ltimas semanas en la que no salga. En opini¨®n de Herranz el verdadero cambio llevar¨¢ tiempo: ¡°Ser¨¢ cuando entres en una startup y el recepcionista sea un chico y el equipo de m¨¢rketing sea de mayor¨ªa masculina¡±.
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