?Puede una m¨¢quina ser inteligente?
Ya hay dispositivos que nos superan en muchos ¨¢mbitos. Queda por ver cu¨¢ndo nos sobrepasar¨¢n en talento
Los avances de la inteligencia artificial son tan brillantes que resulta inevitable extrapolarlos al futuro. A un d¨ªa en que busquemos en Google con solo pensarlo, o llevemos incorporada la Wikipedia en un chip de acceso instant¨¢neo para nuestra memoria perezosa; en que nuestra propia inteligencia de carne y nervio se vea multiplicada por mil gracias a una red neuronal adosada al l¨®bulo frontal; un d¨ªa, al fin, en que todos los conocimientos, emociones y vivencias del individuo se puedan descargar en la nube y hayamos inventado as¨ª el alma inmortal. Y en que las m¨¢quinas nos sobrepasen en talento, nos manden a criar malvas y conquisten la galaxia, esperemos que en ese orden.
Lo dif¨ªcil no es imaginar todo eso, sino regresar al planeta Tierra y ver qu¨¦ es la inteligencia artificial, d¨®nde est¨¢ ahora mismo, qu¨¦ se puede esperar de ella en el futuro inminente, y cu¨¢les son sus riesgos reales en este presente continuo en que nos ha tocado vivir. Este es un asunto menos estrepitoso en la forma, pero m¨¢s interesante en el fondo.
Marvin Minsky dice que el concepto de inteligencia artificial es como el de ¡°zonas inexploradas de ?frica¡±, que cuando lo alcanzas desaparece de la definici¨®n
?Puede una m¨¢quina ser inteligente? ?Cu¨¢ndo sabremos si lo es? Uno de los padres de la inteligencia artificial (AI en adelante), el matem¨¢tico y cient¨ªfico de la computaci¨®n Marvin Minsky, dice que el concepto de inteligencia artificial es como el de ¡°zonas inexploradas de ?frica¡±, que cuando lo alcanzas desaparece de la definici¨®n. La inteligencia, seg¨²n la iron¨ªa de Minsky, es cualquier proceso de resoluci¨®n de problemas que todav¨ªa no entendamos. Adem¨¢s de mala uva, esta ley de Minsky tiene mucha raz¨®n.
El ejemplo perfecto es Deep Blue, el supercomputador que, redondeando un poco, le peg¨® un repaso a Gary Kasp¨¢rov en los a?os noventa. Hasta un d¨ªa antes de la partida fat¨ªdica, cualquiera habr¨ªa considerado que ganar al campe¨®n del mundo de ajedrez ser¨ªa una prueba de inteligencia. Pero desde entonces todo se torci¨®: Deep Blue hab¨ªa hecho trampa al no usar la estrategia humana de intuir la forma de la partida a varias jugadas vista, hab¨ªa ganado a base de poder¨ªo computacional bruto y sin la menor consideraci¨®n, era mucho m¨¢s grande que el cerebro de Kasp¨¢rov, en fin, la ley de Minsky hecha carne: el ajedrez ya no era inteligencia.
Pocos han o¨ªdo, sin embargo, hablar de Watson, el supercerebro post-Deep Blue que IBM present¨® hace cuatro a?os. Watson resuelve un tipo de problemas mucho m¨¢s complicados (matem¨¢tica e intuitivamente) que el ajedrez: es capaz de entender las preguntas de los crucigramas, como por ejemplo: ¡°La primera persona mencionada por su nombre en El hombre de la m¨¢scara de hierro es este h¨¦roe de un libro anterior del mismo autor¡±. ?Es eso inteligencia humana? Seguro que no, aunque solo sea por la ley de Minsky.
Otro de los padres de la AI ¨Ctal vez el padre de la AI¡ª, Alan Turing, imagin¨® el m¨¢s famoso test que deber¨ªa pasar una m¨¢quina para que la consider¨¢ramos inteligente: el test de Turing. En t¨¦rminos modernos, consistir¨ªa en esto: una m¨¢quina deber¨¢ considerarse inteligente cuando, por correo electr¨®nico, pueda hacerse pasar por un humano al chatear con un humano de verdad. Pero casi nadie cree ya en el test de Turing: ni en que aprobarlo demuestre inteligencia, ni en que suspenderlo demuestre la falta de ella. Para enga?ar a un humano, despu¨¦s de todo, no hace falta ser Sherlock Holmes (ni Watson).
En inteligencia artificial ya existe un algoritmo que aprende a reconocer la escritura en 50 alfabetos
El asunto de mayor inter¨¦s filos¨®fico, sin embargo, no es si es posible construir desde cero una mente humana ¡ªeso ya sabemos hacerlo, sin ecuaciones y en solo nueve meses¡ª, sino si es posible superarla. Ese es el futuro transhumano o posthumano del que nos hablan los or¨¢culos. Y en este sentido, y como siempre, solo cabe recordar que el futuro ya est¨¢ aqu¨ª. La capacidad y rapidez de c¨¢lculo de las m¨¢quinas supera a la humana desde hace d¨¦cadas. Los experimentos y deducciones que, hasta hace no mucho, habr¨ªan servido a un buen estudiante de bioqu¨ªmica para conseguir su doctorado, son ya rutinarios para los robots de los laboratorios. El ¨²ltimo prodigio de la inteligencia artificial es un algoritmo que aprende a reconocer la escritura en 50 alfabetos, generando conceptos nuevos que hasta ahora estaban reservados al Homo sapiens. Las m¨¢quinas ya nos superan en muchos ¨¢mbitos.
La mayor candidez del posthumanismo no es cient¨ªfica, sino pol¨ªtica. ?Saben qui¨¦n cuenta con la tecnolog¨ªa punta de la inteligencia artificial ahora mismo? Pista: no es una instituci¨®n civil.
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