Reciclarse despu¨¦s de la jubilaci¨®n
Las generaciones m¨¢s adultas tienen que hacer un esfuerzo para estar al d¨ªa en los avances tecnol¨®gicos
La tecnolog¨ªa est¨¢ en todas partes. Las nuevas generaciones la entienden como algo natural, pero hasta no hace tanto tiempo, pr¨¢cticamente no exist¨ªan. Los mayores, que han visto c¨®mo llegaban a casa las primeras televisiones con estupor y sorpresa tienen que hacer un esfuerzo extra para estar al d¨ªa de lo que ocurre en su entorno. Han sido muchos cambios en muy poco tiempo, pero nunca es tarde para ponerse al d¨ªa. A pesar de que cada vez son m¨¢s los mayores que se atreven y se sumergen en los entresijos de las nuevas tecnolog¨ªas, solo el 33,9% de los espa?oles de 65 a 74 a?os han utilizado Internet en 2015, seg¨²n el INE. Espacio Caixa, en Madrid, ofrece talleres de inform¨¢tica para que los jubilados de m¨¢s de 50 a?os, superen esa barrera del desconocimiento que les impide usar las nuevas tecnolog¨ªas. 1.045 personas pasar¨¢n por sus aulas para cursar los 66 talleres que ofrece el centro en 2016.
La mayor dificultad para los mayores es el rat¨®n del ordenador
¡°El ordenador es una m¨¢quina. Y no quiero que me d¨¦ miedo una m¨¢quina¡±, asegura Marta Fern¨¢ndez, de 70 a?os, mientras juega una partida de Mahjong en el ordenador. Fern¨¢ndez ya no acude a los talleres de inform¨¢tica. Ahora es voluntaria y ayuda a otros a aprender lo que ella sabe. Igual que Rosario Torres, de 67 a?os, que cuando se jubil¨®, fue a hacer talleres al centro. Ahora tambi¨¦n es voluntaria. ¡°Para devolver lo que me han dado a m¨ª¡±, explica. Torres asegura que todo el mundo puede aprender. ¡°Ha venido gente hasta con 90 a?os¡±, cuenta. Y a medida que van aprendiendo, Torres asegura que ganan confianza en ellos mismos.
Lorena P¨¦rez, de 37 a?os, es profesora de los talleres de inform¨¢tica. Asegura que a las clases acude gente muy mayor y aprende un mont¨®n. P¨¦rez asegura que lo que m¨¢s problemas les plantea es el uso del rat¨®n. Es el caso de Mar¨ªa ?ngeles Castell¨®, de 81 a?os. Hizo un taller de iniciaci¨®n a la inform¨¢tica hace cuatro a?os, pero por no practicar despu¨¦s, se le ha olvidado casi todo. Ahora acaba de comenzar uno de iniciaci¨®n a internet, pero sale un poco desmotivada porque dice que no se apa?a con el rat¨®n. Torres, la voluntaria, la anima a continuar y no rendirse. ¡°Enseguida te har¨¢s con ¨¦l, ya ver¨¢s¡±, le dice. ¡°Esto tiene mucho de psicolog¨ªa tambi¨¦n", se?ala Torres. Castell¨®, ya m¨¢s animada, dice que ella no entiende de tecnolog¨ªa, pero al sonsacarle un poco m¨¢s cuenta que usa un medidor de actividad, lee en un libro electr¨®nico y maneja whatsapp muy bien. Tambi¨¦n lleva el colgante de la Comunidad de Madrid para avisar a los servicios de emergencias en caso de que le pase algo. ¡°Quiero vivir bien. Y la edad no es una excusa¡±, explica con un c¨¢lido deje entre andaluz y extreme?o.
Castell¨® dice que ella no entiende de tecnolog¨ªa, pero lleva un medidor de actividad, lee en un libro electr¨®nico y maneja whastapp muy bien
La siguiente clase es de redes sociales. ¡°Aqu¨ª viene gente con un nivel m¨¢s avanzado¡±, explica la profesora. Les toca la primera clase de Facebook. ¡°?Qu¨¦ diferencia hay entre el inicio y el perfil?¡±, pregunta una alumna. Julia Portela, de 71 a?os, es la voluntaria de este taller. Acude casi todos los d¨ªas al centro a pesar de que vive lejos y tiene que hacer dos transbordos de metro. ¡°Pero vengo tan contenta¡±, asegura. Como la mayor¨ªa, quiso aprender a usar el ordenador para comunicarse con sus familiares. Su hija es bi¨®loga y tuvo que marcharse a trabajar a Alemania. ¡°Ahora veo a mis nietos crecer en el ordenador¡±, explica.
Portela cuenta que de redes sociales no sabe mucho, as¨ª que adem¨¢s de a ayudar, tambi¨¦n viene a aprender. ¡°?Me hace una ilusi¨®n cada cosa nueva que aprendo!¡±, asegura. Maribel Guadalupe, de 74 a?os, explica que lo que a ella le interesa es tener conocimientos para no tener miedo. ¡°Ni a los ordenadores ni a nada¡±, afirma. Y Miguel Beltr¨¢n, de 73, asegura que quiere saber usar Internet porque hoy en d¨ªa, es necesario para todo. ¡°Desde pedir una cita hasta comprar¡±, explica. Todos manifiestan su deseo de estar al d¨ªa.
¡°?Pero lo que yo publico lo ve todo el mundo?¡±, pregunta a la profesora otra alumna. La mayor¨ªa son mujeres, pero tambi¨¦n hay hombres. Pedro Antonio Mart¨ªn, de 67 a?os, explica que ¨¦l ya ten¨ªa redes sociales, pero quiere aprender a usarlas bien para poder comunicarse con los amigos. ?ngela Acacio, de 67 a?os, asegura que saber usar Internet ha mejorado su vida. ¡°Ante m¨ª se abri¨® un mundo lleno de posibilidades¡±, explica. Acacio dice que muchas veces busca en Internet cosas que ve en la tele y de las que quiere saber m¨¢s.
La mayor¨ªa va a los talleres porque los hijos no les quieren ense?ar
Todos dicen que lo que m¨¢s usan es el correo electr¨®nico. La mayor¨ªa admite tener libro electr¨®nico o tableta y algunos, pulseras de actividad. No mucho m¨¢s. ¡°Yo quiero simplificar¡±, cuenta Acacio. Vino a los talleres por lo mismo que la mayor¨ªa. ¡°Mis hijos no me quer¨ªan ense?ar¡±, asegura. Portela le da la raz¨®n. ¡°Los hijos te explican las cosas solo una vez porque no tienen paciencia¡±, afirma.
Mar Bar¨®n, la directora del centro, explica que a los talleres viene gente de todo tipo, edad e intereses. ¡°Algunos tienen una determinaci¨®n vital muy superior a otros que tienen 20 a?os menos¡±, explica Bar¨®n, quien reconoce el m¨¦rito de los que aprenden desde cero, a pesar de las dificultades. Adem¨¢s, Bar¨®n explica que el hecho de aprender cosas nuevas les hace sentirse bien. ¡°Es gente mayor, pero que se siente muy joven¡±, se?ala.
Tecnolog¨ªa para mayores
Cada vez hay m¨¢s tecnolog¨ªas dirigidas a mayores. El de la salud es el campo estrella: existen relojes y pulseras inteligentes que miden los niveles de glucosa, la tensi¨®n y el ritmo cardiaco. Otros dispositivos similares monitorean los movimientos que la persona hace por la casa y contactan directamente con los familiares o los servicios de emergencias en caso de que algo no marche bien. El mercado tambi¨¦n ofrece pastilleros electr¨®nicos que alertan a la hora que toca tomar la medicaci¨®n y no se pueden volver a abrir hasta que no llegue la hora de la siguiente dosis. Estos son algunos de los dispositivos enfocados a cuidar la salud de los mayores, pero tambi¨¦n existen tecnolog¨ªas, como las del hogar, que les pueden hacer la vida m¨¢s f¨¢cil.
Existen dispositivos que ayudan a cuidar los jardines, otros que alertan de cu¨¢ndo ciertos productos de la nevera van a caducar y otros con los que regular la temperatura de la casa sin moverse del sof¨¢. Pero tambi¨¦n hay tecnolog¨ªas para mayores enfocadas a la comunicaci¨®n y el ocio. Hay aparatos que permiten enviar y recibir mensajes de voz de forma sencilla. Y cada vez es m¨¢s frecuente encontrar en Internet portales para personas jubiladas e incluso redes sociales. Esto demuestra que cada vez son m¨¢s los mayores que se atreven con eso de las nuevas tecnolog¨ªas.
Carmen P¨¦rez, de 69 a?os, se emociona al recordar que cuando lleg¨® a los talleres no sab¨ªa casi nada de ordenadores porque de todo se encargaba su marido. Cuando muri¨®, a P¨¦rez no le qued¨® m¨¢s remedio que hacerse cargo de todo. ¡°A m¨ª esto me ha dado la vida¡±, cuenta. P¨¦rez explica que adem¨¢s de todas las cosas que ha aprendido, tambi¨¦n ha ganado un mont¨®n de amigas. P¨¦rez se declara una experta en whatsapp. ¡°?No veas la de grupos que tengo!¡±, afirma. Ahora, incluso reclama m¨¢s cursos al centro, como uno para sacarle m¨¢s partido al smartphone. ¡°No podemos quedarnos atr¨¢s. Este es nuestro tiempo¡±, concluye P¨¦rez.
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