Esta estrella de YouTube no es viral
Susan Wojcicki forma parte de la aristocracia ¡®techie¡¯, vio nacer Google y hoy dirige la plataforma de v¨ªdeos
Su madre era profesora de secundaria y les ense?¨® a ella y a sus dos hermanas, tambi¨¦n ejecutivas, el valor de cada d¨®lar. Su padre, profesor em¨¦rito de Stanford, las cri¨® promoviendo el amor por la ciencia por encima del dinero. Viv¨ªan en el coraz¨®n de Silicon Valley, en una de las zonas m¨¢s privilegiadas de Estados Unidos, en la residencia de la universidad, entre las mentes m¨¢s brillantes y los estudiantes con m¨¢s ambici¨®n del mundo. Pero algo no encajaba: ¡°En mi barrio no hab¨ªa ni bomberos ni polic¨ªas. En los libros de texto ven¨ªan esos oficios, pero no los ve¨ªamos. All¨ª solo hab¨ªa profesores¡±. As¨ª que la consejera delegada de YouTube, Susan Wojcicki (Santa Clara, 1968), no tuvo una infancia normal, pero s¨ª llena de profesionales con pasi¨®n por lo que hac¨ªan.
En un encuentro con la prensa en el Commonwealth Club de California, record¨® que de ni?a desde su ventana se pod¨ªa ver la sede de Hewlett Packard, en aquel entonces una de las empresas punteras del mundo tecnol¨®gico. El garaje en el que se fund¨® esa empresa es ahora visita obligada para cualquier fan¨¢tico de la tecnolog¨ªa. El hogar de Susan Wojcicki tambi¨¦n va camino de tener una placa y fans haciendo fotos. All¨ª, en su garaje, naci¨® ?Google. Ella conoc¨ªa a Larry Page y Sergey Brin, dos estudiantes de Stanford cuyo doctorado giraba en torno a las b¨²squedas en Internet.
Era 1996 y Wojcicki acababa de licenciarse en Humanidades. A medida que fue conociendo a los habitantes de su garaje, se fue enamorando de sus ideas. Su hermana Anne lo hizo de uno de los dos fundadores, y se cas¨® con Brin. Para entonces Anne ya que estaba al frente de 23andMe, una start-up de an¨¢lisis gen¨¦tico.Este clan es, de facto, la aristocracia techie. La ausencia de t¨ªtulo nobiliario se suple con acciones, bonus, inversiones y reconocimiento acad¨¦mico.
A medida que fue conversando con los genios de aquel garaje fue sinti¨¦ndose una m¨¢s y la ficharon como empleada n¨²mero 16. Y el experimento acad¨¦mico acab¨® siendo un producto de ¨¦xito: Google mantiene hoy su misi¨®n fundacional ¡ª¡°ordenar la informaci¨®n en Internet¡±¡ª, pero est¨¢ entre las 10 empresas con mayor valor burs¨¢til del mundo. Si quisiera, Wojcicki no tendr¨ªa que volver a trabajar en la vida. Ni ella, ni un par de generaciones m¨¢s. Pero cuando se vive en Silicon Valley, ?c¨®mo negarse a cambiar el mundo una y otra vez?
Los grandes aciertos de Google, sus fuentes de ingresos m¨¢s relevantes, las que permiten jugar con coches sin conductor, o globos aerost¨¢ticos con vocaci¨®n de sat¨¦lites, llegaron gracias a ella. Tambi¨¦n algunas de sus se?as de identidad, como el Doodle, la modificaci¨®n temporal del logo con una imagen que rinde tributo a algo que sucedi¨® en esa fecha. En Silicon Valley se la considera la reina del marketing, capaz de convertir en iniciativas rentables lo que otros ven como un pasatiempo. Adsense y Adwords, el servicio de compra de anuncios por palabras de Google, fue su primer producto. Supo convertir en una fuente de ingresos toda la informaci¨®n que el buscador ordena. El germen de la empresa que m¨¢s factura en publicidad del mundo.
No se conform¨® con esto. En 2006 convenci¨® a Page y Brin para comprar YouTube. Desembolsaron 1.650 millones de d¨®lares. Hoy su valor se estima en m¨¢s de 70.000 millones. ?Para qu¨¦ un almac¨¦n donde la gente sub¨ªa v¨ªdeos de gatitos y beb¨¦s dando sus primeros pasos? ¡°A veces veo potencial en cosas que los dem¨¢s no, s¨¦ prever en qu¨¦ van a convertirse¡±, explica. Las cifras le han dado la raz¨®n. Cada d¨ªa se consumen m¨¢s de 1.000 millones de horas de v¨ªdeo en el videoclub online m¨¢s grande del mundo. ?Alguien duda del impacto del efecto youtuber en los gustos musicales y audiovisuales de las ¨²ltimas generaciones? Recientemente ha habido quejas sobre el sistema de distribuci¨®n de ingresos con los creadores de los contenidos. ¡°Los creadores son la sangre y el ox¨ªgeno de YouTube. Queremos que se sientan c¨®modos. Pero el ingreso directo no lo es todo. La conexi¨®n con la audiencia tambi¨¦n suma¡±, defiende. Como ejemplo, cit¨® el aumento en las ventas de un pegamento para hacer slime casero, una especie de masa viscosa cuya receta suma millones de visitas en la plataforma.
El siguiente paso ser¨¢ la televisi¨®n, o mejor dicho, la televisi¨®n del futuro seg¨²n ella, con una suscripci¨®n de 35 d¨®lares al a?o y emisi¨®n en directo de deportes y un paquete de contenido propio al estilo YouTube. Con este aval, se ha ganado un asiento en el consejo de Salesforce, una de las empresas m¨¢s de moda en la zona, dedicada a incentivar las ventas, o estar entre las 100 personas m¨¢s influyentes seg¨²n Time.
Sabe que Sheryl Sandberg, n¨²mero dos de Facebook, y ella se disputan el cetro de mujer m¨¢s poderosa de la bah¨ªa de San Francisco. Ambas son f¨¦rreas defensoras del papel de las mujeres en el mundo tecnol¨®gico. Cuando Wojcicki fich¨® por Google estaba embarazada. Su primer hijo estaba en camino. En 2016 naci¨® el quinto. Fue inusual que una start-up la contratase en dicho estado, como tambi¨¦n lo es que en toda su carrera laboral haya mantenido una m¨¢xima: nunca salir de la oficina despu¨¦s de las seis de la tarde. La cena en casa no es negociable. ¡°Luego, cuando los cr¨ªos ya est¨¢n en la cama, reviso y contesto el correo. Es una cuesti¨®n de poner cierto equilibrio¡±, confiesa. Entre sus obsesiones est¨¢ el feminismo. No pronuncia la palabra como tal, pero s¨ª adopta medidas que se reflejan en la empresa. Cuando lleg¨® a YouTube como consejera delegada, el 24% de los empleados eran mujeres. Hoy superan el 30%. ¡°?Y si solo una parte de la poblaci¨®n supiera leer y escribir? ?Y si solo unos pocos pudieran tomar decisiones? ?O votar? Si todo eso se ha superado, no entiendo lo que est¨¢ pasando en el campo laboral, especialmente en esta zona¡±, lamenta.
Wojcicki tiene una mancha en su historial. No lo oculta. Google Answers fue un fracaso: ¡°No iba a ninguna parte. Nadie quer¨ªa pagar por ello y eso que pretend¨ªamos contratar a investigadores para resolver dudas¡±. Una tecnolog¨ªa le obsesiona: la realidad virtual. ¡°Estamos en los comienzos a¨²n. Va a llevar mucho tiempo hacerlo bien porque no va a ser el t¨ªpico producto tecnol¨®gico, sino algo m¨¢s profundo¡±. Habr¨¢ que tenerlo en cuenta: si algo tiene Wojcicki, es olfato.
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