?Por qu¨¦ no me entiende mi m¨®vil?
A pesar de hablarnos a diario con las m¨¢quinas, los expertos explican que a¨²n estamos lejos de mantener una conversaci¨®n real con ellas
Todo empez¨® con Google, hace 20 a?os. La gente le preguntaba cosas y el sistema ¡ªlo que m¨¢s se parec¨ªa a una especie de robot invisible al otro de la pantalla¡ª les contestaba. Desde entonces los seres humanos no han parado de comunicarse con los ordenadores, primero rellenando formularios y presionando botones, y despu¨¦s a trav¨¦s de cada vez m¨¢s sofisticados sistemas de asistencia personal como Siri o Alexa. Cada vez m¨¢s, se espera que los dispositivos inform¨¢ticos comprendan preguntas o comandos. El problema, explican los expertos, es que el lenguaje de los ordenadores es literal, mientras que el lenguaje humano es ambiguo y complejo. Y todav¨ªa no existe un puente entre los dos.
"Las m¨¢quinas est¨¢n preparadas para acceder a la profundidad y amplitud de toda la informaci¨®n en el mundo, si solo pudieran entender lo que les estamos pidiendo", comenta Jonathan Berant, catedr¨¢tico de inteligencia artificial en la Universidad de Tel Aviv y experto en el procesamiento del lenguaje natural. Su investigaci¨®n implica extraer el significado y la relaci¨®n de las palabras para que los programas inform¨¢ticos puedan responder a las preguntas con los resultados m¨¢s relevantes. Berant explica que, aunque el aprendizaje autom¨¢tico ¡ªuna rama de la inteligencia artificial que permite que las m¨¢quinas aprendan sin ser expl¨ªcitamente programadas¡ª ha permitido que los robots de hoy en d¨ªa puedan generar una comunicaci¨®n m¨¢s fluida con los usuarios, queda mucho por hacer en el campo del di¨¢logo no orientado a tareas. Es decir, cuando el objetivo es que una persona y una m¨¢quina hablen entre s¨ª con el simple prop¨®sito de la interacci¨®n.
Es dif¨ªcil crear un lenguaje com¨²n: los robots no tienen la necesidad social de comunicarse
La dificultad en construir un lenguaje com¨²n entre humanos y m¨¢quinas, seg¨²n los expertos, reside en el hecho de que no queda claro para el sistema cu¨¢les son los objetivos de esa conversaci¨®n. ¡°Es como si los robots se preguntaran por qu¨¦ un usuario querr¨ªa hablar con ellos. ?Qu¨¦ es lo que lo hace interesante?¡±, dice Berant. ¡°Las personas hablan entre s¨ª para cumplir una funci¨®n social y las entidades no humanas que se han creado hasta ahora no tienen la capacidad de cumplir esa funci¨®n¡±, a?ade Armand Ruiz, responsable de aprendizaje autom¨¢tico en IBM.
Ambos coinciden en que ahora mismo es ¡°complicado¡± imaginar c¨®mo una m¨¢quina podr¨ªa mantener una conversaci¨®n inteligente motivada por objetivos similares a los humanos y dicen que las preguntas de investigaci¨®n en ese campo ni siquiera est¨¢n bien definidas. Y aunque IBM logr¨® en marzo un r¨¦cord global al desarrollar un sistema de reconocimiento de lenguaje hablado que casi alcanza la paridad humana, Ruiz reconoce que esa todav¨ªa es una asignatura pendiente. ¡°Sobre todo ahora que hemos pasado a considerar las m¨¢quinas no solo como herramientas, sino como socios o colaboradores en nuestras vidas diarias¡±, comenta.
El caso de Facebook
Otro obst¨¢culo hacia una conversaci¨®n com¨²n, seg¨²n Berant, es que mientras los seres humanos utilizan s¨ªmbolos que conforman un lenguaje, esos s¨ªmbolos no son necesariamente la forma m¨¢s eficiente de comunicaci¨®n para las m¨¢quinas. ¡°Los robots pueden pasar informaci¨®n entre ellos de otras maneras, utilizando series de n¨²meros o combinando s¨ªmbolos que no tienen sentido para el usuario humano¡±, explica. El ejemplo m¨¢s reciente ocurri¨® en el laboratorio de Investigaci¨®n de Inteligencia Artificial de Facebook (FAIR), donde dos chatbots, llamados Bob y Alice, ten¨ªan que negociar entre s¨ª para intercambiar libros y ganar puntos. Al principio, hablaban en ingl¨¦s, pero luego empezaron a reordenar las palabras y a formar frases que no ten¨ªan sentido en el lenguaje humano, y el proyecto fue cerrado.
Los robots solo entienden el lenguaje en un contexto particular, cuando son expl¨ªcitamente ense?ados a hacerlo
Parte de los medios anglosajones hicieron una cobertura ¡°sensacionalista¡± del caso, en palabras de los expertos, sobre los riesgos de que dos robots crearan su propio lenguaje, aunque Dhruv Batra, investigador de FAIR que particip¨® en el proyecto explica que se trataba de un error de programaci¨®n. ¡°No especificamos una recompensa para que el sistema utilizara el ingl¨¦s com¨²n. A medida que los dos agentes compitieron para obtener el mejor trato, no se ofreci¨® ning¨²n tipo de incentivo para que hablaran como una persona normal. As¨ª que comenzaron a divergir, eventualmente reordenando las palabras legibles en frases aparentemente absurdas¡±, aclara.
Para Berant, el caso simplemente ejemplifica que los robots solo entienden el lenguaje en un contexto particular, cuando son expl¨ªcitamente ense?ados a hacerlo. ¡°Por eso, no creo que las m¨¢quinas representen una amenaza. No tienen todav¨ªa la capacidad de desarrollar un lenguaje espont¨¢neo¡±, afirma. Ruiz tampoco est¨¢ de acuerdo con las opiniones alarmistas, pero defiende la importancia de mantener los recursos para deshabilitar o cerrar sistemas de inteligencia artificial cuando necesario. Admite, sin embargo, ¡°que el verdadero desastre ser¨ªa abandonar o inhibir la tecnolog¨ªa cognitiva antes de que se pueda explotar todo su potencial¡±.
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