Pedradas y disparos contra los autobuses de Google y Apple

Todo el mundo quiere vivir en San Francisco, a pesar de lo sucio de sus calles. En los ¨²ltimos 15 a?os Silicon Valley ha dejado de formar parte del n¨²cleo que conforman San Jos¨¦ y Santa Clara, con Palo Alto como centro chic junto a Stanford, para aproximarse a San Francisco. La ciudad tiene una vida propia que dif¨ªcilmente se encuentra en el valle.

La saturaci¨®n hace que casi todos los d¨ªas se tarde una hora y media en ir al trabajo y otro tanto o m¨¢s en volver. La autov¨ªa 101 vive en un atasco continuo. Las grandes empresas de la zona, como Google, Facebook, Apple, Genentech, Electronic Arts o Yahoo cuentan con diferentes rutas de autobuses para evitar la p¨¦rdida de tiempo al volante. Los asientos son c¨®modos, tienen wifi y se puede ir adelantando tarea.

En 2013, especialmente en el barrio de Mission, tradicionalmente latino y ahora v¨ªctima de la gentrificaci¨®n extrema, comenzaron las acciones. En su momento fue una Google Pi?ata, una performance que convert¨ªa los autobuses del buscador en pi?atas que eran linchadas p¨²blicamente. Te¨®ricamente c¨®mico, hasta que lo ve alguien de los que sube en el veh¨ªculo real. Los primeros movimientos de las empresas fueron quitar signos de la compa?¨ªa en los buses. Son f¨¢cilmente identificables.

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El siguiente escollo lleg¨® por parte del Ayuntamiento, que cedi¨® a la presi¨®n popular e impuso una tasa a las tech por el uso de las paradas de autob¨²s como puntos de encuentro y recogida de empleados. Lo siguen pagando, pero ya no paran en esos puntos. Los atascos que formaban en el servicio municipal y la exposici¨®n a nuevos ataques les hizo cambiar de opini¨®n.

La semana pasada subi¨® la tensi¨®n. Seis autobuses fueron atacados en plena autov¨ªa, pero no en la 101, sino la 280, la v¨ªa alternativa que va por la orilla del Pac¨ªfico. Tiraron piedras que consiguieron romper los cristales de cuatro veh¨ªculos con empleados de Apple y dos de Google. El viernes otro m¨¢s de Apple recibi¨® pedradas.

Art Montiel, el responsable de la patrulla de la autov¨ªa en la zona, algo parecido a la labor de la Guardia Civil en cuestiones de tr¨¢fico, mantiene la tesis de que son ataques organizados en los que adem¨¢s de las piedras hay disparos con escopetas de perdigones. ¡°Parece que van a por los buses de tecnolog¨ªa. A los de Greyhound no los atacan¡±, dijo a la prensa local. Greyhound es la compa?¨ªa de transporte por carretera m¨¢s popular de Estados Unidos, el equivalente a la Sepulvedana o AutoRes en Espa?a.

Ante esta situaci¨®n han decidido cambiar las rutas, lo que seg¨²n los mensajes enviados a los empleados, podr¨ªa hacer que se traduzca en 30 o 45 minutos m¨¢s en la carretera en cada viaje. La duda que queda es si este tiempo adicional conseguir¨¢ que los empleados tomen de nuevo el coche particular y la situaci¨®n que inicialmente se pretend¨ªa aliviar, termine por ser a¨²n peor.

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