Gonzalo Alonso: ¡°En materia digital, Latinoam¨¦rica es un continente roto¡±
El exdirector de Google para Am¨¦rica Latina reflexiona en Madrid sobre los horizontes y riesgos de la transformaci¨®n tecnol¨®gica
En marzo de 2016, el jugador de Go surcoreano Lee Sedol disput¨® cinco partidas de este milenario juego contra AlphaGo, un programa de ordenador dise?ado por Google para imitar la inteligencia humana. AlphaGo gan¨® cuatro de las partidas. Para Gonzalo Alonso (M¨¦xico, 1970), exdirector de Google para Am¨¦rica Latina, CEO de la consultora digital ClowderTank y eminencia en lo que a inteligencias artificiales se refiere, es lo m¨¢s cerca que un algoritmo ha estado de poner en peligro a una persona. Lo cual no quiere decir, claro, que la violenta transformaci¨®n digital en la que estamos inmersos no tenga sus riesgos, de los que ayer alert¨® en un ciclo de conferencias organizado por Casa de Am¨¦rica en Madrid.
Alonso habla r¨¢pido. Las ideas le vienen a pares a la cabeza. En uno de los antiguos salones del Palacio de Linares reflexiona sobre la pregunta que tambi¨¦n da nombre a la conferencia: ?qu¨¦ sabemos de la transformaci¨®n tecnol¨®gica? ¡°En realidad, muy poco. Ese es el problema¡±, responde. ¡°Muy poco de qu¨¦ funciona y qu¨¦ no. Sabemos, eso s¨ª, que es el fen¨®meno con m¨¢s velocidad en el ambiente pol¨ªtico, social y econ¨®mico de los ¨²ltimos 300 a?os. Y ese es parte del problema¡±.
¡°En M¨¦xico hay 17 bancos. En Estonia, 340, pero digitales y especializados¡±
¡°Hoy el que gana es el m¨¢s asertivo, no el que m¨¢s reflexiona. Lo que premiamos como sociedad son esas cosas afines a la tecnolog¨ªa: rapidez, habilidad, lo que me empodera, lo que me habilita¡ Pero, al final, los que conectan todos los puntos son los seres humanos¡±, explica. ¡°Intentamos alcanzar una locomotora a la que no llegamos. Nos va a llevar mucho tiempo estudiar y comprender este fen¨®meno, incluso cuando haya pasado¡±. Alonso identifica tres elementos de este cambio tecnol¨®gico: ¡°El fen¨®meno en s¨ª, los modelos de negocio para implementar ese fen¨®meno en la sociedad, y luego est¨¢ el ser humano. Es donde m¨¢s tiempo deber¨ªamos reflexionar, y es donde menos tiempo ponemos. Hay que frenar esa locomotora y reflexionar sobre el ser humano¡±.
¡°Dedicamos horas en pensar c¨®mo nos va a matar Skynet [el antagonista de la saga de ciencia ficci¨®n Terminator: una fr¨ªa inteligencia artificial que entiende la extinci¨®n del hombre como el siguiente paso en su evoluci¨®n l¨®gica], pero no en que cada foto que publico de mi hijo antes de que tenga conciencia digital es una foto que le estoy robando con un acto brutal de inconsciencia, sin reflexionar en que yo recib¨ª una vida digital intacta¡±, dice.
En un momento de su libro La inmortalidad (1988), Milan Kundera escucha la radio desde la cama. Y reflexiona que en tiempos de Goethe ¡ªall¨¢ por los siglos XVIII y XIX¡ª un hombre pod¨ªa conocer, comprender el mundo que le rodeaba. Kundera habla de la confianza en la t¨¦cnica que demanda un mundo desarrollado: ¨¦l no sab¨ªa c¨®mo funcionaba la radio, solo que pulsaba un bot¨®n y la escuchaba. ¡°?Es lo que yo llamo sistemas de fe!¡±, replica Alonso. ¡°Fe en que el sem¨¢foro cambiar¨¢, en que el coche arrancar¨¢. En el momento en que estos peque?os actos de fe empiezan a ser peque?as anomal¨ªas en el sistema, empiezan los problemas¡±.
Para ilustrar el tiempo que vivimos, Alonso habla de la historia del l¨¢ser. Construido en los 50, no fue hasta los 70 que se le encontr¨® una aplicaci¨®n pr¨¢ctica: las operaciones oculares. ¡°Hasta entonces¡±, recuerda, ¡°todo eran experimentos. Calienta aquello, quema esto¡±. Para ¨¦l, ahora estamos viviendo de nuevo esos 15, 20 a?os de desconcierto. ¡°Hay que pensar y hacer las preguntas adecuadas. Por ejemplo, ?est¨¢ bien dar toda la data? ?Las organizaciones est¨¢n lo suficientemente reguladas? Son cosas que damos por supuestas sin pararnos a reflexionar¡±. Siguiendo con la ciencia ficci¨®n, uno piensa en aquella escena de Parque Jur¨¢sico en la que un doctor se reprocha el haber estado tan pendientes de si pod¨ªan lograr su objetivo que no se pararon a pensar en si deb¨ªan.
Como CEO que es y cuando se le pregunta por alg¨²n motivo para confiar en los CEO, Alonso lo tiene claro: ¡°?Ninguno!¡±. ¡°Solo encuentro razones para desconfiar. Las plataformas deber¨ªan venir con razones validadoras por las cuales yo te doy mi data. Y escoger. Pero cuando desconectas Facebook, sigue habiendo peque?os c¨®digos de otras plataformas que env¨ªan informaci¨®n a Facebook de lo que haces. Eso no est¨¢ bien. Es una invasi¨®n a una propiedad intelectual. Hay que encontrar c¨®mo delimitar estos abusos, o esos actos de fe de los que hablaba se van a caer¡±.
¡°Estamos en una especie de lejano oeste. ?Y presumimos!¡±, explica antes de mostrarse partidario de una regulaci¨®n mucho mayor del terreno digital. ¡°La legislaci¨®n deber¨ªa ser mucho m¨¢s r¨¢pida¡±. Y cita el ejemplo de Estonia: ¡°En M¨¦xico creo que hay 17 bancos. En Estonia [con un mill¨®n y medio de habitantes] hay 340. La diferencia es la especializaci¨®n: banco para estudiantes, para profesores, para enfermeras¡¡±. Al final, Uber no funciona solo porque sea cool y m¨¢s barato: habilita todo un sistema de creencias de fe que me ayudan a llegar a otro estadio digital¡±, defiende.
¡°El peor escenario que imagino son vidas muy p¨²blicas y muy poco organizadas¡±
Mecanismos de control
¡°Si puedes chequear 14 veces al d¨ªa tu Twitter, creo que puede haber sociedades que chequeen 14 veces qu¨¦ pasa en el Congreso. Y no existen. Tenemos mecanismos para tomar mejor el pulso. Desconfiar, cuestionarnos. La legislaci¨®n ha de ser un catalizador de crecimiento¡±, expone. ¡°Disrumpir no es romper, es tomar algo y llevarlo al pr¨®ximo nivel¡±, explica. ¡°De ah¨ª surge un modelo como el de Android: un ecosistema que conecta con el mismo sistema operativo, pero te habilito a millones de personas con talento¡±.??Android en vez de Apple, entonces? "Es que el camino Apple me parece muy nocivo. Son excluyentes, y la inclusi¨®n es mucho m¨¢s poderosa que exclusi¨®n".
Acotando el terreno, ?c¨®mo ve Alonso su regi¨®n, Latinoam¨¦rica? ¡°En materia digital es un continente roto. Roto. Excluyente. Hacemos tonter¨ªas que nos alejan del modelo europeo: en lugar de tener un sistema de transmisi¨®n interbancario para toda Latinoam¨¦rica, cada pa¨ªs tiene el suyo propio. En lugar de hacer un XML para toda la facturaci¨®n del continente, cada pa¨ªs hace el suyo. Si Latinoam¨¦rica se homologara en las cosas m¨¢s sencillas, ser¨ªa una segunda europotencia para los negocios y con mucho m¨¢s poder cautivador. Ahora somos una bola de rep¨²blicas desorganizadas¡±, reflexiona. ¡°Por otro lado, veo que los grandes avances en cosas como fintech?[tecnolog¨ªa financiera] vienen de all¨ª, donde entendimos que juntar factura electr¨®nica con pago electr¨®nico hace la magia¡±.
Y vuelve a los peligros. ¡°El peor escenario que imagino es que acabemos teniendo vidas muy p¨²blicas y muy poco organizadas. Temo que esto sea un desorden muy airado. Temo la ruptura de la privacidad. Qu¨¦ efectos tendr¨¢ en el ser humano. No lo sabemos¡±. Y se aleja de la pesadilla de la inteligencia artificial: ¡°Definitivamente, Skynet no va a destruirnos¡±, dice antes de recordar que a¨²n queda tiempo para que se cumpla esa profec¨ªa que empiezan a repetir los budistas: cuidado cuando te reencarnes en una m¨¢quina.?
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