La web se encuentra bajo amenaza
Tim Berners Lee, inventor de la World Wide Web, alerta de la concentraci¨®n de poder en unas pocas plataformas tecnol¨®gicas y de la dificultad de acceso a la Red en pa¨ªses pobres
Este a?o marca un hito en la historia de la web: cruzaremos un punto de inflexi¨®n y m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial estar¨¢ conectada. Cuando comparto estas emocionantes noticias la gente suele reaccionar con alguna de las dos siguientes inquietudes: 1)?C¨®mo hacemos para que la otra mitad del mundo pueda acceder a la web? 2) ?Estamos seguros de que el resto del mundo quiere conectarse a la web que tenemos hoy en d¨ªa?
En la actualidad las amenazas a la web son muchas y reales, incluidas las que describ¨ª en mi ¨²ltima carta: desde la desinformaci¨®n y el uso de propaganda pol¨ªtica cuestionable hasta la p¨¦rdida de control sobre nuestros datos personales. Pero sigo comprometido con poder garantizar que la web sea un espacio libre, abierto y creativo ¡ª para todos.
Esa visi¨®n solo es posible si conseguimos conectar a todo el mundo y nos aseguramos de que la web funcione en beneficio de las personas. Cre¨¦ la Web Foundation para luchar por el futuro de la web. Estos son los puntos en los que deber¨ªamos concentrar nuestros esfuerzos:
Es m¨¢s probable estar desconectado si se es mujer, pobre, habitante de un ¨¢rea rural y de un pa¨ªs de bajos ingresos
Cerrar la brecha digital
La brecha entre las personas que tienen acceso a Internet y las que no lo tienen est¨¢ aumentando las desigualdades ya existentes ¡ª desigualdades que plantean una grave amenaza mundial. Como era de esperar, es m¨¢s probable estar desconectado si se es mujer, pobre, habitante de un ¨¢rea rural, de un pa¨ªs de bajos ingresos, o cualquier combinaci¨®n de los anteriores. Hoy en d¨ªa estar desconectado significa ser excluido de oportunidades para aprender y ganarse el sustento, de acceder a servicios valiosos y de participar en el debate democr¨¢tico. Si no invertimos seriamente en acabar con esta brecha, miles de millones de personas podr¨ªan tener que esperar hasta el a?o 2042 para poder tener acceso a internet. Eso implicar¨ªa dejar atr¨¢s a toda una generaci¨®n.
En el a?o 2016 las Naciones Unidas declararon que el acceso a Internet es un derecho humano, como lo son tambi¨¦n el agua potable, la electricidad, la vivienda y los alimentos. Pero este derecho b¨¢sico seguir¨¢ siendo denegado a miles de millones de personas hasta que el acceso a Internet sea asequible para todos. Ya tenemos un objetivo establecido. Recientemente las Naciones Unidas adoptaron el umbral de asequibilidad propuesto por la Alianza por un Internet Asequible: 1 GB de banda ancha m¨®vil por menos del 2% del ingreso promedio mensual. La realidad sin embargo es que todav¨ªa estamos muy lejos de alcanzar este objetivo ¡ª en algunos pa¨ªses el coste de 1GB de banda ancha m¨®vil todav¨ªa est¨¢ por encima del 20% del ingreso promedio mensual.
La rica variedad de blogs y sitios web de los inicios se ha visto comprimida bajo el aplastante peso de unas pocas plataformas dominantes
?Qu¨¦ hace falta para alcanzar este objetivo? Debemos apoyar pol¨ªticas y modelos de negocio que mejoren las condiciones de acceso de los grupos m¨¢s desfavorecidos a trav¨¦s de soluciones como las redes comunitarias y las iniciativas de acceso WIFI p¨²blico. Debemos invertir recursos para garantizar el acceso de mujeres y ni?as, y asegurarnos de que puedan aprovechar el poder de esta herramienta mediante la ense?anza de habilidades digitales.
Conseguir que la web funcione en beneficio de las personas
La web a la que muchos se conectaron a?os atr¨¢s ya no es la web con la que se encontrar¨¢n los nuevos usuarios. La rica variedad de blogs y sitios web de aquella ¨¦poca se ha visto comprimida bajo el aplastante peso de unas pocas plataformas dominantes. Esta concentraci¨®n de poder da lugar a un nuevo conjunto de custodios de la red, permitiendo que un pu?ado de plataformas tengan control sobre cu¨¢les ser¨¢n las ideas y opiniones que se podr¨¢n ver y compartir.
Podemos dise?ar una web que ofrezca un entorno constructivo y alentador
Estas plataformas son capaces de afianzar su posici¨®n dominante mediante la creaci¨®n de barreras de entrada a potenciales competidores. Absorben a las startups con potencial para convertirse en una amenaza, compran todas las innovaciones tecnol¨®gicas y contratan a los mejores talentos de la industria. Si a esto a?adimos la ventaja competitiva que les proporcionan los datos de sus usuarios actuales, no podemos sino esperar que los pr¨®ximos 20 a?os sean bastante menos innovadores que los anteriores.
Adem¨¢s, esta concentraci¨®n de poder permite ampliar el impacto de quienes utilizan la web como un arma. En los ¨²ltimos a?os hemos visto c¨®mo teor¨ªas conspirativas logran convertirse en tendencia en las plataformas de medios sociales, cuentas falsas en Twitter y Facebook avivan las tensiones sociales, actores externos interfieren en los procesos electorales y grupos criminales se apoderan de valiosos datos personales.
Hemos buscado respuestas por parte de las propias plataformas. Las empresas son conscientes de estos problemas y se esfuerzan por solucionarlos ¡ªy observamos c¨®mo cada cambio que implementan termina afectando a su vez a millones de personas¡ª. La responsabilidad ¡ª y a veces tambi¨¦n la carga ¡ª de tomar estas decisiones recae sobre empresas que han sido creadas para maximizar sus beneficios econ¨®micos en lugar de maximizar el bien social. Un marco legal o regulatorio que tenga tambi¨¦n en cuenta los objetivos sociales podr¨ªa contribuir a aliviar esas tensiones.
Incorporar m¨¢s voces al debate sobre el futuro de la web
El futuro de la web no trata ¨²nicamente acerca de todos aquellos que ya estamos conectados, sino tambi¨¦n sobre aquellos que a¨²n no lo est¨¢n. La poderosa econom¨ªa digital actual exige est¨¢ndares s¨®lidos que permitan equilibrar los intereses de las empresas y los de los ciudadanos conectados. Para ello ser¨¢ necesario pensar en c¨®mo podemos alinear los incentivos del sector tecnol¨®gico con los de los usuarios y la sociedad en general, consultando a una muestra representativa y diversa de la sociedad en el proceso.
Dos mitos limitan actualmente nuestro imaginario colectivo: el mito de que la publicidad es el ¨²nico modelo de negocio posible para las empresas digitales, y el mito de que ya es demasiado tarde para cambiar la forma en que operan las plataformas. Para resolver estas dos cuestiones deberemos ser un poco m¨¢s creativos.
A pesar de que los problemas a los que se enfrenta la web son complejos y grandes, creo que deber¨ªamos verlos simplemente como bugs: problemas en el c¨®digo y en los sistemas de software que fueron creados por personas ¡ª y que por tanto pueden ser tambi¨¦n corregidos por personas. Crea una nueva serie de incentivos y a continuaci¨®n llegar¨¢n los cambios en el c¨®digo. Podemos dise?ar una web que ofrezca un entorno constructivo y alentador.
Hoy quiero que enfrentemos el desaf¨ªo de tener ambiciones m¨¢s grandes para la web. Quiero que la web refleje nuestras esperanzas y cumpla nuestros sue?os, en lugar de amplificar nuestros miedos y profundizar nuestras divisiones.
Como dijo en una ocasi¨®n el difunto activista de internet John Perry Barlow: ¡°Una buena manera de inventar el futuro es predecirlo¡±. Puede sonar ut¨®pico, puede parecer imposible de conseguir despu¨¦s de los reveses sufridos durante los dos ¨²ltimos a?os, pero yo quiero que imaginemos ese futuro y lo construyamos.
Reunamos a las mentes m¨¢s brillantes del ¨¢mbito de los negocios, la tecnolog¨ªa, el gobierno, la sociedad civil, las artes y el mundo acad¨¦mico para afrontar las amenazas al futuro de la web. En la Web Foundation estamos listos para desempe?ar nuestro papel en esta misi¨®n y construir la web que todos queremos. Trabajemos juntos para hacerlo posible.
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