Mujeres programadoras contra los estereotipos: adivina qui¨¦n va ganando
Apenas hay 13,6 mujeres por cada 100 programadores en activo. Ni la gen¨¦tica ni la falta de inter¨¦s de las ni?as explican estos n¨²meros
¡°Nunca doy una charla con vestido en un congreso¡±. Esto le dijo una vez una chica a In¨¦s Huertas, fundadora de R-Ladies y CEO de Datatons, y ella pens¨® ¡°pues a partir de ahora, siempre con vestido¡±. Esa incomodidad -y el esfuerzo para vencerla- que sienten muchas mujeres programadoras puede ser una pista de los magros n¨²meros de mujeres en ¨¢mbitos STEM (ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas, por su acr¨®nimo en ingl¨¦s).
Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa en Espa?a (2T2017), de los analistas y dise?adores de software y multimedia trabajando, un 22,56 % son mujeres. Los especialistas en bases de datos y redes inform¨¢ticas solo cuentan con un 18,18 % de mujeres en activo, y cuando buscamos a mujeres programadoras inform¨¢ticas, los datos oficiales nos indican que apenas llegan a 13,62 %.
El problema, como casi siempre, viene desde antes. A menudo se habla de pipeline (tuber¨ªa, en ingl¨¦s) o problema de entrada porque las j¨®venes que deciden estudiar estas carreras tambi¨¦n son pocas. De los alumnos matriculados en inform¨¢tica en Espa?a en el curso 2016-2017, solo un 12 % son mujeres.
En todo el mundo las mujeres est¨¢n considerablemente infrarrepresentadas en carreras de tecnolog¨ªas de informaci¨®n y comunicaci¨®n, y alcanzan solo el 3% de los graduados globales, seg¨²n hace constar la UNESCO en el informe Cracking the Code. En Europa, solo 29 de cada mil licenciadas tuvo un t¨ªtulo de grado en computaci¨®n en 2015, y solo cuatro siguieron en la carrera.
Otro informe, este de la Comisi¨®n Europea presentado estos d¨ªas en Madrid, Women in the Digital Age, encuentra que aunque la demanda de perfiles de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n aumenta, el porcentaje de europeos con estos estudios decrece, y lo hace m¨¢s marcadamente entre las mujeres, al comparar datos con los de 2011. El porcentaje de hombres en activo en este sector es 3,1 veces mayor.
La culpa no es de la gen¨¦tica
El informe de Unesco coincide en sus conclusiones con muchos estudios sobre aprendizaje y cerebro: no se observan diferencias en el mecanismo neurol¨®gico por sexo para el aprendizaje. Aunque hay algunas diferencias por sexo en ciertas funciones biol¨®gicas, tienen una m¨ªnima o ninguna influencia en la habilidad acad¨¦mica, incluyendo asignaturas STEM.
En la salida, tanto ni?os como ni?as tienen el mismo inter¨¦s en estos temas, pero ellas parecen perderlo al llegar a la adolescencia temprana, o incluso antes. Un estudio realizado con ni?os de 6 a?os mostr¨® que a esa edad el estereotipo de que los ni?os varones son mejores en programaci¨®n y rob¨®tica influye en el bajo inter¨¦s y la eficacia personal de las ni?as hacia estos temas. Sin embargo, las ni?as con experiencia en programaci¨®n mostraron m¨¢s inter¨¦s y eficacia personal. Los mensajes culturales y los estereotipos que los ni?os reciben influye fuertemente en el inter¨¦s de ellas en estas materias, y proveer a las ni?as de la experiencia de actividades tecnol¨®gicas es beneficioso.
De los alumnos matriculados en inform¨¢tica en Espa?a en el curso 2016-2017, solo un 12 % son mujeres
Naciones Unidas considera el empoderamiento de las mujeres una de las condiciones previas necesarias para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La falta de mujeres cualificadas en tecnolog¨ªa es parte del problema que destaca el Foro Econ¨®mico Mundial en un informe sobre el impacto de lo que llaman la cuarta revoluci¨®n industrial en modelos de negocio y mercados de trabajo. Entre las predicciones, sostienen que hasta 2020 se necesitar¨¢n 2,1 millones de nuevos empleos en los sectores de arquitectura, ingenier¨ªas, computaci¨®n y matem¨¢ticas.
Empresas en busca de diversidad
A menudo se menciona a mujeres que est¨¢n al frente de tecnol¨®gicas en Espa?a, como Fuencisla Clemares en Google, o Pilar L¨®pez en Microsoft Ib¨¦rica, pero estas empresas solo tienen oficinas comerciales en nuestro pa¨ªs. ¡°No se puede decir que ellas lideren un aparato tecnol¨®gico¡±, explica Patricia Araque, presidenta de Ellas al Cuadrado, una plataforma sin ¨¢nimo de lucro que apoya a mujeres que quieren construir nuevos modelos de empresas digitales.
¡°Debido a la falta de profesionales en nuestro sector, las empresas est¨¢n esforz¨¢ndose en cuidar a la gente que tienen, muchas empiezan a darse cuenta de que necesitan diversidad dentro de sus equipos¡±, explica Huertas, ¡°y vienen a los meetups a buscar a chicas que programen¡±. R-Ladies, de la que es fundadora, es una de las comunidades que propician encuentros con una visi¨®n de g¨¦nero: promueven paridad en los equipos de trabajo y buscan promocionar a ponentes mujeres en sus charlas.
Leticia Mart¨ªn-Fuertes es ling¨¹ista computacional, y Beatriz Hern¨¢ndez Lorca es cient¨ªfica de datos. Ambas son cofundadoras de R-Ladies, y creen que el hecho de que las mujeres se est¨¦n incorporando a las ¨¢reas tecnol¨®gicas es parte de un cambio en la forma de trabajar. ¡°Ellos tienen que aceptar cosas distintas, y por otro lado, la tecnolog¨ªa ya no est¨¢ supeditada a la inversi¨®n. T¨² necesitas mi producto y yo necesito tu dinero, tenemos que encontrarnos en los caminos¡±, dice Hern¨¢ndez.
Huertas asiente: ¡°Lo que la mayor¨ªa de la gente quiere es trabajar en un lugar en el que se est¨¦ a gusto. ?Acabas de ser padre y quieres conciliar y tu carrera se acaba, o qu¨¦ pasa? Todas las que estamos aqu¨ª creemos que es un mundo que debe cambiar¡±.
Las tres ven un cambio. ¡°Se ha demostrado que es mucho m¨¢s productivo un equipo diverso y eso da igual a qui¨¦n se lo pongas encima de la mesa que te lo va a comprar; y por otra parte hay una especie de conciencia social, no solo con el tema de la mujer. Yo no quiero comprar productos que se hayan hecho bajo ciertas condiciones¡±, afirma Huertas.
No solo una cuesti¨®n de tuber¨ªas
Nerea Luis est¨¢ haciendo un doctorado y es experta en inteligencia artificial. Cuenta que ¡°frontend es el ¨¢rea peor pagada, porque la atenci¨®n al usuario es donde hay m¨¢s mujeres¡±. Nerea es una de las organizadoras de T3chfest, un evento de tecnolog¨ªa impulsado por estudiantes y antiguos alumnos de la Carlos III, que pone especial cuidado en incluir a las mujeres y mejorar su porcentaje a?o a a?o. Aunque los n¨²meros siguen bajos, algo est¨¢n consiguiendo: este a?o las mujeres asistentes son un 20,8% (4,3 puntos m¨¢s que en 2017) y las ponentes, un 21% (11 puntos m¨¢s que en 2017).
Seg¨²n la Sociedad de Mujeres Ingenieras, m¨¢s del 20 % de los graduados en ingenier¨ªas son mujeres pero solo est¨¢n en activo un 11%. Estudios como este recuerdan que no sirve de mucho ense?ar a las ni?as a programar si luego esas mujeres se encuentran en un ambiente de trabajo hostil y se van. Las siete programadoras con las que habl¨® EL PA?S para este reportaje no dudan en definirlo as¨ª, y las an¨¦cdotas se suceden.
Todas las que estamos aqu¨ª creemos que es un mundo que debe cambiar¡±
Huertas es CEO de su empresa y tiene dos socios varones. ¡°Cuando vamos a una reuni¨®n, hablo yo, y contestan a mi socio. Entonces en ese momento nos levantamos y nos vamos. Claramente. Lo hemos hecho. Si se supone que yo voy a liderar un proyecto con esta gente, es que no quiero trabajar con alguien as¨ª¡±. Otra programadora, que es considerada pionera en Espa?a porque lleva 20 a?os programando, la mayor parte en Ruby on Rails, no quiere dar su nombre porque dice que la cuestionar¨¢n, y est¨¢ cansada. Ha recibido muchos comentarios que la han hecho sentir inc¨®moda y ha optado por olvidarlos. ¡°Es bastante cuesta arriba cuando eres una minor¨ªa¡±, afirma.
Araque cree que aunque existe un problema de entrada, no es el m¨¢s grave. ¡°Tienes un mont¨®n de ingenieras que han llegado a la industria y que se quieren ir. Porque es un horror, est¨¢ el patriarcado ah¨ª con todas sus patas¡±.
Programar s¨ª, pensar el modelo tambi¨¦n
Seg¨²n Araque, se ven varias iniciativas que promueven ¡°un discurso de superwoman, de que ¡®podemos conseguir lo que nos propongamos¡¯¡ pero se queda cojo¡±. Confiesa que es algo a lo que le da muchas vueltas. ¡°Mi socia insiste en que hay que ense?arles a programar a las chavalas, porque al final programar es como aprender ingl¨¦s antes; en 20 a?os ser¨¢s analfabeto si no entiendes a la m¨¢quina. Estoy de acuerdo con eso, pero pienso ?no estaremos formando a las planchadoras del siglo XXI? Porque estamos dando habilidades a las ni?as para meterlas en una industria que perpet¨²a un mont¨®n de cosas que no queremos: startups con un modelo turbocapitalista, de trabajar 20 horas al d¨ªa, donde est¨¢s en la hipercompetici¨®n y es tan dif¨ªcil colocar la vida en el centro de todo. Hace falta hacer una reflexi¨®n sobre el modelo de empresa y el modelo al que estamos llevando a ese talento¡±.
Comunidades de desarrolladoras
Como R-Ladies, hay otras comunidades o iniciativas en tecnolog¨ªa con objetivos de aprender, hacer networking y promover a las mujeres programadoras. Casi todas se organizan con una visi¨®n prodiversidad de g¨¦nero, y muchas de ellos tienen c¨®digos de conducta y cuotas de mujeres ponentes desde el comienzo. A nivel nacional, Girls in Tech, Women Techmakers,
Geek and Tech Girls; y en Madrid, PyLadies, Women Welcome, Yo soy tu madre, Ladies that UX, Systers Spain, son algunas de ellas. Varios organizan eventos sobre tecnolog¨ªa donde adem¨¢s de aprender, se cuida la paridad en ponentes y equipos de trabajo, como Call of Data, organizado por R-Ladies. Inspiring Girls es una iniciativa que conecta a mujeres profesionales de todos los sectores con escuelas para que a trav¨¦s de charlas visibilicen la variedad de trabajos que existen tambi¨¦n para las mujeres. T3chfest es un evento tecnol¨®gico anual que organizan estudiantes y exalumnos de la Universidad Carlos III que tambi¨¦n busca promover a ponentes mujeres.
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