Las tecnol¨®gicas buscan en el Tercer Mundo los pr¨®ximos 1.000 millones de usuarios
Las operadoras locales hacen malabarismos para rentabilizar su cobertura mientras Google y Facebook se esfuerzan por encontrar f¨®rmulas que garanticen el acceso a la Red
De los 7.600 millones de habitantes que hay en el mundo, unas 3.500 millones de personas no tienen acceso a Internet. La cifra de los no conectados refleja un problema global, pero tambi¨¦n, para compa?¨ªas como Google y Facebook es una oportunidad de atraer a una legi¨®n de nuevos usuarios.
La progresi¨®n del acceso a Internet en los pa¨ªses en desarrollo tiene como obst¨¢culo m¨¢s evidente la falta de infraestructura. No solo las velocidades de red son muy inferiores sino que esta no se extiende a ciertas regiones que, por su escasa densidad de poblaci¨®n, no tienen inter¨¦s econ¨®mico para las operadoras locales.
El reto est¨¢ en dar un servicio relevante a un precio asequible, pero que permita rentabilizar la inversi¨®n
Las conexiones m¨®viles son la v¨ªa abrumadoramente mayoritaria para acceder a la Red en los pa¨ªses en desarrollo. Pero en 2016, seg¨²n el Foro Econ¨®mico de Davos, el 31% de la poblaci¨®n mundial viv¨ªa fuera del ¨¢mbito de cobertura 3G. Conocedores de las dificultades, los agentes locales se esfuerzan por buscar oportunidades de negocio que respalden la expansi¨®n de la infraestructura.
¡°Desde el punto de vista de la construcci¨®n, en lugares remotos con poca poblaci¨®n tenemos el reto de reducir el coste de las estaciones base¡±, se?ala Thibaud Rerolle, director de tecnolog¨ªa de la operadora keniata Safaricom, filial del grupo Vodafone. El directivo cuenta que el reto est¨¢ en dar un servicio relevante a un precio asequible, pero que permita rentabilizar la inversi¨®n. ¡°Hay mucho trabajo puesto en el dise?o. Tenemos que ser inteligentes a la hora de planear y buscar formas alternativas de dar electricidad a estos puntos de acceso¡±. Se persigue la autosuficiencia, a veces basada en energ¨ªas renovables. Un 15% de la poblaci¨®n mundial no tiene acceso a la electricidad, tambi¨¦n seg¨²n los datos del Foro de Davos.
La reducci¨®n de los costes se adereza con la prestaci¨®n de servicios a?adidos, para aumentar los ingresos. ¡°Cuando llevamos servicio a cualquier ¨¢rea no es solo banda ancha. Ofrecemos nuestra plataforma m¨®vil de pagos¡±, destaca Rerolle. La plataforma M-Pesa permite hacer transacciones econ¨®micas a trav¨¦s del m¨®vil y cuenta con 20 millones de usuarios en Kenia.
Tambi¨¦n ayuda la tutela de la Communications Authority of Kenya, el organismo regulador de las telecomunicaciones. ¡°Todos los operadores dados de alta en Kenia contribuyen al Universal Service Fund, que administra el regulador. Este identifica lugares donde se necesita implementar cobertura e invierte en estas ¨¢reas a trav¨¦s del Universal Service Fund¡±, apunta el directivo de Safaricom. Despu¨¦s, uno de los operadores nacionales se encargar¨¢ de implementar la cobertura en el lugar a trav¨¦s de un contrato con el regulador.
Pero la cobertura de red no es el ¨²nico escollo para la expansi¨®n de Internet. El profesor en Ciencias de la Computaci¨®n Ihsan Ayyub Qazi, de la Lahore University of Management Sciences, que ha estudiado de cerca la problem¨¢tica, cita otros dos obst¨¢culos: la incapacidad para pagar por un plan de datos, debido a los bajos ingresos, y el uso de dispositivos de gama baja. ¡°Es muy com¨²n que en los pa¨ªses en desarrollo los usuarios posean m¨®viles con capacidades reducidas de procesamiento y poca memoria, lo que limita la experiencia de usuario de los servicios de Internet¡±, comenta Ayyub.
Son cuestiones que han despertado los esfuerzos de compa?¨ªas con sedes a miles de kil¨®metros de estos problemas, como Google y Facebook. La primera adapta sus servicios para que consuman menos datos, mientras la firma de Zuckerberg tiene su propia aplicaci¨®n, Free Basics, mediante la que ofrece acceso a una selecci¨®n de webs y servicios online, entre los que destacan los propios de Facebook. Se ofrece de forma gratuita a trav¨¦s de acuerdos con las operadoras, con la previsi¨®n de fidelizar a estos usuarios dentro del ecosistema del productos de la compa?¨ªa.
Dos obst¨¢culos son la incapacidad para pagar un plan de datos, debido a los bajos ingresos, y el uso de dispositivos de gama baja
Pero Free Basics desata la pol¨¦mica a su paso y ya ha sido prohibida en India y Egipto. El profesor Ayyub es uno de los autores del estudio Inside the Walled Garden: Deconstructing Facebook¡¯s Free Basics Program, que profundiza en el funcionamiento de la plataforma. Incide en que Free Basics viola un principio b¨¢sico de la neutralidad de la Red, pues ofrece acceso ¨²nicamente a una peque?a parte de Internet y, como lo da gratuitamente, es dif¨ªcil que los usuarios se sustraigan a los beneficios comunicativos y de informaci¨®n que aporta la plataforma. Favorece, por tanto, esta alternativa frente a una Red sin filtros.
A esto se a?ade otra reticencia. ¡°Toda la informaci¨®n de los usuarios, cuando usan Free Basics, pasa a trav¨¦s de los servidores de Facebook. Ellos pueden ver en un formato de texto legible qu¨¦ es lo que se mueve desde el servicio Free Basics al usuario, y esto es claramente un problema de privacidad¡±, afirma Ayyub. Aunque Facebook aclara en los t¨¦rminos de servicio de la plataforma que solo almacena informaci¨®n limitada, como el dominio o la cantidad de dato utilizados.
Silicon Valley echa un cable con gancho
Free Basics es la iniciativa m¨¢s tangible de las compa?¨ªas de Silicon Valley por acercar Internet a los pa¨ªses del llamado Tercer Mundo. Pero no es la ¨²nica. Facebook trabajaba hasta junio en sus propios drones solares para dar conexi¨®n en ¨¢reas remotas y ahora confiar¨¢ en Airbus para fabricar este tipo de aeronaves. Google desarrolla globos de gran altitud que proyectar¨¢n cobertura LTE y tambi¨¦n ha invertido en SpaceX, la firma espacial de Elon Musk, que tiene previsto crear una red de 12.000 sat¨¦lites para proporcionar acceso a Internet.
Ambos gigantes obtienen ingresos debido a una gran masa de usuarios que poco puede crecer ya en los pa¨ªses desarrollados. ¡°Facebook y Google piensan que los pr¨®ximos 1.000 millones de usuarios van a venir de los pa¨ªses en desarrollo. As¨ª que tienen un incentivo para enfrentarse a los retos necesarios para traer a m¨¢s personas online¡±, apunta Ayyub. Incluso Microsoft ha prometido 1.000 millones de d¨®lares de inversi¨®n para su Affordable Access Initiative, orientada a financiar a emprendedores y startups que lleven Internet y energ¨ªa a lugares donde no los hay.
Sin embargo, ninguno de los m¨¦todos que implican drones y globos parece haberse desplegado en un escenario real hasta el momento, con la excepci¨®n de los globos de Google en el estado de emergencia que vivi¨® Puerto Rico el pasado a?o tras el hurac¨¢n Mar¨ªa. ¡°La efectividad de estas soluciones est¨¢ por ver, porque tienen sus propios retos potenciales de rendimiento¡±, explica el profesor Ayyub. ¡°Por ejemplo, los globos se mueven permanentemente y tienen que transmitir informaci¨®n constante de forma inal¨¢mbrica. Adem¨¢s, encuentran obstrucciones, como edificios, que pueden impactar la velocidad de red que llega a los usuarios¡±.
Facebook y Google piensan que los pr¨®ximos 1.000 millones de usuarios van a venir de los pa¨ªses en desarrollo
En la pr¨¢ctica, hasta que no se desplieguen estas tecnolog¨ªas no se podr¨¢ evaluar su utilidad. Incluso los operadores locales como Safaricom a veces se topan con factores problem¨¢ticos que tienen ra¨ªces culturales. ¡°En el norte del pa¨ªs, la poblaci¨®n est¨¢ menos concentrada y la gente es n¨®mada¡±, explica Rerolle. ¡°As¨ª que cubrirles lleva aparejados retos extra. Porque pueden estar en un sitio, con un nivel de servicio adecuado, pero despu¨¦s se mueven de localizaci¨®n¡±.
Ayyub ve el valor que puede aportar Silicon Valley, pero apuesta por un despliegue tutelado: ¡°Estas grandes compa?¨ªas tienen un papel que jugar. Pero se necesita un marco regulatorio adecuado aprobado por los gobiernos, con respecto a cuestiones como la privacidad y a la neutralidad de la red¡±.
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