Con los nuevos iPhone en la mano
El mejor aprovechamiento de la pantalla, la c¨¢mara y el procesador, principales innovaciones en los modelos reci¨¦n presentados
Ni iPad, ni ordenadores, ni tampoco la prometida base de carga inal¨¢mbrica anunciada hace un a?o. Apple se ha amparado en la presentaci¨®n de este mi¨¦rcoles en su sede de Cupertino (California) en el iPhone, que sigue siendo la columna vertebral de la compa?¨ªa. Un aparato nacido hace 11 a?os y que ha revolucionado tanto la telefon¨ªa como el mundo del software.
Esa fue la gran innovaci¨®n hace dos lustros y Apple la sigue potenciando. No ha conseguido replicarla en el iPad y el Apple Watch, pero insiste en ello. Frente al Apple Watch, que precisa de m¨¢s tiempo de uso para analizar sus caracter¨ªsticas, en el iPhone es m¨¢s sencillo de ver los efectos de las novedades.
En esta nueva hornada hay un denominador com¨²n importante: se certifica la muerte del bot¨®n Home. Toda la pantalla es t¨¢ctil, pero no hay sensor huellas. El reconocimiento facial pasa a ser la norma en el futuro de Apple. La cara como clave de acceso al dispositivo personal. Algo que hace cinco a?os parec¨ªa ciencia-ficci¨®n hoy es norma. La pantalla de lado a lado, casi sin marco, especialmente en el Max, supone un soporte ideal para v¨ªdeos, fotos y juegos, que encuentran un buen aliado en el nuevo procesador A12 Bionic.
Tras usar tanto el Xr, el modelo m¨¢s modesto, y el X Max, el m¨¢s potente de los creados por la compa?¨ªa hasta el momento, se nota un salto importante. Es dif¨ªcil calificar el Xr como un gama media, porque cuesta tanto como la mayor¨ªa de la gama alta (859 euros), pero su rendimiento ser¨ªa similar al actual iPhone X, que ya no se ofertar¨¢ m¨¢s nuevo.
Xr destaca por los colores, llamativos, pensados para caprichosos. Mantiene la sensaci¨®n escurridiza al tomarlo en la mano. Tocar¨¢ poner funda para evitar disgustos. Mientras que la c¨¢mara frontal es de nueva generaci¨®n, la trasera no es doble. Las instant¨¢neas tomadas en interiores destacan por el color realista, pero no van m¨¢s all¨¢.
En el caso de Max la doble c¨¢mara da unos resultado sorprendentes. Tanto en r¨¢fagas, como en retratos. El v¨ªdeo va un paso m¨¢s all¨¢. Con una pantalla de 6,8 pulgadas, ocio y trabajo se dan la mano. Ya se pueden consultar hojas de c¨¢lculo e informes, como usar Netflix con sensaci¨®n inmersiva. Se nota el esfuerzo para encajar una pantalla tan generosa sin aumentar el marco. Este tama?o hace posible la edici¨®n de audio con Garage Band y v¨ªdeo con iMovie.
Por fin han conseguido anunciar algo necesario, la resistencia al agua, polvo y golpes. Un aparato tan caro, de uso constante y diario, no deber¨ªa ser tan fr¨¢gil.
El bokeh, el ajuste de apertura tras tomar la foto, algo com¨²n en los Android de Samsung, Huawei y Xiaomi, llega a toda la nueva gama de Apple. Lo hace cargado de naturalidad e inteligencia artificial para dar la sensaci¨®n de jugar con la apertura de una c¨¢mara profesional. Lo hace a posteriori, pero con unos resultados espectaculares.
La duda final es la de a?os anteriores. ?Merece la pena pagar m¨¢s de mil euros por un tel¨¦fono m¨®vil? El modelo Max vale tanto como su ordenador port¨¢til.
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