¡°S¨¦ donde vives y te voy a encontrar¡±: la pesadilla de sufrir ciberacoso
Stop Haters es la primera asociaci¨®n espa?ola sin ¨¢nimo de lucro para luchar contra el hostigamiento en Internet
"Te voy a encontrar¡±. ¡°Conozco la hora y el lugar donde estrenas tu obra de teatro¡±. ¡°S¨¦ d¨®nde vives¡±. Estos son algunos de los mensajes que Sandra (nombre ficticio), una actriz de 38 a?os que reside en Madrid, recib¨ªa a diario a trav¨¦s de las redes sociales. Tras sufrir ciberacoso, se vio obligada a cambiar de n¨²mero de tel¨¦fono, de correo electr¨®nico y de cuentas en las redes sociales. Todo ello con la ayuda de Stop Haters, la primera asociaci¨®n espa?ola sin ¨¢nimo de lucro para luchar contra el hostigamiento en Internet.
La organizaci¨®n, apadrinada por el Hermano Mayor de Espa?a, Pedro Garc¨ªa Aguado, est¨¢ formada por abogados, inform¨¢ticos y psic¨®logos que asesoran de forma gratuita a cualquier v¨ªctima de ciberacoso. ¡°Desde que se cre¨® Stop Haters en octubre de 2017 hemos recibido alrededor de 70 peticiones mensuales¡±, explica la abogada penalista presidenta del proyecto, Sara G. Ant¨²nez. Del total de solicitudes, la asociaci¨®n ha atendido 76 muy graves ¡ªamenazas de muerte, coacciones o extorsi¨®n¡ª y 24 graves ¡ªdifamaci¨®n, atentado al honor o insultos¡ª. Una quincena de estos casos est¨¢n en los juzgados y dos han acabado con sentencias condenatorias.
Los m¨¢s susceptibles a sufrir este hostigamiento, sostiene Antunez, son las personas con discapacidad y el colectivo LGTBI. Adem¨¢s, la mayor parte de las solicitudes que la asociaci¨®n ha recibido son de mujeres de entre 25 y 35 a?os. Una de cada cinco mujeres en Espa?a sufre abusos en Internet, principalmente en las redes sociales, seg¨²n un estudio publicado en noviembre de 2017 por Amnist¨ªa Internacional. El impacto psicol¨®gico del acoso en Internet es devastador: m¨¢s de la mitad de las afectadas reconocen tener la autoestima m¨¢s baja y haber experimentado estr¨¦s, ansiedad o ataques de p¨¢nico.
3 puntos clave que todo el mundo deber¨ªa saber en Redes Sociales ?
— STOP HATERS (@stophaters_) August 1, 2018
?RT y #StopHaters!
.#ciberacoso #rrss #socialmedia #netiqueta pic.twitter.com/gBI0Ax7rmk
¡°El caso m¨¢s com¨²n de ciberacoso siempre es la aceptaci¨®n al no. Personas que se conocen por internet, en un momento dado una de las dos quiere cortar esa relaci¨®n online, la otra persona no lo acepta y empieza a acosar¡±, afirma. Este el caso de Sandra. ¡°Un chico de Uruguay me contact¨® por Instagram en febrero y a m¨ª me pareci¨® atractivo. Vi que ten¨ªa el perfil abierto desde hace dos a?os y que ten¨ªa seguidores y comentarios y acab¨¦ contest¨¢ndole¡±, explica. De hablar por Instagram, pasaron a chatear y a llamarse por Whatsapp. Hasta que, tras dos semanas, Sandra empez¨® a sospechar: ¡°Me mandaba fotos y v¨ªdeos de lo que estaba haciendo y ve¨ªa cosas que me chocaban. Adem¨¢s, nunca quer¨ªa hacer videollamadas. Ah¨ª me di cuenta de que pod¨ªa no ser la persona que dec¨ªa ser¡±.
Fue entonces cuando Sandra se invent¨® que hab¨ªa contratado a una agencia y que hab¨ªa descubierto que estaba suplantando una identidad. ?l cay¨® en la trampa, confes¨® y accedi¨® a ense?arle qui¨¦n era de verdad. ¡°No ten¨ªa nada que ver con el hombre que dec¨ªa ser. Por como reaccion¨® y lo nervioso que se puso, vi que no estaba bien¡±, recuerda la actriz.
El arma principal de los ciberacosadores es precisamente el anonimato. ¡°Que no haya pruebas es complicado porque en Internet se queda todo registrado. Pero la gente cuando hace el mal lo hace a trav¨¦s de perfiles falsos. Eso s¨ª, todas las personas que tienen perfiles falsos tienen tambi¨¦n reales¡±, cuenta Sara. Para demostrar que una persona est¨¢ detr¨¢s de un perfil falso, los inform¨¢ticos de Stop Haters comprueban si la direcci¨®n IP de la persona sospechosa coincide con la que usa el ciberacosador: ¡°Adem¨¢s, normalmente escriben igual y suben fotos a la misma hora desde la cuenta falsa y la real¡±.
Cuando Sandra se enter¨® de que el chico con el que hablaba no era quien ella pensaba, le colg¨® y le bloque¨®. Aunque finalmente accedi¨® a hablar con ¨¦l durante unos d¨ªas: ¡°Le segu¨ª el juego para no alterarlo¡±. Hasta que, a finales de marzo, su padre muri¨® y quiso poner fin a la situaci¨®n. Ah¨ª empez¨® su pesadilla: recib¨ªa mensajes amenazantes a todas horas y llamadas desde diferentes n¨²meros. ¡°No pod¨ªa tener el tel¨¦fono encendido porque no dejaba de sonar.
Su ciberacosador cre¨® perfiles falsos de Sandra en las redes sociales y consigui¨® meterse en su email: ¡°Ten¨ªa much¨ªsima informaci¨®n en los correos, por ejemplo, donde viv¨ªa mi madre¡±. A Sandra le daba p¨¢nico hasta estar en su casa. ¡°Tuve que ir acompa?ada a coger ropa e irme a vivir con una amiga como si estuviera escapando de algo y fuera una pel¨ªcula de terror. No pegaba ojos por las noches¡±. El 54% de las mujeres que han sufrido ciberacoso en Espa?a cambian sus conductas en las redes, seg¨²n el informe de Amnist¨ªa Internacional. Por ejemplo, una de cada tres afectadas dejan de publicar opiniones personales en la red.
La situaci¨®n de Sandra mejor¨® cuando conoci¨® la existencia de Stop Haters. All¨ª la asesoraron y le ayudaron a protegerse y a cambiar sus contrase?as. La asociaci¨®n naci¨® con el fin de ayudar a las personas acosadas mayores de 18 a?os y ense?ar a hacer un buen uso de las redes sociales. ¡°Decidimos crear Stop Haters a partir del programa de televisi¨®n Cazadores de trolls, que protagoniz¨® Pedro Aguado, porque no acabamos de ayudar a todos los que sufr¨ªan ciberacoso¡±, cuenta G. Antunez. Pese a que la asistencia es gratuita, desde la asociaci¨®n se solicita una donaci¨®n a las v¨ªctimas, que ¡°en ning¨²n caso es obligatoria¡±.
Hostigamiento en la red
Hasta junio de 2015, la legislaci¨®n espa?ola contemplaba el acoso laboral, escolar y sexual. Pero a partir de esta fecha, con una reforma del C¨®digo Penal se introdujo el acoso como tal, lo que dio pie a poder denunciar las situaciones de hostigamiento en la red.
Fuentes de la Guardia Civil explican que el ciberacoso es m¨¢s frecuente en aquellas personas que utilizan las redes sociales y las nuevas tecnolog¨ªas, por lo que los j¨®venes y adolescentes est¨¢n m¨¢s expuestos a sufrir este tipo de delitos. Cada vez se investigan m¨¢s casos de ciberacoso, seg¨²n las mismas fuentes, lo que ¡°no significa que haya m¨¢s delitos de este tipo, sino que cada vez la gente denuncia m¨¢s estos hechos¡±. Mientras que en 2015 fueron detenidas 12 personas por delitos de ciberacoso sexual, en 2016 fueron arrestadas 20 y en 2017, 19, seg¨²n los ¨²ltimos datos publicados en el portal estad¨ªstico de criminalidad del Ministerio del Interior, que no recoge datos sobre otros tipos de ciberacoso.
Cuando se sufre este hostigamiento en la red, lo primero que hay que hacer es recopilar pruebas, lo segundo, bloquear las cuentas del ciberacosador y lo tercero, pedir ayuda. Estas son las directrices que dan desde Stop Haters. El delito de acoso m¨¢s grave est¨¢ regulado en el 172 ter del C¨®digo Penal y est¨¢ penado con hasta dos a?os de prisi¨®n. Pero si el acosador vive fuera de Espa?a, explica la abogada, no se le puede denunciar.
Este era el caso de Sandra, que no pudo tomar medidas legales contra su acosador y dej¨® de sufrir este hostigamiento cuando ¨¦l se cans¨® de no recibir ninguna contestaci¨®n. ¡°Me mand¨® un email diciendo que me iba a dejar en paz, que ya hab¨ªa tenido suficiente y que iba a quitar todos los esp¨ªas que ten¨ªa dentro de mis cuentas. Pero como diciendo: ¡®Que sepas que soy yo el que pone fin a la situaci¨®n¡±.
Tras sufrir ciberacoso, Sandra ha cambiado su comportamiento en Internet: ¡°Ahora tengo muy en cuenta qu¨¦ subo a las redes, no doy ning¨²n dato de d¨®nde vivo ni de quienes son las personas a las que quiero¡±. ¡°Me hubiera gustado saber el peligro real que corr¨ªa en todas mis redes sociales. Mientras alguien no quiera hacerte da?o no hay problema, pero si alguien se fija en ti y quiere hacertelo, tiene todo el material y los datos para amargarte la vida¡±.
La envidia, la segunda causa m¨¢s frecuente de ciberacoso
La segunda causa m¨¢s frecuente de ciberacoso es la envidia, seg¨²n explica Sara G. Antunez. En el caso de Marta (nombre ficticio), una mujer de 34 a?os que empez¨® a sufrir este hostigamiento hace dos a?os despu¨¦s de hacerse famosa por practicar deportes de contacto y colaborar en eventos ben¨¦ficos.
"Hab¨ªa una persona en especial a la que no le gustaba porque yo era conocida sin dedicarme profesionalmente a ello y ¨¦l no. Cada vez que se publicaba algo sobre m¨ª, lo compart¨ªa en redes sociales y pon¨ªa comentarios ofensivos como que era una escoria, fomentando entre los suyos burlas y menosprecios", explica.
La deportista, que va al psic¨®logo desde que empez¨® a sufrir ciberacoso, sufr¨ªa ataques de ansiedad y reconoce que se plante¨® tirar los guantes y dejar de pelear. Su acosador, despu¨¦s de que el equipo de Stop Haters contactara con ¨¦l y le explicara las posibles consecuencias de sus acciones, accedi¨® a borrar sus publicaciones sobre Marta, pero se neg¨® a pedir disculpas. "Ahora estoy m¨¢s tranquila, pero siempre te queda la duda: '?Y si vuelve a publicar algo?", afirma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.