Cuando el m¨®vil es una piedra envuelta en bamb¨²
Samsung experimenta con nuevos materiales y abre las puertas a su centro de I+D, el lugar donde se cocinan sus 'locuras'
Cuando en las manos cae un m¨®vil de piedra, a unos les da por alabar, cejas arqueadas, la solidez del artilugio mientras otros piensan en lo ¨²til que resultar¨ªa si se lo quieres tirar a alguien a la cabeza. Sobre la mesa, un tel¨¦fono con carcasa de color gris, color piedra, dura, pero ligera. Es el centro de Investigaci¨®n y Desarrollo que Samsung tiene en Se¨²l. Preguntado por el inopinado material, el ingeniero, con esa especie de moment¨¢neo estr¨¦s propio del sol¨ªcito y cort¨¦s empleado coreano que no quiere defraudar las expectativas del periodista occidental que tiene enfrente, aclara que se trata de porcelana.
El centro parece m¨¢s una universidad que una oficina. J¨®venes con vaqueros, zapatillas deportivas, camiseta y omnipresentes gafas redondas deambulan por los pasillos
Porcelana, s¨ª. Y a su izquierda, uno de cer¨¢mica, junto a muchos otros, de los m¨¢s variados materiales y colores. La experimentaci¨®n es una de las claves de la innovaci¨®n y en esas anda inmerso Samsung, gigante coreano de la telefon¨ªa, que la semana pasada abr¨ªa las puertas del espacio donde se cocinan sus locuras, sus avances. La visita, a la que EL PA?S fue invitado junto a otros medios europeos (y espa?oles), formaba parte del esfuerzo que est¨¢ haciendo la compa?¨ªa coreana por romper con tiempos de opacidad informativa tras los fiascos del tel¨¦fono plegable (Galaxy Fold, cuyas primeras unidades, probadas por periodistas, ofrec¨ªan problemas de pantalla, lo que oblig¨® a posponer su salida) y el Galaxy Note 7, aquel m¨®vil que se incendiaba y que la marca coreana tuvo que retirar del mercado en 2016 (perdi¨® 6.000 millones de d¨®lares en el trance, seg¨²n confiesa su propio consejero delegado, DJ Koh, un ejecutivo con nombre de estrella del pop).
El centro parece m¨¢s una universidad que una oficina. J¨®venes con vaqueros, zapatillas deportivas, camiseta y omnipresentes gafas redondas deambulan por los pasillos. La masa laboral se antoja millennial. Ubicado en pleno barrio de Woomyeon, en un elegante y trasl¨²cido edificio, aloja a 3.800 trabajadores.
Samsung apuesta ya en sus envoltorios por un material llamado Pulp Mold, elaborado en un 80% con bamb¨²
El Design Lounge es un espacio ligero y futurista en el que la marca coreana expone algunas de sus l¨ªneas de trabajo m¨¢s recientes. En la segunda sala, rodeados de mesas altas que albergan m¨®viles con todo tipo de carcasas y colores, tres armarios con ropa futurista colgada en perchas permiten comprobar que Samsung ha estudiado el perfil de sus futuros compradores y dise?a gamas de colores y formatos con arreglo a tres perfiles tipo: urban un-construct (urbanita deconstruido), alien organic (extraterreste org¨¢nico) y soft baroque (barroco suave). Tres perfiles ilustrados mediante fotos, vestimenta asociada, accesorios y rasgos psico-sociol¨®gicos. Todos ellos, muy molones. A cada grupo se le asigna un rango de colores. Y la gama se dirige al p¨²blico objetivo: los millennials y, sobre todo, la generaci¨®n Z.
La experimentaci¨®n con materiales no se limita a los dispositivos. Tambi¨¦n afecta a los envoltorios. Para evitar la proliferaci¨®n de pl¨¢sticos, Samsung apuesta ya por un material llamado Pulp Mold, elaborado en un 80% con bamb¨². Uno de sus empleados lo explica con orgullo.
M¨®viles de piedra envueltos en bamb¨². Dureza incardinada en flexibilidad. Esto seguro que dar¨ªa para un proverbio chino.
Yun-Je Kan, vicepresidente de la compa?¨ªa y jefe de dise?o, vaticina que en un futuro no muy lejano el negocio no gravitar¨¢ tanto en torno al tel¨¦fono. ¡°La evoluci¨®n de los dispositivos ha estado guiada por los m¨®viles en los ¨²ltimos a?os¡±, asevera, ¡°pero ya se ha llegado al l¨ªmite. Ahora estamos muy interesados en el dise?o de auriculares y relojes. Poco a poco se van a ir abriendo nuevas oportunidades¡±. Yun-Je, que sostiene que los dise?adores siempre tienen que ir cinco a?os por delante, relata que las fuentes de inspiraci¨®n son, a veces, insospechadas, y uno puede dar con ellas al contemplar, por ejemplo, los gr¨¢ciles movimientos de una bailarina.
La compa?¨ªa coreana est¨¢ volcando esfuerzos en la innovaci¨®n, aspecto en el que todas las marcas afrontan una batalla sin cuartel que, en ocasiones, como ocurri¨® con el Note 7, fomenta que alguien se precipite en su af¨¢n de adelantar al competidor. A su centro de I+D en Se¨²l, uno de los siete que tiene repartidos por el mundo, suma un curioso espacio dedicado a la experimentaci¨®n. Es el C Lab, con C de creatividad, ubicado en los cuarteles generales de Suwon, a una hora en coche de la bulliciosa y contaminada Se¨²l. En este lugar, hoy bautizado como Samsung Digital City, se establecieron las primeras naves industriales de Samsung Electronics, all¨¢ por el a?o 1969.
¡°Tenemos una nueva era frente a nosotros¡±, declara, solemne DJ Koh. ¡°Con el 4G no se pod¨ªa implementar el aut¨¦ntico Internet de las Cosas, pero ha llegado la hora de utilizar la tecnolog¨ªa en la vida real¡±
El C Lab es el cl¨¢sico espacio de design thinking (m¨¦todo de dise?o que parte de explorar las necesidades) muy a la Silicon Valley, en el que los ingenieros forman equipos y desarrollan nuevas ideas. De los 30.000 empleados que hay en la Samsung Digital City, 1.005 han participado en alguno de los 247 proyectos que se han realizado a lo largo de sus 6 a?os y 6 meses de existencia. De aqu¨ª han surgido iniciativas como Welt, el cintur¨®n que va registrando tus datos y te ayuda a controlar el peso o Nemonic, una peque?a impresora cuadrada con la que imprimes en blanco y negro y en formato post it, fotos, recordatorios, textos.
Dong Jing (DJ) Koh, presidente y consejero delegado de Samsung Electronics, responsable de la parte de comunicaciones m¨®viles, pretende colocar a su compa?¨ªa a la vanguardia de la innovaci¨®n. Est¨¢ empe?ado en construir un ecosistema abierto e incentiva la colaboraci¨®n con otras plataformas como Google, Microsoft, Spotify, o Netflix. Sentado frente a una quincena de periodistas extranjeros, en un solemne sal¨®n del lujoso hotel Schilla, en el centro de Se¨²l, desgrana, con voz grave y profunda, su visi¨®n de futuro. Considera que el despliegue de las redes 5G va a ser un factor clave en los pr¨®ximos a?os. Va a permitir descargas de informaci¨®n 20 veces m¨¢s veloces y una capacidad de procesamiento de la informaci¨®n 10 veces mayor. Eso lo cambiar¨¢ todo. ¡°Tenemos una nueva era frente a nosotros¡±, declara, solemne. ¡°Con el 4G no se pod¨ªa implementar el aut¨¦ntico Internet de las Cosas, pero ha llegado la hora de utilizar la tecnolog¨ªa en la vida real¡±. O sea, el 5G, cruzado con la Inteligencia Artificial, se antoja como la llave para el advenimiento de la largamente cacareada interconexi¨®n digital entre objetos cotidianos como el coche, la nevera, el frigo o la puerta.
El salpicadero est¨¢ plagado de pantallas. Hay 8 desplegadas en total y 9 c¨¢maras, dos dentro y siete fuera. Una de las de interior enfoca a los ojos del conductor
El coche aut¨®nomo sigue siendo uno de los arietes del desarrollo de ese Internet de las Cosas en el que las m¨¢quinas hablan entre ellas y se intercambian informaci¨®n. Al final de la visita al Centro de Investigaci¨®n y Desarrollo de Woomyeon, el pelot¨®n de periodistas extranjeros desplazados a Corea se encuentran con un veh¨ªculo, desarrollado junto a la firma Harman, que incorpora algunos elementos del coche del futuro (o del presente). El calor aprieta y, dentro del autom¨®vil, a¨²n m¨¢s. El salpicadero est¨¢ plagado de pantallas. Hay 8 desplegadas en total y 9 c¨¢maras, dos dentro y siete fuera. Una de las de interior enfoca a los ojos del conductor. Le avisa si detecta que se est¨¢ quedando dormido o si se distrae con tanta pantallita.
El ingeniero coloca el m¨®vil en un espacio ad hoc bajo la pantalla central y explica que la m¨¢s grande, la de la derecha, es para el copiloto, para que pueda consultar en ella sus correos electr¨®nicos y redes sociales. Se podr¨¢ conectar con el frigo de casa y mostrarnos una imagen que delate si faltan cervezas. Bajo los retrovisores, dos pantallas m¨¢s amplifican la imagen que convencionalmente nos ofrecen los retrovisores, ofreciendo un ¨¢ngulo de visi¨®n m¨¢s grande. Esto es lo que nos ofrece ya un presente en el que habr¨¢ que dise?ar los veh¨ªculos para que no se conviertan en espacios para la distracci¨®n. En un futuro no muy lejano, la informaci¨®n se desplegar¨¢ sobreimpresionada en los cristales, con la llamada Realidad Aumentada. Pasaremos pantalla con la mano, como con el dedo en Tinder. Esperemos que el veh¨ªculo sea aut¨®nomo porque, si no, habremos abierto un nuevo frente en la era de la distracci¨®n masiva.
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