El uso del m¨®vil no est¨¢ relacionado con problemas de salud mental en los adolescentes, seg¨²n un estudio
Los j¨®venes utilizan principalmente las redes sociales, los juegos 'online' y la visualizaci¨®n de v¨ªdeos y series
"Puede que ya sea hora de que los adultos dejen de discutir sobre si los tel¨¦fonos inteligentes y las redes sociales son buenas o no para la salud mental de los adolescentes y empiecen a encontrar formas de apoyar a los chavales", dice Candice Odgers, profesora de psicolog¨ªa de la Universidad de Irvine, (California). Un equipo de investigadores de esta universidad ha descubierto que el uso de los smartphones no est¨¢ relacionado con problemas de salud mental en adolescentes.
Los investigadores no han calculado los posibles problemas de salud mental en el cerebro. M¨¢s bien, preguntaron a los adolescentes sobre la percepci¨®n de los s¨ªntomas de problemas de conducta (por ejemplo, meterse en problemas, falta de atenci¨®n/hiperactividad, preocupaci¨®n y depresi¨®n). El estudio se ha llevado a cabo a trav¨¦s de un m¨¦todo llamado Evaluaci¨®n Ecol¨®gica Moment¨¢nea (EMA). Los investigadores hicieron preguntas a los adolescentes varias veces al d¨ªa en encuestas cortas entregadas a trav¨¦s de una aplicaci¨®n de tel¨¦fono inteligente.
El estudio midi¨® el uso de los adolescentes de la tecnolog¨ªa de varias maneras. En 2015, los investigadores preguntaron a m¨¢s de 2.000 adolescentes a trav¨¦s de una encuesta si ten¨ªan su propio tel¨¦fono m¨®vil, as¨ª como sobre su acceso y frecuencia de uso de los medios de comunicaci¨®n social. Hicieron el seguimiento de 400 adolescentes y dos a?os m¨¢s tarde les preguntaron cu¨¢ntos mensajes de texto hab¨ªan enviado, cu¨¢nto tiempo hab¨ªan pasado cada d¨ªa usando la tecnolog¨ªa para hacer deberes, para la comunicaci¨®n (online o por tel¨¦fono hablando con otros o enviando mensajes), para entretenerse (navegando en los medios sociales, viendo v¨ªdeos, jugando juegos) y creando contenido (publicando en los medios sociales, creando v¨ªdeos, etc.). Los expertos sumaron las estimaciones para obtener una medida diaria del tiempo total frente a la pantalla.
El resultado ha sido claro. ¡°Hemos demostrado que tener un tel¨¦fono, una cuenta en redes sociales y la frecuencia de uso de los recursos del m¨®vil no est¨¢n relacionados con problemas de salud mental unos dos a?os despu¨¦s¡±, asegura Michaeline Jensen, profesora de psicolog¨ªa cl¨ªnica en la Universidad de Greensboro de Carolina del Norte y autora del estudio. ¡°El problema del uso actual de los m¨®viles no tiene que ver con la salud mental de los j¨®venes - y la del resto de la poblaci¨®n- sino con la absorci¨®n de libido que comporta ese uso¡±, se?ala Jose R. Ubieto, psicoanalista y profesor de la Universidad Oberta de Catalu?a (UOC).
No existe una causa ¨²nica de este tipo de enfermedades mentales. La salud mental de una persona est¨¢ determinada por una serie de factores complejos e interactivos a lo largo de su vida
No existe una causa ¨²nica de este tipo de enfermedades. La salud mental de una persona est¨¢ determinada por una serie de factores complejos e interactivos a lo largo de su vida. ¡°Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, los medios de comunicaci¨®n han prestado mucha atenci¨®n a la idea de que las tecnolog¨ªas digitales modernas (como el smartphone) pueden estar relacionadas con el aumento de los problemas de salud mental de los adolescentes, como la ansiedad y la depresi¨®n. Este enfoque en la tecnolog¨ªa, y los titulares temerosos que advierten que el tiempo frente a la pantalla puede causar depresi¨®n o incluso suicidio, ha hecho que los padres y el p¨²blico presten mucha atenci¨®n al papel de los tel¨¦fonos m¨®viles y otras tecnolog¨ªas digitales¡±, afirma Jensen.
El cambio generacional
El profesor Ubieto piensa que antes cubr¨ªamos esas necesidades con un ¡®Instagram anal¨®gico¡¯.¡°El WhatsApp predigital se hac¨ªa por cable, de dos en dos, y Tinder exig¨ªa la participaci¨®n de intermediarios que llevaban los mensajes. No era igual, pero satisfac¨ªa las mismas pasiones. Hoy se exacerba el narcisismo porque los gadgets nos permiten la ilusi¨®n de consolarnos solos. Eso no afecta solo a los ni?os y j¨®venes puesto que estos objetos no han ca¨ªdo del cielo, se los proporcionamos nosotros, los adultos¡±, explica Ubieto.
Los autores de la investigaci¨®n creen que se necesitan m¨¢s datos sobre el papel que desempe?an los tel¨¦fonos m¨®viles en la vida de los adolescentes. Algunas investigaciones sugieren que muchos adolescentes est¨¢n usando los medios de comunicaci¨®n social e Internet en formas que les ayudan a sentirse mejor emocionalmente (por ejemplo, buscando apoyo social). ¡°Necesitamos una investigaci¨®n m¨¢s rigurosa sobre los posibles inconvenientes de un fuerte compromiso con las tecnolog¨ªas digitales, que podr¨ªa incluir impactos potenciales sobre factores relacionados con la salud, como el sue?o¡±, apunta Jensen.
Los padres han de tratar la crianza de sus hijos en torno a la tecnolog¨ªa de la misma manera en que lo har¨ªan con cualquier otro comportamiento adolescente. ¡°Probablemente sea menos importante perseguir y poner l¨ªmites a la cantidad de tiempo frente a la pantalla de su hijo adolescente, y m¨¢s bien deber¨ªan tratar de saber m¨¢s acerca de lo que su hijo est¨¢ haciendo en los espacios online. Los padres de hoy tienen una gran oportunidad para conocer mejor a su adolescente y su mundo¡±, se?ala Jensen. ¡°Muchas madres y padres est¨¢n desorientados porque se trata de una novedad y los especialistas no paran de decir cosas y muchas veces contradictorias¡±, afirma Ubieto. ¡°No se trata de prohibir o permitir, m¨¢s bien de dosificar¡±, concluye el profesor.
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