¡°La revoluci¨®n tecnol¨®gica necesita ¨¦tica o nos esclavizar¨¢¡±
Un grupo de expertos plantea la necesidad de regular la inteligencia artificial en el Congreso Mundial de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n
La segunda fase de la revoluci¨®n ciberespacial ya est¨¢ aqu¨ª. Definida por la inteligencia artificial, la computaci¨®n cu¨¢ntica y el 5G, promete reescribir el futuro como ninguna otra combinaci¨®n de tecnolog¨ªas ha logrado hasta ahora, pero tambi¨¦n someternos a una nueva era de inseguridad y falta de derechos y libertades si no se introducen nuevas reglas. Es la teor¨ªa expresada hoy por un grupo de expertos en inteligencia artificial, ciberseguridad y derechos humanos reunidos en el Congreso Mundial de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n (WCIT, por sus siglas en ingl¨¦s) en Erev¨¢n, la capital de Armenia. El encuentro est¨¢ organizado por la Alianza de Empresas de Tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y Servicios (WITSA, por sus siglas en ingl¨¦s), que re¨²ne a las asociaciones tecnol¨®gicas de 83 pa¨ªses y que celebra este evento cada a?o, desde hace 40. El primero, en 1978, se realiz¨® en Barcelona.
La charla inaugural de este congreso, que durar¨¢ tres d¨ªas, la ofreci¨® Richard Clarke, que fue asesor de seguridad nacional de los presidentes estadounidenses George W. Bush y Bill Clinton. Clarke asegur¨® que los cambios producidos por la revoluci¨®n de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n son m¨¢s profundos que los generados por la revoluci¨®n industrial, ¡°algo que ahora tenemos claro pero que hace 30 a?os no era tan obvio¡±, asegur¨®, ante una audiencia de unas 3.000 personas de 70 pa¨ªses, que han pagado una media de 400 d¨®lares por asistir a este evento.
Clarke ha explicado que el presidente Clinton le pidi¨® durante su mandato que recorriera el pa¨ªs preguntando a los responsables de las grandes empresas qu¨¦ futuro traer¨ªa la tecnolog¨ªa. ¡°Ni Bill Gates [fundador de Microsoft] ni Larry Ellison [fundador de Oracle] pudieron responderme a esa pregunta. Fue el presidente de una empresa de ferrocarriles, con m¨¢s de 100 a?os de historia, quien lo hizo, al decirme: ¡®No somos ya una empresa de ferrocarriles, somos una empresa de tecnolog¨ªa que hace trenes¡¯¡±.
El aprendizaje autom¨¢tico de las m¨¢quinas, la computaci¨®n cu¨¢ntica y el 5G y el internet de las cosas combinadas ofrecen grandes oportunidades, pero tambi¨¦n tienen enormes riesgos
El experto en ciberseguridad ha asegurado que el momento clave en el que el mundo se dio cuenta de que, efectivamente, todos dependemos de forma casi patol¨®gica de la tecnolog¨ªa fue en 2017, cuando Rusia dirigi¨® a Ucrania un ciberataque que paraliz¨® el pa¨ªs en cuesti¨®n de minutos y, despu¨¦s, afect¨® al resto del planeta. ¡°Se produjeron m¨¢s de 1.000 millones de p¨¦rdidas en un solo d¨ªa, en todo el mundo; eso demostr¨® a los directivos de todos los lugares que somos todos empleados de empresas tecnol¨®gicas que, adem¨¢s, hacen algo m¨¢s¡±.
Ahora estamos, seg¨²n Clarke, en una segunda fase de la revoluci¨®n tecnol¨®gica, protagonizada por tres nuevas tecnolog¨ªas: el aprendizaje autom¨¢tico de las m¨¢quinas (maching learning), la computaci¨®n cu¨¢ntica y, en tercer lugar, el 5G y el internet de las cosas. Las tres combinadas ofrecen grandes oportunidades, asegur¨®, pero tambi¨¦n tienen enormes riesgos. ¡°La revoluci¨®n tecnol¨®gica necesita ¨¦tica o nos esclavizar¨¢¡±, dijo.
El experto explica, por ejemplo, c¨®mo las m¨¢quinas ¡°est¨¢n tomando decisiones que no sabemos c¨®mo ni por qu¨¦ se est¨¢n tomando¡±, y que tienen sesgos que pueden perpetuar el racismo y el sexismo. ¡°Necesitamos, en machine learning, en la computaci¨®n cu¨¢ntica y en el 5G, introducir la ¨¦tica y los est¨¢ndares morales para asegurarnos de que somos nosotros, y no ellas [las m¨¢quinas], los que tenemos el control¡±, dice.
En Rusia se usa la tecnolog¨ªa con fines pol¨ªticos y China utiliza el reconocimiento facial para controlar a los suyos y puntuarles Richard Clarke, exasesor de seguridad nacional
Clarke cit¨® otras tecnolog¨ªas, como la revoluci¨®n biotecnol¨®gica y gen¨¦tica que, combinadas con las otras tres, pueden crear un mundo totalmente inseguro en el que los ataques DOS [denegaci¨®n de servicio, que paralizan webs] sean mayores que nunca o en el que, por ejemplo, las m¨¢quinas de hospitales que mantienen a personas con vida est¨¦n conectadas directamente al ciberespacio y se puedan controlar. Tambi¨¦n habl¨® de un mundo dist¨®pico, que ya estamos contemplando, en el que los gobiernos controlan a sus ciudadanos; ¡°en Rusia se usa la tecnolog¨ªa con fines pol¨ªticos, y China utiliza el reconocimiento facial para controlar a los suyos y puntuarles¡±. El experto cree que necesitamos ¡°normas internacionales¡± que protejan los derechos humanos y libertades, y explica: ¡°Todas estas tecnolog¨ªas hacen el mundo m¨¢s interesante, pero tambi¨¦n m¨¢s fr¨¢gil. Dependemos de ellas y no podemos volver atr¨¢s. Si los sistemas fallan, son atacados o eliminados, toda nuestra civilizaci¨®n se detiene, nuestras econom¨ªas se paralizan. Somos dependientes como lo fueron los conquistadores espa?oles que llegaron a una nueva tierra y no pudieron volver atr¨¢s, y si no podemos hacer que esta nueva tierra funcione con seguridad y justicia, tampoco nosotros podremos volver atr¨¢s¡±.
Clarke concluy¨® su intervenci¨®n dirigi¨¦ndose a los asistentes: ¡°Les desaf¨ªo a ustedes, como expertos, a que averig¨¹en qu¨¦ mundo quieren: uno donde la tecnolog¨ªa es inmoral y no hay normas internacionales que lo eviten, o uno donde usamos la tecnolog¨ªa para una humanidad mejor. Averig¨¹en qu¨¦ camino quieren seguir, elijan y, cuando lo sepan, actu¨¦n¡±.
La rebeli¨®n de las m¨¢quinas
Un panel de expertos en inteligencia artificial sigui¨® a Clarke en su presentaci¨®n en este evento, al que EL PA?S acude invitado por la organizaci¨®n. Y la mayor¨ªa coincidieron en sus conclusiones. ¡°El progreso tecnol¨®gico es siempre una bendici¨®n para las mentes preparadas pero una maldici¨®n para las que no lo est¨¢n¡±, resumi¨® Narayana Murthi, fundador de Infosys. Daniel Hulme, experto en inteligencia artificial y fundador de Satalia, es muy pesimista: ¡°En los pr¨®ximos 10 a?os todos los trabajos se redefinir¨¢n, y no estamos preparados, no estamos re-entrenando a nuestros trabajadores para que sean capaces de afrontar ese futuro. Y como tenemos compa?¨ªas que solo quieren hacer dinero a corto plazo eso no va a cambiar¡±, asegur¨®.
Christopher Markou, de la Universidad de Cambridge, se mostr¨® de acuerdo: ¡°Solemos pensar en el cambio que la automatizaci¨®n del trabajo tendr¨¢ en las factor¨ªas pero tambi¨¦n cambiar¨¢ muchos trabajos de mayor valor a?adido. Se crear¨¢n m¨¢s, pero ?ser¨¢n suficientes?¡±, se pregunt¨®.
El progreso tecnol¨®gico es siempre una bendici¨®n para las mentes preparadas pero una maldici¨®n para las que no lo est¨¢n Narayana Murthi, fundador de Infosys
Los expertos tambi¨¦n se mostraron pesimistas y preocupados por la ¨¦tica de la inteligencia artificial. Hulme se mostr¨® especialmente cr¨ªtico con la responsabilidad de grandes compa?¨ªas como Facebook o Google, m¨¢s preocupadas por ¡°su beneficio a corto plazo¡±, dijo, que por los efectos de sus tecnolog¨ªas sobre el conjunto de la humanidad, y propuso una soluci¨®n: obligarlas a convertirse en plataformas abiertas ¡°en las que cada persona pague dos d¨®lares al a?o por usarlas¡± y as¨ª, con m¨¢s de 2.000 millones de ingresos garantizados, estas empresas podr¨ªan centrarse en la ¨¦tica de sus soluciones m¨¢s que en sus beneficios.
El periodista, escritor y artista James Bridle fue incluso m¨¢s all¨¢: ¡°Lo ¨²nico que ha impedido que las empresas nacidas de la revoluci¨®n industrial hayan destruido planeta es la legislaci¨®n. Google y Facebook lo saben, y por eso son los mayores donantes pol¨ªticos en Estados Unidos¡±. Bridle propone a?adir una nueva norma a las leyes de la rob¨®tica de Asimov: los robots deben explicar sus acciones a los humanos, porque ¡°no entendemos c¨®mo funcionan¡±.
La abogada armenia Ashkhen Kazaryan fue la ¨²nica que se mostr¨® en contra de una regulaci¨®n a la inteligencia artificial: ¡°Es problem¨¢tico tratar de regular el futuro de la inteligencia artificial si no sabemos c¨®mo ser¨¢. En 1963, la revista Life public¨® que la tecnolog¨ªa nos dejar¨ªa a todos sin trabajo y eso no sucedi¨®¡±. Se mostr¨® partidaria de ¡°castigar [a las grandes tecnol¨®gicas] si hacen algo mal¡±, pero no de ¡°intervenirlas previamente¡±. ¡°Yo nac¨ª en la URSS, un modelo que tambi¨¦n quer¨ªa regular para el bien com¨²n, y no funcion¨® demasiado bien¡±, concluy¨®.
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