¡°Hay que dejar de creer que la tecnolog¨ªa es de chicos o de frikis¡±
La adolescente de 15 a?os pone en marcha una escuela para ni?os de vuelo de drones
¡°Ok Google, ?c¨¢llate!" As¨ª se despierta todas las ma?anas Alai Miranda, con los gritos de su hermano mandando callar al? altavoz inteligente que se controla con la voz. Al lavarse los dientes es posible que se encuentre con un iPad al lado del retrete o que al desayunar por la ma?ana no tenga sitio para dejar su taza. La mesa del sal¨®n es sagrada, ¡°es para el proyecto¡±, y ning¨²n miembro de la familia se atreve a tocarlo. La terraza se asemeja a un taller con cientos de cables, bater¨ªas, placas, luces LED y un peque?o cactus de su madre que adorna como puede.
Alai tiene 15 a?os, una sonrisa de oreja a oreja y ha sido distinguida con el premio europeo?Digital Girl of the Year 2019 (Chica digital del a?o). Desde los 10 a?os, le apasiona la tecnolog¨ªa hasta tal punto que hubo d¨ªas que Fran, uno de sus profesores favoritos del colegio, le ped¨ªa que diese ella la clase. La joven madrile?a pasa al menos una hora al d¨ªa investigando sobre diferentes temas e innovaciones. Le divierte crear robots de automoci¨®n como Luk, del que se siente muy orgullosa. Es una cabeza de maniqu¨ª al que, en 2017, le fue instalando pantallas, mandos, sensores y un cerebro. ¡°Puede seguirnos con la mirada, parpadear y sus ojos son sensibles, sus pupilas se dilatan y contraen dependiendo de la luz a la que se exponga¡±, describe. Alai tiene muchas otras ideas, como aplicaciones para pasear a perros o para intercambiar la ropa con los amigos. Pero el proyecto m¨¢s avanzado que tiene es Esvuela, una escuela para ense?ar a los ni?os a hacer volar drones. "Quiero que entiendan que la tecnolog¨ªa es algo divertido", explica mientras saca con entusiasmo una camiseta dise?ada con el logo de su iniciativa.
Los robots sustituir¨¢n los trabajos que nadie deber¨ªa hacer y permitir¨¢ liberar a esa gente para que haga otra cosa m¨¢s chula
"Mi hija es normal, no es ninguna rara o friki", dice Nerea Lascurain al pasar la puerta. Alai lleva una vida de adolescente, como cualquier otra. Va al instituto todos los d¨ªas, queda con sus amigos, le gusta dibujar, su habitaci¨®n es una "aut¨¦ntica leonera" con carteles de grupos musicales de K-Pop, tiene un ritual para cuidar de su piel y le encanta Halloween. De hecho, si tuviese que hacerse un disfraz? ser¨ªa de un ¡°robot peluche¡± de su serie de videojuegos favorita: Five Nights at Freddy's.
Todos los s¨¢bados, desde hace tres a?os, asiste al curso Coder-Dojo de dos horas para aprender a programar, uno de los sectores de la tecnolog¨ªa que m¨¢s le gusta. Hasta hace muy poco era la ¨²nica chica. "Cuando vi a mi nueva compa?era llegar el otro d¨ªa, me hizo mucha ilusi¨®n", admite. La chica reconoce que, pese a todo, se siente muy a gusto con los chicos y que no la juzgan ni apartan. ¡°Bueno, es verdad que algunos ni?os del cole me miran con cara de sorprendidos cuando hablo con t¨¦rminos t¨¦cnicos o cuando me apunto a una tarde de videojuegos¡±, explica con humor. ¡°No es muy com¨²n para un chica¡±, argumenta. Su pel¨ªcula favorita es Figuras Ocultas (2016) y su ¨ªdolo la matem¨¢tica afroamericana Katherine Johnson?que calcul¨® la trayectoria del vuelo del Apolo 11 a la Luna en 1969. ¡°Me encanta esa pel¨ª porque las tres lucharon no solo por ser mujeres sino tambi¨¦n por ser negras y consiguieron cosas incre¨ªbles. Hay que cambiar la idea de que la tecnolog¨ªa es de chicos o de frikis¡±, opina.
Una familia "encendida"
Su padre, que es programador, es su mentor, y su madre, su m¨¢nager. ?l le da la t¨¦cnica, ella la creatividad. Todos admiten que son una familia conectada y saben en todo momento d¨®nde est¨¢ cada uno gracias a un sistema de geolocalizaci¨®n. ¡°Somos una familia encendida¡±, dicen. Todas las ma?anas, despu¨¦s de apagar el altavoz inteligente, encienden? la televisi¨®n y escuchan las noticias tumbados en la cama. ¡°Mis hijos tienen que salir de casa sabiendo lo que pasa en el mundo, que ha habido 39 muertos en Reino Unido o que se exhuma a Franco¡±, cuenta Nerea.
Quiero que los ni?os entiendan que la tecnolog¨ªa es algo divertido y no aburrido
Sus padres fueron los que inscribieron a Alai a su primer taller de tecnolog¨ªa, que consist¨ªa en crear joyas luminosas. Antes de convertirse en ¡°la ni?a tec¡± con tan solo diez a?os, Alai hac¨ªa nataci¨®n sincronizada. Pero un d¨ªa, despu¨¦s de un entrenamiento, su madre la vio llorar en silencio en el retrovisor del coche. No quer¨ªa seguir, estaba exhausta. Al llegar a casa, tiraron el ba?ador a la basura y cogieron los cables como las riendas de una nueva vida. Hoy, toda la familia acompa?a a la joven a todos sus talleres, cursos y charlas de tecnolog¨ªa. La ¨²ltima a la que fueron hace menos de un mes fue sobre ingenier¨ªa?biom¨¦dica. La joven estuvo las dos horas con la boca abierta. ¡°?Entend¨ª ah¨ª que pod¨ªa crear una mano!¡±, exclama. ¡°Cuando llegu¨¦ a casa, me puse a dise?ar una pr¨®tesis e imprimirla en 3D. Ahora me toca montarla",?prosigue con alegr¨ªa.
Alai tambi¨¦n est¨¢ preocupada por el cambio clim¨¢tico y le gustar¨ªa utilizar la tecnolog¨ªa para mejorar la sociedad. ¡°Tiene que haber algo que podamos hacer con la tecnolog¨ªa. Estoy convencida que hay una soluci¨®n y de aqu¨ª a diez a?os ser¨ªa mi sue?o encontrarla¡±, contesta con un tono maduro para su edad. Otro de sus deseos que promete cumplir en su vida es viajar a Silicon Valley (Estados Unidos), para ser testigo de ¡°todos los avances brutales tecnol¨®gicos que hacen ah¨ª¡±, y a Jap¨®n o Corea del Sur, para descubrir un mundo digital m¨¢s creativo y de ocio.
La tecnolog¨ªa es su estilo de vida y las m¨¢quinas son sus aliados. Seg¨²n su punto de vista nunca llegar¨¢n a eliminar el empleo y se echa a re¨ªr nada m¨¢s pensarlo. ¡°Los robots sustituir¨¢n los trabajos que nadie deber¨ªa hacer y permitir¨¢ liberar a esa gente para que haga otra cosa m¨¢s chula. El ser humano puede manejar los imprevistos y tiene creatividad. Es capaz de mucho m¨¢s¡±, concluye con una sonrisa antes de acabar un dibujo sobre un p¨®sit.
Sobre otros diminutos trozos de papel, la madre y la hija escriben a escondidas tres adjetivos que definen a la premiada y coinciden en dos: alegre y, sobre todo, curiosa.?
Premio 'Digital Girl of the Year'
Alai Miranda ha sido galardonada junto a otra adolescente belga,?Anne Maelbrancke, en la categor¨ªa de las chicas de entre 15 y 17 a?os. Los?Premios Europeos Ada (Ada Awards) cumplen su sexta edici¨®n y la ¨²ltima ceremonia fue organizada el pasado 16 de octubre en Bruselas como parte de la European Code Week?y el Festival WomenInTech.Brussels Women Code.
Estos premios anuales, fundados en 2012 por el Instituto de Liderazgo Digital con sede en Bruselas, promueven a las mejores ni?as y mujeres en los campos digitales en Europa. El objetivo es aumentar su n¨²mero en el mundo laboral, y que sea una prioridad a largo plazo de la Comisi¨®n.
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