Los activistas que vencieron a Facebook demandan a Google por rastrear los m¨®viles Android
Una organizaci¨®n austriaca centrada en la defensa de la privacidad acusa a la tecnol¨®gica de instalar sin el consentimiento de los usuarios un identificador especial en los dispositivos
Los m¨®viles que funcionan con el sistema operativo Android de Google, que en el caso de la Uni¨®n Europea son en torno al 70%, contienen un rastreador de cuya existencia no se informa a los usuarios. Estos identificadores ¨²nicos, una especie de matr¨ªcula digital para cada dispositivo, permiten a Google y a todas las aplicaciones instaladas en el tel¨¦fono ¡°rastrear al usuario y combinar informaci¨®n sobre su comportamiento en l¨ªnea y en el m¨®vil¡±. Eso es lo que dice la demanda interpuesta en Francia contra Google por Noyb, una ONG centrada en la protecci¨®n de la privacidad presidida por el abogado y activista austriaco Max Schrems, conocido por haber puesto en jaque anteriormente a Facebook.
La clave, seg¨²n el equipo de Schrems, es que la normativa europea obliga a pedir el consentimiento a los usuarios a los que se quiera rastrear. Eso no sucede con el Identificador Publicitario de Android (AAID, por sus siglas inglesas), sostienen desde Noyb, y por tanto choca frontalmente con la Directiva Europea sobre Privacidad Electr¨®nica, tambi¨¦n conocida como Ley de cookies. EL PA?S ha solicitado a Google su versi¨®n de los hechos, pero la compa?¨ªa ha preferido no pronunciarse al respecto.
El efecto del identificador AAID se puede comparar con las cookies de terceros, que tambi¨¦n requieren de consentimiento expl¨ªcito. ¡°Es como si al levantarte por la ma?ana tuvieras unos polvos m¨¢gicos en las manos y pies y dejaras marcado todo lo que tocas. Y que luego, alguien con unas gafas especiales pudiera ver el rastro de esos polvos¡±, ilustra Stefano Rossetti, abogado especializado en privacidad de Noyb. La informaci¨®n que recopila el AAID se supone que es para el sistema de subasta de espacios publicitarios en tiempo real. ¡°No lo dudamos, pero la cuesti¨®n es que tambi¨¦n se puede usar con otros prop¨®sitos¡±, a?ade Rossetti.
El funcionamiento de AAID es el siguiente. Google Play Store genera autom¨¢ticamente un identificador alfanum¨¦rico para cada dispositivo que se conecta a la tienda de aplicaciones. Ese identificador, que puede ser compartido con otras empresas, como proveedores de aplicaciones o anunciantes, recopila informaci¨®n sobre el comportamiento de los usuarios y sus preferencias de consumo, de manera que se le pueda ofrecer publicidad personalizada. El software de Google no solo crea ese identificador sin el conocimiento de los particulares, aseguran desde Noyb, sino que adem¨¢s niega a los usuarios de Android la opci¨®n de eliminarlo.
¡°El alcance de este caso es desconcertante¡±, apunta Rossetti. ¡°Casi todos los usuarios de Android parecen estar afectados por esta tecnolog¨ªa¡±. En todo el mundo hay unos 2.500 millones de tel¨¦fonos m¨®viles activos que usan el sistema operativo Android, seg¨²n datos de Google. En torno a 300 de ellos est¨¢n en la Uni¨®n Europea.
Noyb, organizaci¨®n cuyo nombre es el acr¨®nimo de None of Your Business (No es asunto tuyo), decidi¨® interponer la demanda en Francia porque ¡°tiene un sistema legal garantista, que protege bien al usuario en el ¨¢mbito digital¡±, se?ala Rossetti, algo en lo que coinciden expertos jur¨ªdicos consultados. El abogado sostiene que su equipo est¨¢ estudiando interponer tambi¨¦n demandas similares contra Google en m¨¢s pa¨ªses de la UE, aunque todav¨ªa no pueden decir en cu¨¢les (est¨¢n en proceso de an¨¢lisis de los respectivos ordenamientos jur¨ªdicos para ver cu¨¢les de ellos son m¨¢s propicios).
El antecedente de Apple
Estas acciones legales se enmarcan en un proceso de mayor recorrido relacionado con rastreadores escondidos en el entorno m¨®vil que tiene en marcha Noyb. ¡°Estamos tratando de dejar claro que nuestros tel¨¦fonos no deber¨ªan integrar identificadores o rastreadores por defecto. No se trata de una preferencia individual, sino de una cuesti¨®n legal¡±, puntualiza Rossetti.
Noyb carg¨® el a?o pasado contra Apple en los juzgados de Alemania y Espa?a por el mismo asunto: los iPhones incorporan, seg¨²n la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, un Identificador para Anunciantes (IDFA) que permite a la compa?¨ªa de la manzana monitorizar a los usuarios sin su consentimiento. Su funcionamiento es pr¨¢cticamente id¨¦ntico que el de Google. ?Cu¨¢l ha sido el resultado de la demanda? La compa?¨ªa ha anunciado que la nueva versi¨®n de su sistema operativo para m¨®viles, iOS 14.5, solicitar¨¢ permiso por primera vez a los usuarios para usar los identificadores, seg¨²n publica el Financial Times. ¡°Apple todav¨ªa crea ese identificador, pero ahora pide el consentimiento de terceros para usarlo¡±. Es mejor que nada, opina el abogado, pero no responde a la pregunta principal: ?por qu¨¦ se cre¨® este identificador y se instala por defecto en los iPhone?.
Desde el punto de vista de la asociaci¨®n austriaca, las posibles faltas de Google o Apple no tienen que ver con el Reglamento General de Protecci¨®n de Datos (RGPD) de la UE, sino con la Directiva Europea de Privacidad Digital de 2002, modificada en 2009 (la Ley de cookies). ¡°Aunque el principio es bastante claro (los rastreadores tienen que ser autorizados por los usuarios), los Estados miembros han implementado estos principios de distintas formas en sus jurisdicciones. Por eso hemos intentando tratar estos casos como nacionales¡±, abunda el abogado.
Todo empez¨® con Facebook
Max Schrems y su organizaci¨®n ya fueron noticia el a?o pasado, cuando el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE) puso en cuesti¨®n la seguridad del principal mecanismo de transmisi¨®n de datos entre la Uni¨®n Europea y Estados Unidos. La sentencia del TJUE, motivada por una demanda interpuesta por Schrems contra Facebook, no proh¨ªbe que se compartan datos personales a ambos lados del oc¨¦ano, pero obliga a que las empresas firmen unas salvaguardas que incluyan el consentimiento informado de los afectados. Y eso, seg¨²n denunci¨® Schrems, eso no suced¨ªa.
El austriaco lleva desde 2011 batallando con la mayor red social del mundo a prop¨®sito del uso que hace de los datos personales. Cuando ten¨ªa 23 a?os, Schrems solicit¨® a Facebook toda la informaci¨®n que ten¨ªa de ¨¦l. Detect¨® varias violaciones de su privacidad, con lo que present¨® 22 denuncias que llamaron la atenci¨®n de la prensa. En 2013 se quej¨® tambi¨¦n de que sus datos personales fueran transferidos desde la filial irlandesa de la compa?¨ªa que preside Mark Zuckerberg a sus servidores norteamericanos para ser tratados, en tanto que en ese pa¨ªs las leyes de protecci¨®n de la privacidad son distintas. La justicia europea le dio la raz¨®n, lo que le granje¨® elogios de Edward Snowden, entre otros. Viviane Reding, la comisaria europea de Justicia que impuls¨® el desarrollo de la RGPD, el puntal de la normativa europea sobre privacidad, dijo sobre Schrems que ¨¦l fue quien le hizo entender que ¡°no pod¨ªamos seguir as¨ª¡±.
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