Certificados de vacunaci¨®n y PCR falsos: el lucrativo negocio que a menudo esconde un timo

A Andrea (nombre ficticio) le surgi¨® un trabajo de bailarina en el extranjero el pasado octubre. No ten¨ªa la pauta de vacunaci¨®n completa, seg¨²n cuenta porque hab¨ªa pasado recientemente el virus. Con esa informaci¨®n bastaba para subirse al avi¨®n en el Aeropuerto del Prat, en Barcelona, pero no para entrar al pa¨ªs de destino, donde se exig¨ªa un pasaporte Covid. Decidi¨® adquirir uno en el mercado negro. Contact¨® con unos supuestos hackers que anunciaban sus servicios en Instagram. Tras pagarles 800 euros a trav¨¦s de Bizum y pasarles sus datos personales, no volvi¨® a saber nada de ellos. ¡°Me mandaron un documento tocado con Photoshop con un c¨®digo QR que cuando le pasaba un lector aparec¨ªa una persona llamada Gabriel¡±, asegura a EL PA?S a trav¨¦s de una red social. Avergonzada por su ingenuidad, no denunci¨® el timo ante la Polic¨ªa. ?C¨®mo iba a hacerlo si lo que quer¨ªa comprar era ilegal?

Los ciberdelincuentes han visto un fil¨®n en la pandemia. El caso de Andrea ilustra c¨®mo se aprovechan algunos de quienes buscan certificados falsos de vacunaci¨®n. Pero el hecho es que ese mercado negro existe (para quienes sean capaces de sortear a los timadores), y los precios que se barajan no son bajos. Un reciente estudio de Check Point Research, el servicio de investigaci¨®n de la multinacional israel¨ª de ciberseguridad, ha detectado un abultado aumento de tarifas. Si en octubre se pagaban de media unos 250 d¨®lares por un pasaporte falso y 25 por una prueba PCR negativa, en enero rondaban los 600 y los 100, respectivamente.

La venta de certificados de vacunaci¨®n falsos empez¨® a llamar la atenci¨®n de las autoridades antes del pasado verano, cuando la UE acord¨®, con vistas a la campa?a estival, poner en marcha los llamados pasaportes Covid. Se trata de unos documentos que se pueden llevar en el m¨®vil en forma de c¨®digo QR con los que los ciudadanos pueden acreditar que tienen la pauta de vacunaci¨®n completa, que han pasado recientemente el virus y por tanto tienen cierta inmunidad o que han dado negativo en una prueba PCR o de ant¨ªgenos.

Las falsificaciones se distribuyen principalmente desde Telegram o el internet oscuro (dark net) y el m¨¦todo de pago favorito son las criptomonedas, especialmente bitcoin. ¡°Las monedas digitales tienen una propiedad muy deseable para este tipo de delincuentes: no puedes volver atr¨¢s. Una vez que se ha hecho la transacci¨®n est¨¢ queda registrada para siempre en el libro de la cadena de bloques, no se puede ir al banco y pedirle que retiren el pago¡±, se?ala Eusebio Nieva, director t¨¦cnico de Check Point Software para Espa?a y Portugal. ¡°Tambi¨¦n dificultan el rastreo, aunque no lo hacen imposible: siempre sabes desde qu¨¦ tarjeta o monedero virtual ha salido el bitcoin y adonde ha ido¡±.

No hace falta ser un mago de los ordenadores para adquirir uno de estos productos falsificados. En los anuncios de los propios canales de Telegram, al menos en aquellos cuyo negocio no es timar al interesado sino venderle realmente un documento falso, se aportan instrucciones detalladas sobre c¨®mo comprar los bitcoins (o la criptomoneda que se pida) y hacer la transacci¨®n, se facilitan los enlaces a los que ir para obtener la criptodivisa y la cuenta a la que hacer la transferencia.

Por supuesto, no hay garant¨ªa de que quien pone la oferta vaya a hacer realmente el trabajo o simplemente quiera ganar dinero f¨¢cil sin ofrecer nada a cambio. ¡°En la dark net puedes obtener drogas, armas, ¨®rganos, tambi¨¦n certificados y documentos oficiales falsificados de muy buena calidad¡±, explica Deepak Daswani, hacker y consultor de ciberseguridad. ¡°Pero esto es como todo: los primeros anuncios que encuentres en el internet oscuro, los m¨¢s sencillos de ver, ser¨¢n estafas. Llegar hasta ese tipo de servicios no es tan f¨¢cil, muchas veces hace falta invitaci¨®n, alguien de confianza te tiene que dar los enlaces necesarios¡±. Si las actividades delictivas estuvieran al alcance de todo el mundo ser¨ªa muy sencillo intervenirlas.

Un timo en auge

La otra cara de la moneda la representan incautos como Andrea. Los hay y muchos, de ah¨ª que no dejen de proliferar anuncios de supuestas falsificaciones. Al cierre de esta edici¨®n hab¨ªa al menos un grupo activo en Telegram en Espa?a activo desde noviembre, con m¨¢s de 33.000 suscriptores y con pinta de ser un timo. El anuncio promete un pasaporte Covid en un d¨ªa a cambio de 300 euros y de aportar los datos del pasaporte.

El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) alert¨® ya en septiembre del a?o pasado de que estaban detectando estafas relacionadas con la venta de documentos falsos. ¡°Queremos resaltar que la acci¨®n de querer comprar un certificado de covid es ilegal. Pero tambi¨¦n que, a su vez, al cometer esa ilegalidad puede que sean objeto de un fraude porque no les lleguen a enviar nunca esos certificados y pierdan el dinero, que o si pagan con la tarjeta de cr¨¦dito les roben los datos y sigan haciendo luego pagos fraudulentos¡±, apunta ?ngela Garc¨ªa Vald¨¦s, t¨¦cnica de ciberseguridad para ciudadanos de Incibe.

¡°Los vendedores est¨¢n optando por anunciarse y hacer negocios en Telegram porque escala su distribuci¨®n. El uso de esta red social es menos t¨¦cnico en comparaci¨®n con la red oscura y puede llegar a una cantidad desmesurada de personas y de forma muy r¨¢pida¡±, alerta Oded Vanunu, jefe de investigaci¨®n de vulnerabilidad de productos de Check Point Software. Algunos anuncios analizados por la compa?¨ªa van dirigidos a las personas ¡°que no quieren recibir la vacuna¡±. Una de las publicidades encontrada por los analistas dec¨ªa expl¨ªcitamente: ¡°Estamos aqu¨ª para salvar al mundo de esta venenosa vacuna¡±.

Los certificados de vacunaci¨®n, conocidos tambi¨¦n como pasaporte Covid, se lanzaron en julio. Unos meses antes, entre marzo y mayo, algunos analistas, como los de Check Point Research, detectaron un alza del 500% en el n¨²mero de vendedores de certificados falsos. En agosto, ya en plena campa?a vacacional, el observatorio de la empresa israel¨ª estimaba que hab¨ªa unos 2.500 grupos activos de Telegram en toda Europa en los que se ofrec¨ªan certificados falsos, con una media de unos 100.000 seguidores por grupo y con algunos que superaban los 450.000 individuos. La variante Delta se extend¨ªa r¨¢pidamente. Todo aqu¨¦l que quisiera tener un certificado aparentemente v¨¢lido sin vacunarse ten¨ªa que preparar 100 d¨®lares de media.

Para septiembre, la compa?¨ªa ten¨ªa en su radar a m¨¢s de 10.000 supuestos distribuidores de pasaportes covid falsos. La demanda era tal que hasta se detect¨® un bot de Telegram en Austria que fabricaba certificados falsos: tras introducir los datos personales del interesado, este recib¨ªa un pdf con el QR listo.

Otro m¨¦todo de enga?o de los cibercriminales, descubierto en septiembre, consiste en afirmar tener acceso a una supuesta base de datos europea de personas vacunadas. Ofrecen a los interesados registrarles all¨ª a cambio de dinero. Pero dicha base de datos no existe.

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