El frente de la propaganda y la censura en la guerra de Ucrania tambi¨¦n se libra en China
La narrativa oficial del socio estrat¨¦gico ruso mimetiza la de Mosc¨²; en redes sociales, se borran mensajes contra la invasi¨®n
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El presidente del Comit¨¦ Paral¨ªmpico Internacional, el brasile?o Andrew Parsons, comenz¨® a hablar en su discurso de inauguraci¨®n de los Juegos Paral¨ªmpicos de Invierno en Pek¨ªn el viernes pasado. ¡°Esta noche quiero -debo- empezar con un mensaje de paz¡±, arranc¨®. ¡°Estoy horrorizado por lo que est¨¢ ocurriendo en el mundo ahora mismo. El siglo XXI es una ¨¦poca de di¨¢logo y diplomacia, no de guerra y odio¡±, sostuvo, en referencia a la invasi¨®n rusa de Ucrania. Pero su mensaje de paz no lleg¨® al pa¨ªs anfitri¨®n de los Juegos: la televisi¨®n estatal CCTV censur¨® esas palabras, que no tradujo al mandar¨ªn.
Ese mismo fin de semana, iQiyi, la plataforma de streaming que cuenta con los derechos de emisi¨®n del f¨²tbol ingl¨¦s, cancel¨® la transmisi¨®n de los partidos de la Premier League para no mostrar los mensajes de apoyo a Ucrania en los estadios, incluida la banda de los capitanes de los equipos con los colores amarillo y azul de la bandera del pa¨ªs atacado.
En todas las guerras, la propaganda y su hermana la censura se convierten en uno de los frentes. China, que se ha alineado en una neutralidad no imparcial con Rusia en el conflicto en Ucrania, representa uno de sus campos de batalla. En ¨¦l, los portavoces del Gobierno chino han asumido el relato ruso. Desde hace dos d¨ªas, su Ministerio de Asuntos Exteriores repite acusaciones que lanz¨® Rusia sin presentar pruebas: que Estados Unidos mantiene una treintena de laboratorios de armamento qu¨ªmico en Ucrania. En ¨¦l tambi¨¦n, la narrativa de los medios de comunicaci¨®n nacionales ha ido evolucionando para adaptarse a la del Gobierno a medida que la posici¨®n de Pek¨ªn ha ido variando matices. Las voces que expresan un mensaje diferente quedan borradas.
Al repetir desde las tribunas oficiales el mismo mensaje que Mosc¨², ¡°China trata de encontrar un argumento l¨®gico para justificar su apoyo a Rusia¡± sobre la invasi¨®n, opina Justyna Szczudlik, del Instituto Polaco de Asuntos Internacionales. Esta experta hace notar que el discurso oficial de China ¡°evita mencionar a Ucrania por nombre. Siempre alude al ¡®problema ucranio¡¯, la ¡®situaci¨®n ucrania¡¯. No pronuncia un apoyo expl¨ªcito a la integridad territorial de Ucrania; ¨²nicamente habla en general de ¡®respeto a la soberan¨ªa e integridad territorial de los Estados¡¯¡±. En cambio, s¨ª menciona una y otra vez a Rusia por su nombre.
La posici¨®n de Pek¨ªn, al menos de palabra, se ha asentado en una ¡°neutralidad escorada¡± de apoyo a Mosc¨², que sus medios han imitado. En las semanas previas al conflicto, portavoces oficiales, medios de comunicaci¨®n y redes sociales se mofaban -como hac¨ªa Rusia- de las afirmaciones de Estados Unidos sobre las intenciones de Vlad¨ªmir Putin de invadir el pa¨ªs vecino. En v¨ªsperas del ataque, Shimian, un digital propiedad del peri¨®dico oficial Beijing News, publicaba por aparente error una directiva de la Agencia de Ciberseguridad china a los medios: no se deb¨ªan publicar informaciones favorables a EE UU ni cr¨ªticas con Rusia, los comentarios a las noticias se deb¨ªan filtrar cuidadosamente y los medios deb¨ªan utilizar la informaci¨®n que enviasen los tres gigantes estatales: la agencia Xinhua, CCTV y el Diario del Pueblo.
Los primeros d¨ªas de la guerra los medios de comunicaci¨®n fueron muy cautos a la hora de informar. Mientras en el resto del mundo la invasi¨®n acaparaba p¨¢ginas y minutos de emisi¨®n, los medios chinos guardaban silencio o relegaban su cobertura para dar prioridad a los discursos del presidente Xi Jinping o la resaca de los Juegos Ol¨ªmpicos. No utilizaban la palabra ¡°guerra¡±, ni ¡°invasi¨®n¡±, sino ¡°crisis¡± u ¡°operaci¨®n especial¡±.
Un par de d¨ªas m¨¢s tarde eso cambi¨®. Los medios empezaron a cubrir con m¨¢s intensidad pero un claro tono prorruso. Hasta el punto de reproducir la informaci¨®n de los medios del pa¨ªs amigo, sin contrastarla. CCTV lleg¨® a reproducir en redes una noticia de la televisi¨®n rusa seg¨²n la cual el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelensky, hab¨ªa huido a Polonia.
En los ¨²ltimos d¨ªas, a medida que Pek¨ªn se ha afianzado en su ¡°neutralidad escorada¡±, ese posicionamiento ha evolucionado para adoptar un tono menos subjetivo sobre el conflicto. Una directiva emitida por la Administraci¨®n del Ciberespacio de China la semana pasada a compa?¨ªas de internet, y filtrada al China Digital Times, un medio online especializado en el estudio de los medios de comunicaci¨®n chinos, ordenaba ¡°enfriar la temperatura del sentimiento p¨²blico sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia¡±. Los medios locales, p¨¢ginas web y blogs no pueden llevar a cabo transmisiones en vivo o incluir etiquetas relativas a la guerra, y ¡°se les proh¨ªbe estrictamente reproducir informaciones procedentes del extranjero que violen las normas¡±.
Censura, tambi¨¦n en las redes
En redes la censura tambi¨¦n se ha puesto en marcha. La opini¨®n p¨²blica que se expresa es en ellas mayoritariamente nacionalista, a favor de Rusia y contra la OTAN. Aunque es dif¨ªcil saber si ello recoge efectivamente el pulso de la sociedad -la poblaci¨®n china a¨²n recuerda con amargura el bombardeo de su embajada en Belgrado en 1999 por parte de la Alianza, en el que murieron tres periodistas- o si es fruto del borrado de los censores. Weibo, el Twitter chino, ha informado del cierre o suspensi¨®n temporal de miles de cuentas.
Entre las congeladas se encuentra la de la popular actriz transexual y presentadora de televisi¨®n Jin Xing. Su ¨²ltimo mensaje publicado: ¡°respetar todas las vidas, oponerse a la guerra con firmeza¡±.
A Julian Wei quien le cancel¨® la cuenta fue Douyin, la matriz china de TikTok. ¡°Puse un mensaje cr¨ªtico hacia Rusia por la noche. Al d¨ªa siguiente ten¨ªa un mensaje que dec¨ªa que mi cuenta hab¨ªa violado las normas y regulaciones de China y que se cancelaba para siempre¡±, comenta este licenciado en Derecho de 32 a?os. Douyin asegura haber eliminado 6.400 v¨ªdeos, suspendido m¨¢s de 1.600 transmisiones en vivo y borrado m¨¢s de 12.000 comentarios en torno a la guerra.
Tambi¨¦n ha desaparecido del internet chino una carta abierta firmada por cinco profesores universitarios chinos de Historia que condenaban la guerra y el relato oficial chino. En esa declaraci¨®n, publicada el 26 de febrero -dos d¨ªas despu¨¦s del comienzo de la invasi¨®n-, los autores denunciaban que ¡°con independencia de las muchas razones de Rusia y todo tipo de excusas, el uso de la fuerza para invadir un pa¨ªs soberano se salta las normas de las relaciones internacionales basadas en la Carta de la ONU¡±. ¡°Empatizamos con el sufrimiento del pueblo ucranio¡±, agregaban.
Otra carta similar, suscrita por dos centenares de alumnos de la prestigiosa universidad Tsinghua de Pek¨ªn, exig¨ªa que se retirase a Putin el doctorado honoris causa que le concedi¨® la instituci¨®n, seg¨²n el peri¨®dico South China Morning Post.
¡°En las redes sociales chinas encuentras la narrativa oficial, pero tambi¨¦n birlan un mont¨®n de narrativas contrarias, aunque se bloqueen en cuanto se publican¡±, opinaba Anthony Saich, director del Ash Center for Democratic Government de la Universidad de Harvard, en un seminario la semana pasada. ¡°Eso demuestra que la gente en China tiene opiniones variadas sobre lo que est¨¢ pasando. Algunos est¨¢n preocupados por las consecuencias a largo plazo¡±.
Mientras tanto, el Comit¨¦ Paral¨ªmpico Internacional demand¨® una explicaci¨®n a CCTV sobre la censura a su presidente. Hasta el momento, sin ¨¦xito. ¡°Seguimos esperando su posici¨®n o su explicaci¨®n¡±, declaraba Parsons a la agencia Afp este jueves. ¡°Esperamos escuchar lo que tengan que decir¡±.
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