Putin, Messi y otros 500 intereses masculinos: as¨ª puede explotarse Facebook, ¡°la mayor base de datos de la cultura humana¡±
Un nuevo m¨¦todo emplea las herramientas de marketing de la mayor red social del mundo para tratar de entender c¨®mo somos
Los intereses generales de los humanos no suelen ser un misterio. Pero ver una clasificaci¨®n mundial de 500 intereses por g¨¦nero seg¨²n los datos internos de Facebook, la mayor red social del mundo, produce cierta impresi¨®n. Una serie de intereses muy te¨®ricamente masculinos incluyen a Vladimir Putin, Leo Messi, pescar, lenguajes de programaci¨®n o el p¨®ker, mientras que m¨¢s mujeres prefieren el chocolate, Walt Disney, dise?o interior, tatuajes o el vino. A partir de ah¨ª, la variedad crece.
Los datos surgen de analizar m¨¢s de 45.000 intereses que Facebook asigna a sus usuarios y separarlos seg¨²n g¨¦nero: si en m¨¢s de un 90% de pa¨ªses un inter¨¦s domina un g¨¦nero, los investigadores lo vinculan a ese g¨¦nero. Si, en cambio, la diferencia de g¨¦nero var¨ªa y en un 30% de pa¨ªses lo prefieren hombres y en otro 30% mujeres, lo dejan sin g¨¦nero espec¨ªfico. As¨ª ocurre con intereses como ¡°forma f¨ªsica¡±, ¡°patrimonio de la humanidad¡±, ¡°escuela de lenguas¡± o ¡°donaci¨®n de sangre¡±. La mayor¨ªa de intereses por g¨¦nero son b¨¢sicos: f¨²tbol, coches, tecnolog¨ªa para hombres; familia, belleza, comida para mujeres. Pero hay cosas curiosas: a los hombres les interesa m¨¢s el chino, el ruso y Nueva York, y a las mujeres, el espa?ol y Ciudad de M¨¦xico.
Este estudio es solo un ejemplo menor de una herramienta que sus autores le auguran un mayor ¨¦xito. ¡°A trav¨¦s de sus actividades online y offline, los usuarios revelan sus intereses, creencias y preferencias a Facebook¡±, dice Klaus Desmet, profesor de Econom¨ªa de la Southern Methodist University (SMU) de Dallas y uno de los coautores. ¡°Con esta informaci¨®n, Facebook ha creado sin querer la base de datos m¨¢s grande del mundo sobre la cultura humana¡±, a?ade.
En un trabajo conjunto de la Universidad Carlos III de Madrid, el Instituto Max Planck de Berl¨ªn y la universidad estadounidense SMU, y titulado Ampliando la medici¨®n de la cultura con una muestra de dos mil millones de humanos aspiran a ofrecer un sistema nuevo para entender la cultura humana global. ¡°Quer¨ªamos hacer la herramienta, el martillo. Ya se clavar¨¢n los clavos¡±, dice Rub¨¦n Cuevas, profesor de Ingenier¨ªa de la Universidad Carlos III, en referencia a ejemplos concretos como las diferencias de g¨¦nero. ¡°El objetivo del art¨ªculo no es contestar preguntas, sino facilitar una herramienta y poner en valor que Facebook o Google tienen unos datos que pueden servir para eso y ayudar a hacer pol¨ªticas p¨²blicas¡±, a?ade.
Happy to share our new WP that uses data on 60K Facebook interests of 2 billion people to propose new measures of cultural distances between populations (https://t.co/gTZixIIubk and https://t.co/DNPRNHf2hH) with @klausvanieper @acrumin @rcuevasrumin @iyadrahwan @EdmondAwad pic.twitter.com/zadrFQSpVu
— ?mer ?zak (@OmerOzakEcon) September 21, 2020
El m¨¦todo pretende contribuir a lo que hasta ahora los cient¨ªficos sociales hac¨ªan b¨¢sicamente con sondeos. El m¨¢s conocido ha sido tradicionalmente la Encuesta Mundial de Valores que ha servido de control para los investigadores de este trabajo. Una de las pruebas que hicieron para ver si el m¨¦todo era fiable fue reunir los pa¨ªses por cercan¨ªa cultural en un gr¨¢fico. Salieron cosas razonablemente curiosas: Espa?a como pareja de Italia, Portugal con Brasil, M¨¦xico con Per¨², Reino Unido m¨¢s cerca de pa¨ªses anglosajones que de Europa y Puerto Rico m¨¢s cerca de Am¨¦rica Latina que de EE UU. Dentro de los pa¨ªses, las comunidades aut¨®nomas espa?olas son mucho m¨¢s cercanas entre s¨ª seg¨²n sus intereses (y Canarias es la m¨¢s distinta) que con otros pa¨ªses europeos.
Es una de las cosas que m¨¢s ha sorprendido a Desmet: ¡°Las fronteras nacionales son muy importantes en la configuraci¨®n de la cultura¡±, dice. ¡°Esto significa que hay algo as¨ª como una cultura nacional, un conjunto de intereses que nos une como naci¨®n. Hay muy pocas excepciones a esto. Un ejemplo de excepci¨®n es Flandes: est¨¢ m¨¢s cerca de la parte sur de los Pa¨ªses Bajos, que de la parte franc¨®fona de B¨¦lgica¡±, a?ade.
El m¨¦todo habitual de los sondeos tiene, seg¨²n los investigadores, algunos defectos: ¡°Es caro, y por eso se hace solo a nivel nacional y no subnacional; se focaliza en aspectos que los cient¨ªficos sociales creen importantes y no deja expresarse a la gente, y no es completo porque no puede preguntarlo todo¡±, dice Desmet. ¡°Facebook y otras plataformas son parecidas a los etn¨®grafos que observan discretamente las poblaciones humanas durante largos per¨ªodos de tiempo, con la diferencia de que el etn¨®grafo puede tardar un a?o en observar una sola aldea, mientras que Facebook observa millones de personas continuamente¡±, a?ade.
¡°Este m¨¦todo persigue incrementar las dimensiones que se pueden evaluar en cultura, que incluye gustos musicales, culinarios, deportivos, comportamientos, ropa¡±, a?ade ?ngel Cuevas, profesor de ingenier¨ªa de la Universidad Carlos III.
Las soluciones que conlleva este nuevo m¨¦todo respecto a los problemas de los sondeos parecen claras, pero el art¨ªculo fue enviado a revistas acad¨¦micas de m¨¢s renombre y en algunos casos etn¨®grafos tradicionales rechazaban este m¨¦todo: ¡°No ve¨ªan que se pudiera hacer estos sondeos de otra manera¡±, dice Rub¨¦n Cuevas.
Desmet cree que los datos de Facebook permiten ¡°sin coste¡± analizar cualquier grupo humano, no solo geogr¨¢fico, tambi¨¦n generacional, educativo, urbano. Permite adem¨¢s que sea el usuario el que defina qu¨¦ es m¨¢s importante. Y sin apenas l¨ªmites en el n¨²mero de intereses. En el art¨ªculo los investigadores escogieron 60.000 intereses para medir la cultura de grupos geogr¨¢ficos, entre ellos la cocina, la pol¨ªtica, la espiritualidad, la familia, los deportes, los coches, la poes¨ªa, los ordenadores y cualquier ¨¢mbito humano que podamos imaginar.
Estos intereses deben ser luego escogidos y equilibrados para medir cosas m¨¢s concretas. Por ejemplo, ?ngel Cuevas propone un hipot¨¦tico ¡°¨ªndice de educaci¨®n ecol¨®gica¡± o, en un trabajo que llevan tiempo mirando, qu¨¦ comunidades de inmigrantes se adaptan mejor a sus pa¨ªses de acogida. El problema es que para hacer esas mediciones hay que escoger variables adecuadas y controlar los sesgos posibles.
Por ejemplo, un detalle sobre g¨¦nero que han mirado es que en los pa¨ªses desarrollados las diferencias entre g¨¦nero son mayores que las geogr¨¢ficas: ¡°En pa¨ªses desarrollados, como Alemania, la divisi¨®n de g¨¦nero tiende a ser mayor que la divisi¨®n regional, mientras que en pa¨ªses en desarrollo, como Kenia, la diferencia entre los hombres y las mujeres es menor que la diferencia promedio entre sus provincias¡±, explica Desmet.
Sud¨¢frica, centro cultural del mundo
Tambi¨¦n han observado cu¨¢l ser¨ªa el hipot¨¦tico centro cultural del mundo, el lugar que deber¨ªa ser nuestra Arca de No¨¦ si quisi¨¦ramos salvar el mayor n¨²mero de culturas posible: ¡°Si toda la poblaci¨®n mundial tiene que reunirse en un pa¨ªs y elegimos el pa¨ªs que minimiza la distancia cultural que todos tendr¨ªan que viajar, y utilizando datos de 225 pa¨ªses, nuestro an¨¢lisis revela que ese pa¨ªs ser¨ªa Sud¨¢frica. Mucha gente podr¨ªa haber pensado que Estados Unidos o alg¨²n pa¨ªs occidental ser¨ªa el centro. Pero Sud¨¢frica es uno de los pocos pa¨ªses con una poblaci¨®n africana, europea y asi¨¢tica considerable¡±, dice Desmet.
Una de las preguntas que sobrevuela esta hipot¨¦tica aproximaci¨®n es qu¨¦ dice Facebook sobre si va a permitir esta actividad con una herramienta que en realidad sirve para poner anuncios en la red social. La compa?¨ªa no ha respondido a preguntas de este peri¨®dico sobre su hipot¨¦tica decisi¨®n. Pero Desmet est¨¢ ¡°convencido¡± de que no pondr¨¢n problemas, siempre que se cumplan unas garant¨ªas m¨ªnimas. ¡°Para un cient¨ªfico social, los datos recopilados por estas empresas son una verdadera mina de oro. Y es importante aclarar que solo utilizamos la frecuencia de diferentes intereses de Facebook a nivel de grupos de poblaci¨®n y no necesitamos ni usamos datos individuales¡±, explica.
Facebook no es la ¨²nica candidata. Todas las redes sociales perfilan a sus usuarios para personalizar anuncios. Pero Facebook tiene hoy la ventaja del tama?o y de la profundidad de observaci¨®n: ¡°Facebook observa la actividad online de sus usuarios, no solo en su propia plataforma, sino tambi¨¦n en todos los sitios web y aplicaciones donde tiene presencia. Rastrea tambi¨¦n muchas de las actividades en la vida real de sus usuarios con el GPS. As¨ª, si sales a correr todos los d¨ªas o vas al bar en la esquina de la calle, es probable que Facebook lo sepa¡±, dice Desmet.
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