M¨®nica Ojeda, pedagoga: ¡°Los adolescentes utilizan sus im¨¢genes sexuales como moneda de cambio o como prueba de amor¡±
La premiada investigadora del ¡®sexting¡¯ destaca c¨®mo a las chicas se las juzga socialmente de forma m¨¢s dura por el mismo comportamiento que a los chicos
¡°?Por qu¨¦ esta magn¨ªfica ciencia aplicada, que ahorra trabajo y hace la vida m¨¢s f¨¢cil, nos trae tan poca felicidad?¡±. La pregunta se la hac¨ªa Albert Einstein en febrero de 1931 a los estudiantes del Instituto Tecnol¨®gico de California. Entonces, internet a¨²n era un sue?o y el f¨ªsico interpelaba a los alumnos por una de sus obsesiones: el bien humano como finalidad del progreso tecnol¨®gico. ¡°La respuesta simple es: porque todav¨ªa no hemos aprendido a utilizarla con sensatez¡±, se contest¨® el cient¨ªfico.
Esta reflexi¨®n abre la investigaci¨®n de M¨®nica Ojeda P¨¦rez, pedagoga nacida en la capital andaluza hace 30 a?os, sobre el sexting, el intercambio de contenidos de car¨¢cter sexual a trav¨¦s de internet, en la adolescencia. El trabajo de Ojeda, que es ahora profesora en la Universidad de Sevilla, de donde forma parte del grupo de investigaci¨®n sobre agresiones interpersonales y desarrollo socioemocional, le ha valido los galardones de la Fundaci¨®n Centro de Estudios Andaluces (Centra), el Premio Joven a la Cultura Cient¨ªfica y el de Mejor Publicaci¨®n Cient¨ªfica de Psicolog¨ªa de la Universidad de Sevilla con participaci¨®n de j¨®venes. La investigadora defiende la premisa de Einstein: la clave est¨¢ en el uso que se haga de la tecnolog¨ªa, la llave para que sea una puerta a la felicidad, a la desgracia o al delito.
Pregunta. El sexting, el intercambio de contenidos er¨®ticos, ha existido siempre. Sin embargo, el t¨¦rmino se generaliza en 2008.
Respuesta. Muchas veces pensamos que las cosas que est¨¢n surgiendo ahora y que nos preocupan son novedosas, pero antes tambi¨¦n se enviaban cartas con contenido er¨®tico o con fotos. Incluso dibujos prehist¨®ricos tienen contenido sexual. Es cierto que el dibujo no es lo mismo que una imagen en la que se ve a una persona. Ah¨ª hay un matiz importante. Pero lo realmente novedoso es internet, que lo cambia todo. El hecho de que sea tan f¨¢cil difundir el contenido y que llegue a otras personas es lo que hace que salten las alarmas.
P. Pero el sexting es tambi¨¦n beneficioso.
R. Ese es el gran dilema. El sexting, efectivamente, es como todo lo que nos rodea: no hay nada que sea totalmente malo o bueno en t¨¦rminos generales, sino que depende del uso que hagamos. Internet nos aporta much¨ªsimos beneficios. Las redes sociales, tambi¨¦n. El sexting no tiene por qu¨¦ ser malo. De hecho, se ha visto ya que tiene consecuencias positivas en ciertas relaciones de pareja, por ejemplo, a distancia o que ayuda a fortalecer la pasi¨®n. Pero, como todo, depende del uso que se haga.
El ¡®sexting¡¯ no tiene por qu¨¦ ser malo. De hecho, tiene consecuencias positivas en ciertas relaciones de pareja, por ejemplo, a distancia o ayuda a fortalecer la pasi¨®n
P. ?Cu¨¢ndo es perjudicial?
R. El comportamiento que ha mostrado ser m¨¢s da?ino es el reenv¨ªo sin consentimiento, que se difunda ese contenido m¨¢s all¨¢ del destinatario deseado. Yo puedo tener un acuerdo con mi pareja y hacerlo de forma privada y consensuada, pero el riesgo est¨¢ en que, posteriormente, se difunda. Es muy perjudicial, sobre todo para las chicas, porque existe un t¨¦rmino que se llama ¡°doble est¨¢ndar sexual¡± que caracteriza a este fen¨®meno. Fundamentalmente, consiste en que, por el mismo comportamiento, se juzga socialmente de forma mucho m¨¢s dura a las chicas que a los chicos. Eso conlleva un mayor impacto emocional.
P. ?Es habitual el sexting?
R. Uno de los de los aportes de nuestra investigaci¨®n es que hemos validado cient¨ªficamente un cuestionario, el SBM-Q, para medir de forma detallada los comportamientos de sexting, tanto el env¨ªo y recepci¨®n de contenido propio como el reenv¨ªo sin consentimiento y la recepci¨®n de reenv¨ªos. Tambi¨¦n los motivos. Lo que hemos visto es que el 8,1% de adolescentes env¨ªa contenido propio, pero es muy llamativo que el 9,3% reenv¨ªa sin consentimiento contenido de otras personas. Como vemos, no es que sea com¨²n, no es una pr¨¢ctica que realice la gran mayor¨ªa, pero s¨ª es cierto que est¨¢ normalizada y que, en muchas ocasiones, lo ven como algo normal en parejas o entre amigos. Concretamente, ese porcentaje de reenv¨ªos sin consentimiento es preocupante. Tambi¨¦n hemos visto que al 21,2% le llega contenido de este tipo, por ejemplo, de su pareja o compa?ero ¨ªntimo, pero el 28,4% recibe contenidos de otras personas sin consentimiento.
P. ?Es m¨¢s com¨²n entre adolescentes?
R. El sexting aumenta a medida que se crece. Lo hacen m¨¢s los adultos, pero, claramente, en la etapa evolutiva de la adolescencia conlleva mucho m¨¢s riesgo porque en ese momento sabemos que se est¨¢ formando todav¨ªa nuestra identidad, estamos explorando la sexualidad y, adem¨¢s, existe la necesidad de ser aceptados en el grupo de iguales. Los juicios sociales que se realizan sobre las personas implicadas afectan a su reputaci¨®n y tiene consecuencias muy graves, da?ando tambi¨¦n la autoestima. Por lo tanto, las consecuencias pueden ser m¨¢s graves, aunque no lo hagan m¨¢s los adolescentes. Algunos estudios elevan al 50% o m¨¢s la pr¨¢ctica de sexting entre adultos emergentes y de m¨¢s edad.
Los chicos est¨¢n empezando a visualizar pornograf¨ªa a los ocho a?os. Eso contribuye a normalizar los contenidos er¨®tico-sexuales
P. ?Por qu¨¦ se normaliza entre los adolescentes?
R. Se han visto distintas causas. Por un lado, cada vez tienen acceso antes a la pornograf¨ªa a trav¨¦s de internet. Los chicos est¨¢n empezando a visualizarla a los ocho a?os. Eso contribuye a normalizar los contenidos er¨®tico-sexuales. En la adolescencia tambi¨¦n ocurre que el grupo de iguales es muy importante y llegan a utilizar el sexting como una moneda de cambio, sobre todo en el caso de los chicos. Si muestran fotos de chicas que le han enviado, aumenta su reputaci¨®n en el grupo y el estatus social. De hecho, si las im¨¢genes son de chicas de su entorno, es mucho m¨¢s relevante que si es pornograf¨ªa. Muchos chicos lo utilizan para aumentar su popularidad y eso contribuye a que forme parte de la cultura adolescente. Por otro lado, tambi¨¦n est¨¢ el exhibicionismo en internet o extimidad, que nos lleva a mostrar la vida privada, nuestro lado m¨¢s ¨ªntimo, en las redes sociales. Todo est¨¢ contribuyendo.
P. ?Est¨¢ relacionado el sexting con el acoso?
R. La victimizaci¨®n s¨ª que se ha estudiado en mayor medida y se ha visto que existe una relaci¨®n entre enviar contenido sexual y que, despu¨¦s, te conviertan en v¨ªctima. En nuestro estudio hemos encontrado que s¨ª que existe una relaci¨®n significativa entre ser agresor y reenviar sin consentimiento contenido er¨®tico-sexual. Este comportamiento de reenv¨ªo es m¨¢s com¨²n entre chicos y se ha convertido ya en una nueva forma de ciberviolencia, una nueva forma mediante la que los acosadores da?an a la v¨ªctima.
P. ?Y con el cibercotilleo (cibergossip)?
R. Es importante saber que el cotilleo puede ser positivo o negativo, en funci¨®n del tipo de rumor que se difunda. Puede ser una forma de fortalecer las relaciones sociales, pero tambi¨¦n es negativo si lo que se difunde es perjudicial. Entre el sexting y el cibercotilleo hay una relaci¨®n rec¨ªproca que tiene mucho que ver con la necesidad de ser popular. Es muy importante trabajarlo desde la educaci¨®n primaria porque muchas veces no se es consciente del da?o que causa hablar de forma negativa de otras personas.
Tanto chicos como chicas env¨ªan contenido er¨®tico-sexual propio, lo realizan por igual, no hay diferencias significativas. Las consecuencias no son iguales
P. ?El sexting es m¨¢s propio de hombres que de mujeres?
R. Tanto chicos como chicas env¨ªan contenido er¨®tico-sexual propio, lo realizan por igual, no hay diferencias significativas. S¨ª es cierto que, en el resto de los comportamientos, la recepci¨®n o el reenv¨ªo, s¨ª que participan m¨¢s los chicos. Pero son los resultados de nuestra investigaci¨®n. En otros estudios puede variar porque influye el contexto y la cultura. Lo que estamos viendo es que las consecuencias no son iguales. En la mayor¨ªa de las ocasiones, el chico consigue esa reputaci¨®n y afianzamiento dentro de su grupo de iguales, pero en las chicas es m¨¢s complejo por el doble est¨¢ndar sexual. Ellas sienten que deben ser atractivas y activas en internet, al tiempo que se las censura por ello y se las juzga socialmente. Se las insulta y se da?a su reputaci¨®n. Por otro lado, tambi¨¦n pueden sufrir la presi¨®n de la pareja que le pide una foto. Muchas veces, si no la env¨ªan, creen que su pareja va a pensar que no le quiere o que no conf¨ªa en ¨¦l. Por eso, en estas ocasiones, se convierte en una prueba de amor.
P. ?Se puede hacer de forma segura?
R. Hay un contundente respaldo de la literatura cient¨ªfica de que tenemos que actuar ante todos los comportamientos. Claramente, tenemos que evitar el reenv¨ªo sin consentimiento, que es el m¨¢s da?ino, pero tambi¨¦n tenemos que ense?ar qu¨¦ hacer si se recibe. Adem¨¢s, lo primero que tiene que pensar quien se plantee enviar este tipo de contenido es si realmente quiere. Si decide enviarlo, libremente y sin presi¨®n, entonces hay que saber c¨®mo hacerlo de forma segura. Igual que se ense?a en las escuelas c¨®mo evitar infecciones de transmisi¨®n sexual o un embarazo no deseado, se debe formar sobre la importancia del consentimiento. Hemos identificado 15 l¨ªneas de actuaci¨®n relevantes, entre las que sobresale la formaci¨®n en el uso seguro y saludable de las tecnolog¨ªas, que ya no son solo de la informaci¨®n, sino tambi¨¦n de la relaci¨®n, o trabajar desde una perspectiva de g¨¦nero. Aunque haya consentimiento y se conf¨ªe en la otra persona, hay que seguir una serie de recomendaciones. Por ejemplo, intentar que en la imagen no salga nada que te pueda identificar, como tatuajes o marcas. Tambi¨¦n hay aplicaciones que permiten pixelar la cara o quitar los metadatos, que incluye informaci¨®n personal como la ubicaci¨®n. Tambi¨¦n es necesario usar canales seguros, con cifrado o bloqueo de captura de pantalla o plataformas que permitan que el mensaje se autodestruya. Es importante borrar la imagen y que el destinatario tambi¨¦n lo haga o atribuirle una contrase?a, que sea segura. No vale la fecha de nacimiento. De esta forma, podremos contribuir a una comunicaci¨®n ¨ªntima saludable y un uso seguro de las tecnolog¨ªas.
Puedes escribirnos a rlimon@elpais.es, seguir a EL PA?S TECNOLOG?A en Facebook y Twitter y apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.