La paradoja de los mentirosos
Raymond Smullyan populariz¨® en la segunda mitad del siglo XX unos acertijos, inspirados en la famosa paradoja del mentiroso, protagonizados por unos personajes que siempre dec¨ªan la verdad y otros que siempre ment¨ªan
En la segunda mitad del siglo XX, el gran l¨®gico, matem¨¢tico e ilusionista Raymond Smullyan populariz¨® unos acertijos, inspirados en la famosa paradoja del mentiroso, protagonizados por unos personajes que siempre dec¨ªan la verdad y otros que siempre ment¨ªan, a los que Smullyan llamaba, respectivamente, caballeros y escuderos. Unos acertijos impecables desde el punto de vista l¨®gico, adem¨¢s de muy divertidos, pero de dudosa consistencia filos¨®fica, ya que afirmar a priori la absoluta sinceridad -o mendacidad- de un ser humano equivale a negarle la posibilidad de cambiar, o lo que es lo mismo, el ejercicio de su libre albedr¨ªo; lo que hace, dicho sea de paso, que la paradoja del mentiroso sea doblemente parad¨®jica.
Parad¨®jica o, seg¨²n como se formule, sencillamente absurda, como en la versi¨®n ofrecida por san Pablo en su ep¨ªstola a Tito, en la que dice, citando a Epim¨¦nides: ¡°Cierto es el testimonio de uno de ellos que dijo que los cretenses mienten siempre¡±. Una afirmaci¨®n disparatada, am¨¦n de xen¨®foba, m¨¢s que parad¨®jica (la paradoja desaparece al comprender que es Pablo el que miente o desbarra al dar por cierto el testimonio), en tanto que referida a los habitantes de la isla de Creta, pero que acab¨® siendo cierta muchos siglos despu¨¦s al aplicarse al planetoide artificial del mismo nombre.
Los cretenses (algunos prefieren denominarlos cretianos para evitar confusiones, y otros los llaman cretinos) son androides programados para mentir siempre (restos de un gigantesco experimento sociol¨®gico del que nadie recuerda los detalles ni los motivos), lo que convierte el gigantesco ordenador central del planetoide Creta -al que est¨¢n conectados todos los androides- en uno de los m¨¢s importantes dep¨®sitos de informaci¨®n jam¨¢s construidos, ya que para contestar de manera veraz -o falaz- todas las preguntas hay que conocer todas las respuestas.
Con lo cual, parad¨®jicamente, el planetoide de los mentirosos es el lugar del universo en el que con mayor seguridad se puede obtener informaci¨®n fidedigna. No hay mejor manera de encontrar algo o a alguien que preguntarles a los cretenses d¨®nde no est¨¢.
Los textos de esta serie son breves aproximaciones narrativas a ese ¡°gran juego¡± de la ciencia, la t¨¦cnica y la tecnolog¨ªa, tres hilos inseparables de una misma trenza, que est¨¢ transformando el mundo cada vez m¨¢s deprisa y en el que todas/os debemos participar como jugadoras/es, si no queremos ser meros juguetes.
Puedes seguir a EL PA?S TECNOLOG?A en Facebook y Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.