Clara Sorrenti contra Kiwi Farms: c¨®mo una activista trans ha derribado la ¡®peor p¨¢gina de internet¡¯

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Al abrir la puerta de casa, la activista trans Clara Sorrenti vio el ca?¨®n de una pistola. La polic¨ªa la detuvo y registr¨® la casa porque hab¨ªan recibido un email donde ella presuntamente amenazaba con una masacre. Solo que no era verdad. La denuncia era falsa y la polic¨ªa se disculp¨®, pero para Sorrenti era la prueba de que empezaban semanas terribles de su vida.

La denuncia falsa ten¨ªa su origen en un foro online llamado Kiwi Farms. Fue creado hace m¨¢s de una d¨¦cada como escisi¨®n de 8chan, otro foro m¨¢s c¨¦lebre dedicado desde lo pol¨ªticamente incorrecto al extremismo cercano al terrorismo. Kiwi Farms se hab¨ªa especializado en desvelar la identidad y publicar detalles privados [doxing en ingl¨¦s] de gente que por alg¨²n motivo odiaban. La comunidad trans era uno de sus objetivos favoritos. Sus v¨ªctimas eran llamadas ¡°lolcows¡± [palabra surgida de lol, un acr¨®nimo de ¡°re¨ªrse mucho¡± y vacas] y los describ¨ªan as¨ª: ¡°Gente de comportamiento exc¨¦ntrico que pueden ser ¡®orde?ados¡¯ para entretenerse¡±.

Sorrenti es una c¨¦lebre streamer en Twitch, conocida como Keffals, que suele comentar pol¨ªticas anti trans en EE UU. En julio denunci¨® en su canal la actividad de Kiwi Farms y el acoso que recib¨ªa. Sorrenti era una v¨ªctima m¨¢s. Medios estadounidenses vinculan a la actividad de la p¨¢gina con al menos tres suicidios en los ¨²ltimos a?os. Su notoriedad era tal que sus propios usuarios discut¨ªan si eran de verdad ¡°la peor p¨¢gina de internet¡±. Near, la autora de este hilo, se suicid¨® poco despu¨¦s, seg¨²n Vice.

En julio, unas semanas antes de la aparici¨®n de la polic¨ªa en su casa de London, Ontario (Canad¨¢), Keffals hizo un directo en Twitch donde habl¨® de Kiwi Farms. Ir a la guerra contra un foro como Kiwi Farms es un riesgo dif¨ªcil de asumir para una persona sola: es llamar la atenci¨®n de miles de personas que controlan una gran manguera de esti¨¦rcol y la pueden apuntar en cualquier direcci¨®n.

Sorrenti abandon¨® su casa y fue a un hotel. Para anunciar que estaba bien, tuite¨® la foto de su gato encima de una s¨¢bana. Los foreros de Kiwi Farms repasaron montones de fotos de hoteles de la zona para saber a cu¨¢l pertenec¨ªan. Cuando lo encontraron empezaron a mandarle pizzas. Sorrenti continu¨® huyendo, pero hackearon su cuenta de Uber, le enviaron pagando con su dinero pedidos de comida y amenazaron a su familia con mensajes en el contestador.

Sorrenti decidi¨® irse al extranjero. Cuando llevaba unos d¨ªas en Belfast (Irlanda del Norte), un tipo se present¨® ante su casa con un cartel amenazante. Tambi¨¦n lleg¨® la polic¨ªa, pero esta vez pudieron explicarles qu¨¦ ocurr¨ªa antes de ser enca?onada. A¨²n no sabe c¨®mo la encontraron.

La soluci¨®n para Sorrenti, antes de que ocurriera una desgracia mayor, era evitar que los usuarios de Kiwi Farms pudieran coordinarse. ?C¨®mo? Eliminando el foro de internet.

C¨®mo se borra una p¨¢gina de internet

El esfuerzo de Sorrenti y de la gente que apoy¨® su causa apunta a uno de los grandes problemas de internet: c¨®mo es posible intentar suprimir una p¨¢gina. Un post en una red social tiene un responsable claro: la compa?¨ªa que lo publica, con sus reglas de moderaci¨®n. Pero una p¨¢gina de internet es m¨¢s complicado. Keffals encontr¨® el ¨²nico punto de presi¨®n razonable: Cloudflare. Cloudflare es una gran corporaci¨®n global que se dedica a alojar, redirigir y proteger millones de p¨¢ginas en internet. Presumen de dar servicio al 20% de la red. Uno de ellos era Kiwi Farms.

En plena pol¨¦mica, el 31 de agosto, Cloudflare sac¨® un post donde, sin citar a Kiwi Farms, dec¨ªan que no pod¨ªan abusar de su posici¨®n de poder en internet. No les tocaba ni pod¨ªan convertirse en la polic¨ªa de la libertad de expresi¨®n ni el ¨²ltimo recurso para el discurso inmoral: ¡°Algunos dicen que deber¨ªamos cancelar nuestros servicios con el contenido que consideramos censurable para que otros puedan lanzar ataques y dejarlo sin conexi¨®n¡±, escrib¨ªa el presidente ejecutivo, Matthew Prince. ¡°Es un argumento equivalente en el mundo f¨ªsico a que el departamento de bomberos no responda a los incendios en los hogares de personas que no poseen suficiente car¨¢cter moral¡±.

Cloudflare, entre otras cosas, ofrece el servicio de protecci¨®n ante ataques masivos de negaci¨®n de servicio. Son el presunto equivalente de bomberos en el mundo real. En el mundo real, los aliados de Kefalls hubieran dicho, seg¨²n Cloudflare: aparta, porque queremos quemar esta casa. En el mundo digital dec¨ªan, en cambio: quita la protecci¨®n que queremos lanzar miles de bots contra esta p¨¢gina para que no sea accesible. Es, sin embargo, un argumento inexacto: Cloudflare es una empresa, no un servicio p¨²blico, con el problema a?adido de que es demasiado grande y le caen decisiones que igual no le tocan.

El deseo de no ser bomberos les dur¨® cuatro d¨ªas. En otro post anunciaban que dejaban caer, a su pesar, Kiwi Farms: ¡°Es una decisi¨®n excepcional y, dado el papel de Cloudflare como proveedor de infraestructura de Internet, es una iniciativa peligrosa con la que no nos sentimos c¨®modos¡±, escrib¨ªa Prince. ¡°Sin embargo, la ret¨®rica en el sitio de Kiwi Farms y las amenazas selectivas se han intensificado en las ¨²ltimas 48 horas hasta el punto de que creemos que hay una situaci¨®n de emergencia sin precedentes y una amenaza inminente a la vida humana¡±.

Es un asunto extremadamente delicado. Da para largos debates. Cloudflare es una empresa privada quien finalmente decide cu¨¢ndo cede a presiones externas. En este caso hab¨ªa gente en peligro real. Los gobiernos y las fuerzas policiales nacionales no tienen capacidad o ganas para controlar este tipo de foros globales, donde miles de j¨®venes aburridos y odiosos intentan destrozar la vida de otros solo para entretenerse. En Alemania ha habido un caso donde la polic¨ªa ha detenido a una joven por publicar datos privados en internet de una de las v¨ªctimas de Kiwi Farms.

Kiwi Farms pas¨® en internet a otros proveedores, pero ninguno le aseguraba la protecci¨®n de Cloudflare. Ahora, unos d¨ªas despu¨¦s, sigue sin poder volver a internet. Son un canal de Telegram con 10.000 seguidores. Su ca¨ªda parece que se ha llevado por delante a las otras dos p¨¢ginas que Cloudflare hab¨ªa expulsado: en 2017 el sitio neonazi Daily Stormer y en 2019 el foro conspiranoico y extremista 8kun, heredero de 8chan, origen de Kiwi Farms.

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