Brett Scott: ¡°En la actual fase del capitalismo, pagar en efectivo es un acto casi revolucionario¡±
El ex br¨®ker sudafricano analiza en su libro ¡®Cloud Money¡¯ c¨®mo los pagos digitales nos conducen a una sociedad en la que las grandes tecnol¨®gicas asumir¨¢n un poder ¡°jam¨¢s visto en la historia¡±
Los pagos con tarjeta le est¨¢n comiendo poco a poco el terreno al dinero en efectivo. Detr¨¢s de esa silenciosa transici¨®n hacia un mundo sin monedas ni billetes hay algo m¨¢s que comodidad: el sistema financiero y las grandes tecnol¨®gicas buscan ampliar su cuota de poder. Eso sostiene el antrop¨®logo y activista financiero Brett Scott en su libro Cloud Money, que Debate acaba de publicar en castellano. Controlar la infraestructura de pagos y la informaci¨®n sobre las transacciones es la ¨²ltima frontera que le queda por traspasar a las Big Tech. Y vamos derechos hacia all¨¢.
¡°El dinero en efectivo es capitalista y al mismo tiempo limita la expansi¨®n del capitalismo¡±, sostiene este sudafricano nacido en Durban hace 40 a?os. Los pagos digitales aportan informaci¨®n muy valiosa que no solo pueden aumentar la vigilancia sobre la poblaci¨®n, sino que aportan pistas a las empresas para conocer mejor a los clientes y ofrecerles nuevos servicios. Tras estudiar Antropolog¨ªa, Scott se mud¨® a Londres para trabajar como br¨®ker. Vivir la crisis de 2008 desde los rascacielos de la City le hizo cambiar el paso. Empez¨® a colaborar con ONG, artistas y a investigar la intersecci¨®n entre el sistema financiero y la tecnolog¨ªa, tema sobre el que ha escrito tres libros y un informe para la ONU, que en 2016 le pidi¨® que explorara el potencial de blockchain y las criptomonedas
PREGUNTA. ?Deber¨ªamos tratar de no pagar con tarjeta?
RESPUESTA. No digo que no las usemos, pero hay que buscar un equilibrio de poder en el sistema monetario. Los bancos no deber¨ªan dominar el juego, siempre es malo que unas pocas compa?¨ªas muy grandes obtengan demasiado poder. Al final se trata de mantener cierto grado de descentralizaci¨®n. Los pagos con tarjeta no son flujos de dinero entre particulares y bancos: hay un tercer actor, los intermediarios como Visa o Mastercard, a los que se est¨¢n sumando otros como Google o Apple. Imagine que el efectivo es un servicio p¨²blico de bicicletas y el sistema de pagos digitales es Uber. Puedes ser usuario de Uber, pero eso es distinto a decir que adem¨¢s hay que eliminar los carriles bici de las ciudades. No tengo nada contra los sistemas digitales, solo digo que habr¨ªa que conservar un equilibrio entre ambos. Imag¨ªnate que Uber fuese el ¨²nico m¨¦todo de transporte: lo sabr¨ªa todo sobre nosotros, desplegar¨ªa m¨¢s coches en los barrios m¨¢s pudientes y evitar¨ªa los m¨¢s pobres¡
P. En el libro subraya que Paul Armer, un inform¨¢tico, advirti¨® ya en 1968 ante el Senado de EE UU del peligro de que se registrasen todas las transacciones econ¨®micas de la gente. Entonces se consideraba inviable. ?Estamos m¨¢s cerca de ese punto?
R. Espa?a no est¨¢ todav¨ªa ah¨ª, aqu¨ª para las peque?as compras todav¨ªa se usa el efectivo. Tienen un buen equilibrio. Pero en Reino Unido, donde he vivido diez a?os, las monedas y los billetes est¨¢n desapareciendo: solo suponen un 10%. La informaci¨®n que aportan los pagos es la ¨²ltima frontera de datos que quedaba por registrarse. Reflejan realmente c¨®mo se comporta una sociedad. Durante las protestas en Hong Kong, los manifestantes empezaron a hacer cola en los mostradores del metro para pagar en efectivo. Precisamente porque sab¨ªan que las aplicaciones digitales que sol¨ªan usar para comprar los billetes pueden hacer un seguimiento de qui¨¦n, d¨®nde y cu¨¢ndo ha usado ese transporte para ir a d¨®nde.
P. El sector financiero no es el ¨²nico que presiona por acabar con el efectivo, dice usted, sino que tambi¨¦n lo hacen las instituciones p¨²blicas. ?Por qu¨¦?
R. Hay que tener en cuenta que vivimos en sociedades liberales en las que, por alg¨²n motivo, ha triunfado la idea de que la creciente automatizaci¨®n de procesos es el camino del progreso. Muchos pol¨ªticos creen que se trata de actualizarse, cuando realmente significa hace a la gente dependiente de grandes sistemas corporativos. El sector p¨²blico dice que registrando los pagos puede hacer un seguimiento m¨¢s exhaustivo del pago de impuestos y rastrear posibles cr¨ªmenes. Sucede tambi¨¦n que los guardianes del efectivo, los bancos centrales, no invierten en publicidad y marketing, como s¨ª hacen Visa, Mastercard, las fintech y las Big Tech: nos est¨¢n colocando el mensaje de que el efectivo es malo, que es una r¨¦mora del pasado y fomenta el crimen.
P. Este ¨²ltimo, combatir el crimen, es el gran argumento esgrimido contra el dinero en efectivo. ?Est¨¢ de acuerdo con ¨¦l?
R. Hay dos formas de responder a esta cuesti¨®n. La primera es que en el sistema digital hay much¨ªsimo crimen y lavado de dinero. La inmensa mayor¨ªa de la gente usa el efectivo de forma leg¨ªtima. Pero aunque hubiera una proporci¨®n significativa de criminales entre ellos y se decidiese acabar con el efectivo, se crear¨ªan muchos nuevos problemas. El sistema monetario ser¨ªa objeto de vigilancia y censura, se le transferir¨ªa mucho poder pol¨ªtico al sector privado.
P. ?A qu¨¦ se refiere con poder pol¨ªtico?
R. Esencialmente, le estamos dando al sector financiero el control de la infraestructura. Conviene que el alumbrado o las carreteras, las cosas que no puedes dejar de utilizar, no est¨¦n en pocas manos con ¨¢nimo de lucro. Una vez cedes una infraestructura, ya eres reh¨¦n de quien la controla. Cuando en la crisis financiera de 2008 se dec¨ªa que los bancos eran demasiado grandes para quebrar, se reconoci¨® impl¨ªcitamente que dependemos de esos actores. ?Qu¨¦ pasa si a las empresas que gestionan los pagos no les interesa prestar sus servicios a gente de la que no van a obtener beneficios? Las Big Tech se han convertido en infraestructura, y por eso Jeff Bezos est¨¢ ganando unos 200 millones de d¨®lares a la semana sin levantarse de la cama.
¡°En los pr¨®ximos diez a?os surgir¨¢n movimientos pol¨ªticos que reclamar¨¢n una menor dependencia de las Big Tech y la vuelta a los pagos en efectivo¡±Brett Scott
P. Alerta usted del peligro de que se fusionen los sectores financiero y tecnol¨®gico. ?Tenemos motivos para preocuparnos?
R. Ya est¨¢ ocurriendo. La fusi¨®n del sector financiero y de las grandes tecnol¨®gicas alumbrar¨¢ empresas con un poder jam¨¢s visto en la historia de la humanidad. Pero todav¨ªa tenemos alternativas, a¨²n podemos pagar en efectivo. Cuando se acaba con ese sistema es cuando llegan los problemas. Me preocupa que la cosa vaya demasiado lejos. En los pr¨®ximos 10 a?os surgir¨¢n movimientos pol¨ªticos que reclamar¨¢n que dejemos de depender de estos actores tan importantes. Es muy posible que se pida el resurgimiento del efectivo.
P. Sostiene que, cuando hablamos de Gran Hermano, convendr¨ªa distinguir entre Gran Portero y Gran Mayordomo. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Asociamos la idea del Gran Hermano a la supervisi¨®n estatal de nuestras vidas. Pero muchas veces no se piensa en los otros usos de los datos personales. El Gran Portero son las compa?¨ªas que usan los datos para decidir si tienes acceso o no a algo, igual que hacen los porteros de discoteca. Por ejemplo, las agencias de solvencia crediticia, que usan miles de datos obtenidos de tu tel¨¦fono para analizarte e inferir tu nivel socioecon¨®mico. En cuanto al Gran Mayordomo, me refiero a las empresas que usan tus datos para ofrecerte cosas que te interesen. Esa es una frontera poco explorada. Cuando entras en la web de una tienda, a ti te mostrar¨¢n unos productos y a m¨ª otros. La suma del Gran Portero y el Gran Mayordomo generan un control social tremendo. Y sumar los datos de los pagos a esa ecuaci¨®n aumentar¨¢ su efectividad.
P. ?Pagar en efectivo es entonces un acto revolucionario?
R. En esta fase actual del capitalismo global, pagar en efectivo se est¨¢ convirtiendo en algo contracultural. Muchos j¨®venes progresistas han adoptado la ideolog¨ªa que promueve los pagos digitales como sin¨®nimo de progreso y modernidad. Es una victoria cultural enorme de las Big Tech. As¨ª que yo dir¨ªa que s¨ª, pagar en efectivo es un acto casi revolucionario. M¨¢s que usar criptomonedas, que ven¨ªan a ofrecer alternativas pero realmente siguen el mismo discurso que los pagos digitales en tarjeta.
P. Dice en su libro que Bitcoin ¡°permite a las personas imaginarse a s¨ª mismas derrocando el orden econ¨®mico mientras persiguen unas ganancias especulativas en d¨®lares¡±. ?Qu¨¦ opina de las criptomonedas en su conjunto?
R. Se han convertido en una industria muy importante, que tiene el apoyo del capital riesgo de Silicon Valley. La preocupaci¨®n inicial de Bitcoin fue imaginar una sociedad con una moneda controlada por la gente. Yo estuve muy involucrado en sus inicios, pero con el tiempo se convirti¨® en un producto especulativo m¨¢s. No soy criptoesc¨¦ptico: hay f¨®rmulas h¨ªbridas nuevas que est¨¢n emergiendo y tienen buena pinta, pero las criptomonedas no son la soluci¨®n a la hipot¨¦tica desaparici¨®n del efectivo. No atajan el problema b¨¢sico: mantener el equilibrio de poder en el sistema monetario.
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