Del refer¨¦ndum de Catalu?a a #Cu¨¦ntalo: los archiveros guardan tuits que han hecho historia
La Biblioteca Nacional e iniciativas particulares almacenan discusiones e hilos de Twitter, documentos ef¨ªmeros pero imprescindibles para entender nuestro tiempo
La abdicaci¨®n de Juan Carlos I. Los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils. El refer¨¦ndum de independencia de Catalu?a. El desarme de ETA. La erupci¨®n del volc¨¢n de La Palma. Todos estos eventos han marcado la historia reciente de Espa?a, y todos ellos se han narrado a trav¨¦s de Twitter. La red social que ahora dirige Elon Musk ha cobrado un gran protagonismo en los ¨²ltimos a?os, al convertirse en una suerte de plaza p¨²blica virtual en la que todo se discute. Hay pol¨ªticos, artistas y otros personajes de relevancia p¨²blica que hacen anuncios importantes solo en esta plataforma. Su relevancia es tal que algunas instituciones llevan tiempo recopilando lo que en ella se dice.
¡°Es imposible entender el mundo actual sin las redes sociales. Consideramos que los tuits son informaci¨®n en tiempo real que era necesario guardar para captar el desarrollo de los acontecimientos y c¨®mo estos van cambiando¡±, explica Jose Carlos Cerd¨¢n, uno de los responsables del Archivo de la Web Espa?ola, el proyecto de digitalizaci¨®n de la Biblioteca Nacional. Esta iniciativa recoge desde 2016 todo lo que dicen una serie de cuentas de Twitter seleccionadas, principalmente de pol¨ªticos e instituciones oficiales, as¨ª como las de otros personajes p¨²blicos. Se trata de un retrato m¨®vil que se ampl¨ªa o reduce dependiendo del momento. Durante la pandemia, por ejemplo, se recogieron tuits de cient¨ªficos y sociedades m¨¦dicas.
La iniciativa muestra c¨®mo la labor de los archiveros est¨¢ adapt¨¢ndose a los nuevos tiempos. Hasta hace pocos a?os, cuando pasaba algo relevante y se decid¨ªa documentar, bastaba con recuperar los documentos impresos que se generaron en ese momento hist¨®rico. Eso ya no se puede hacer, o al menos no con tanto ¨¦xito: en la era digital, estamos cada vez m¨¢s acostumbrados a la vida sin papel. Los documentos se mueven en internet, y las plataformas en las que se alojan (por ejemplo, p¨¢ginas web y redes sociales) son muy volubles. Pueden desaparecer sin previo aviso, llev¨¢ndose consigo informaci¨®n de inter¨¦s.
DEBIDO A CONTROLES POLICIALES EN LA CIUDAD DE BARCELONA EVITEN LOS DESPLAZAMIENTOS QUE NO SEAN ESTRICTAMENTE NECESARIOS #Barcelona #Rambles
— Protecci¨® civil (@emergenciescat) August 17, 2017
Consciente de ello, la Biblioteca Nacional se hizo en 2016 con Heritrix, una herramienta autom¨¢tica que se ocupa del volcado sistem¨¢tico y masivo de tuits, para generar su repositorio de Twitter. Es el mismo robot que usa Internet Archive, la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro con sede en San Francisco dedicada a guardar archivos, capturas de webs p¨²blicas y recursos multimedia de inter¨¦s p¨²blico. ¡°Durante determinados eventos concretos se genera mucha informaci¨®n en muy poco tiempo, que adem¨¢s es muy ef¨ªmera porque no va a quedar impresa y porque algunas cuentas desaparecen tras el pico informativo. Lo guardamos todo para que sea una especie de c¨¢psula del tiempo y los investigadores puedan ver qu¨¦ sucedi¨® esos d¨ªas¡±, indica Cerd¨¢n.
El archivo de la Web Espa?ola, donde se incluye el archivo de tuits, ocupa de momento 1,5 petabytes (un mill¨®n y medio de gigas, el equivalente a la memoria de 3.000 ordenadores port¨¢tiles convencionales) y lo mantiene un equipo de cuatro profesionales, entre los que se cuenta Cerd¨¢n, apoyado por una treintena de conservadores de otras bibliotecas espa?olas. Prev¨¦n que pronto se unan a ellos archiveros de bibliotecas universitarias.
La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos fue la primera en poner en marcha una iniciativa similar. Y la m¨¢s ambiciosa, ya que en 2010 empez¨® a almacenar todos y cada uno de los tuits vertidos en la red social del p¨¢jaro azul. Pero la creciente popularidad de la plataforma hizo que, desde enero de 2018, la instituci¨®n se viera forzada a seleccionar qu¨¦ registraba y qu¨¦ no (si en 2010 se procesaban 50 millones de tuits diarios, en 2017 ya eran 500 millones).
#Cuentalo 12 a?os, le preguntamos a la mam¨¢ de una amiga sobre sexo y la primera vez. Nos dijo que es algo horrible, q cerremos los ojos y esperemos a q pase.
— Nataly Oviedo (@NatyOviiedo) May 1, 2018
Algunos acontecimientos muy relevantes de nuestra historia reciente se han desarrollado o han tenido su origen en Twitter. Es el caso del hashtag, o etiqueta, #Cu¨¦ntalo, que re¨²ne una colecci¨®n espont¨¢nea de tuits vertidos en la red social entre abril y mayo de 2018 en los que unas 800.000 mujeres compartieron en tres millones de tuits sus historias personales relacionadas con la violencia machista. Incluyendo violaciones, agresiones sexuales y acosos. Esa explosi¨®n de comentarios no fue casual: se origin¨® el 26 de abril, el d¨ªa en que se hizo p¨²blica la sentencia a La Manada (se les conden¨® por abuso sexual y no agresi¨®n sexual, lo que hubiera comportado penas m¨¢s duras) y se organizaron manifestaciones en protesta de la resoluci¨®n judicial.
Ese episodio llam¨® la atenci¨®n de Aniol Maria y Vicen? Ruiz, dos archiveros que decidieron registrar lo que se estaba diciendo al respecto en Twitter. ¡°Fueron 15 d¨ªas sin apenas dormir. Hac¨ªamos capturas en vivo, todav¨ªa no ten¨ªamos ninguna herramienta para automatizar el proceso¡±, recuerda Maria, profesor de archiv¨ªstica en la Universitat Aut¨°noma de Barcelona. Unieron fuerzas con dos periodistas y el Barcelona Supercomputer Center para limpiar los datos, procesarlos y transformarlos en el Proyecto Cu¨¦ntalo, una web en la que se puede consultar qu¨¦ se dijo esos d¨ªas.
Para llegar a ese resultado hicieron falta siete meses de trabajo, un equipo interdisciplinar de cinco profesionales y la potencia de c¨¢lculo de un supercomputador. Es un buen ejemplo de c¨®mo se puede presentar algo tan aparentemente et¨¦reo como una gran conversaci¨®n en Twitter. Y del valor que pueden atesorar mensajes de 240 caracteres cuando alojan, por ejemplo, testimonios de agresiones.
Nada de eso ser¨ªa posible sin la labor previa de recogida y preservaci¨®n de tuits. Porque, si no se guardan, desaparecen virtualmente. ¡°?Cu¨¢nto tiempo hace que no preparas un ¨¢lbum de fotos de las vacaciones de verano?¡±, inquiere Ruiz al periodista. La pregunta viene a colaci¨®n. ¡°La digitalizaci¨®n ha hecho que parezca que tengamos la facilidad de documentarlo todo como nunca. Y adem¨¢s, que todas las capas sociales puedan hacerlo de forma masiva. Es una ilusi¨®n: se trata de documentos que t¨² generas, pero no controlas, como sucede en el caso de Twitter¡±, abunda este archivista, que actualmente trabaja en el servicio de documentaci¨®n del Parlamento Europeo.
Las redes sociales, especialmente Twitter, son herramientas muy potentes para visibilizar problemas que antes no sal¨ªan a la luz. Se vio con el caso de #Cu¨¦ntalo. Tambi¨¦n han sido importantes en la lucha por los derechos del colectivo LGTBI. O en la movilizaci¨®n del 15M, entre otros. Tiene sentido recoger todo eso. ¡°Podemos gestionar un patrimonio cultural mucho m¨¢s rico y plural, siempre que demos voz a los colectivos que antes quedaban excluidos de la conversaci¨®n¡±, subraya Ruiz.
Pero para hacerlo, hay que pelearse con el sistema. Twitter permite a los investigadores acreditados bajarse lo que han escrito ciertos usuarios desde su cuenta, pero no el resto de interacciones que ha hecho. De ah¨ª que su colega Aniol Maria y ¨¦l hayan puesto en marcha experiencias particulares de recogida sistem¨¢tica de tuits en eventos que han considerado relevantes.
Los primeros que se dieron cuenta del potencial de esta herramienta fueron otros colegas de profesi¨®n en Ferguson (Misuri, EE UU), donde se estaba celebrando un congreso de archivistas en 2014, cuando unos polic¨ªas mataron al joven Michael Brown. Se decidieron poner manos a la obra al ver el torrente de comentarios de rabia y frustraci¨®n que inund¨® Twitter y que poco a poco cataliz¨® en un movimiento, Black Lives Matter, que todav¨ªa perdura hoy. Ese fue el germen de Documenting the Now, un proyecto de recogida sistem¨¢tica de comentarios en redes sociales que ilustran la evoluci¨®n de la sociedad estadounidense.
Maria y Ruiz hicieron lo propio con los atentados de Barcelona. Y desde entonces no han parado. Tienen claro su objetivo. ¡°Si no registramos nuestra vida digital, a largo plazo, seguramente tendremos un gran vac¨ªo documental sobre lo que estamos viviendo. Es muy f¨¢cil generar contenido, pero muy dif¨ªcil retenerlo¡±, dice Ruiz. Ellos lo est¨¢n intentando.
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