Acosadas y expulsadas: las mujeres luchan contra el machismo para ganar espacio en el mundo de los videojuegos
A pesar de representar el 53% de los usuarios en Espa?a, las mujeres solamente copan el 24% de los puestos de trabajo en ese sector
La carrera de Jen Herranz cambi¨® de repente por un tuit. Streamer, presentadora y redactora especializada en el mundo de los videojuegos, lleva una d¨¦cada trabajando en ese nicho donde las mujeres apenas tienen representaci¨®n. Con un total de 160.000 seguidores entre Instagram, Twitch y Twitter, explica que decidi¨® dejarlo todo hace unos meses a causa de un ¡°comentario un poco desafortunado sobre unos ex¡± que hizo en redes. ¡°Un tuit que, si lo hubiera puesto un compa?ero, no hubiera pasado nada. Pero a las mujeres siempre se las trata de manera diferente, sobre todo en este mundo, donde el acoso es continuo¡±, afirma Herranz.
El comentario ten¨ªa que ver con la velocidad con la cual saben tocar las teclas los jugadores de League of Legends (LoL), el popular juego en l¨ªnea que engancha a m¨¢s de 180 millones de personas. Herranz comparti¨® un tuit de otra usuaria que expresaba el deseo de tener un novio que juegue a LoL (por su supuesta mejor capacidad para masturbar a una mujer). Ella a?adi¨® al tuit original que, tras haber estado con dos gamers, pod¨ªa asegurar que sus capacidades de hacer ¡°buenos dedos¡± eran limitadas. La avalancha de ataques, insultos y amenazas que recibi¨® en los d¨ªas siguientes (casi todos por parte de hombres) la llevaron a la decisi¨®n de abandonar sus cuentas en redes sociales y dejar su trabajo como presentadora. ¡°Ha sido la mejor decisi¨®n para mi salud mental, hab¨ªa llegado a tener ataques de ansiedad a diario. Aunque esta decisi¨®n tambi¨¦n va en mi contra, pues he perdido la principal fuente de ingresos y as¨ª se hace dif¨ªcil pagar la hipoteca y las facturas¡±, afirma. ¡°Llevaba diez a?os en este sector y ahora me toca empezar de cero¡±.
En realidad, Herranz no dej¨® su trabajo por un tuit desafortunado sobre sus exnovios. Lo dej¨® porque desde que empez¨® a escribir y hablar en redes de videojuegos, los usuarios hablaban de ella como ¡°la novia de¡± y la llaman ¡°puta¡± y ¡°zorra¡±, palabras que tuvo que filtrar en los comentarios de sus contenidos durante estos a?os. Su caso no es una excepci¨®n dentro del mundo de los videojuegos, donde el acoso est¨¢ muy presente, sobre todo hacia las jugadoras. Cinco de cada seis personas adultas (el 83%) de entre 18 y 45 a?os experimentan acoso en juegos multijugador en l¨ªnea, seg¨²n un informe de Anti-Defamation League y Fair Play Alliance de 2022, lo que supone adem¨¢s un crecimiento considerable con respeto a hace dos a?os (entonces eran el 74%). Los mayores aumentos en el acoso se produjeron entre las mujeres y el colectivo LGBTIQ.
¡°El acoso online es un asunto muy problem¨¢tico, porque para muchos usuarios esto parece tolerable o incluso aceptable. Hay quien piensa que es necesario comportarse as¨ª para ser parte del grupo¡±, explica la psic¨®loga Celia Hodent. La experta, que trabaja como directora de experiencia de usuario para diferentes videojuegos, reconoce que en algunos casos los juegos online empiezan a contar con c¨®digos de conducta para sancionar los casos de acoso, aunque ser¨ªa a¨²n m¨¢s efectivo introducir cambios en los sistemas de juego. Por ejemplo, que a la hora de conectarse, el micro est¨¦ cerrado y tenga que ser el jugador quien lo active: as¨ª, nadie se ve obligado a revelar su sexo si no quiere.
Por otro lado, a la hora de prevenir, Hodent hace hincapi¨¦ en la labor que hacen plataformas como Raisings Food Games y Fair Play Alliance para educar a los j¨®venes jugadores: ¡°Se trata de dejar de perdonarles determinadas conductas con la excusa de que son chicos, y los chicos son as¨ª. Es fundamental que entiendan que cuando est¨¢n jugando en l¨ªnea siguen encontr¨¢ndose en un espacio social, donde hay que aplicar las mismas reglas de conducta y respeto de la vida real¡±.
Jen Herranz no se ha dejado el sector de videojuegos: le han echado. Marta Trivi no ha abandonado las redes sociales: le han echado. Y as¨ª con muchas compa?eras que no hacen m¨¢s que rechazar oportunidades laborales, colaboraciones y propuestas de visibilidad porque nos maltratan.
— Isi (@IsiAngeath) May 1, 2023
En realidad, los hombres dejaron hace a?os de tener el monopolio en este sector. A la hora de ponerse detr¨¢s de una consola, las mujeres representan el 53% de los usuarios en Espa?a, seg¨²n el Libro Blanco del Desarrollo Espa?ol de Videojuegos 2022. Sin embargo, este porcentaje se desploma a la hora de hablar de quienes trabajan en ¨¦l, donde las mujeres representan solamente el 24% de los profesionales. Eur¨ªdice Cana?es, doctora en filosof¨ªa y codirectora de la empresa de videojuegos Arsgames, cree que una de las causas de esta disparidad entre hombres y mujeres est¨¢ en la socializaci¨®n que se hace en la infancia. ¡°Cuando se les pregunta en la escuela qui¨¦n juega a los videojuegos, los chicos levantan r¨¢pido la mano, mientras que a las chicas les cuesta m¨¢s admitirlo. Suelen decir que juegan, pero siempre despu¨¦s de haber acabado los deberes. Y esto es un problema a la hora de acabar trabajando de esto, porque el consumo de videojuegos est¨¢ muy relacionado con la elecci¨®n de carreras STEAM [siglas en ingl¨¦s de ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa, arte y matem¨¢ticas]¡±, comenta la experta, que se ocupa de dise?ar juegos y de investigar las din¨¢micas de esa industria.
Seg¨²n Hodent, otra de las razones por las que en la industria sigue habiendo un predominio masculino se debe al llamado sesgo endrogrupal, es decir, la tendencia a juntarnos con personas que se parecen a nosotros. ¡°Ahora mismo, la industria de los videojuegos est¨¢ controlada por hombres que se apasionaron a los juegos de combate en los a?os noventa, que ten¨ªan un p¨²blico casi exclusivamente masculino. Estos mismos hombres, a la hora de crear una compa?¨ªa de videojuegos, contrataban a sus propios amigos y, antes de que se dieran cuenta, acababan con un grupo de solo hombres¡±, dice.
¡°Me criticaban por el hecho de ser mujer¡±
Las mujeres no solamente representan una minor¨ªa en las empresas que desarrollan videojuegos, tambi¨¦n se las echa en falta en el mundillo de la comunicaci¨®n especializada asociada a esta actividad. Las mujeres apenas suponen el 18,6% de las plantillas de las grandes revistas del sector, y en la mayor¨ªa de los casos se trata de colaboradoras externas, seg¨²n un estudio de la Universidad de M¨¢laga que analiza la presencia y el rol de la mujer en el periodismo de videojuegos. ¡°La precariedad laboral, junto al machismo, es otra de las razones por las que hay tan pocas mujeres en la industria¡±, confirma Caba?es.
Pocos d¨ªas despu¨¦s de que Jen Herranz decidiera abandonar las redes sociales, otra mujer conocida en el mundo de los videojuegos le dec¨ªa adi¨®s a una d¨¦cada de carrera. Marta Trivi empez¨® su carrera de periodista cultural escribiendo de cine y televisi¨®n, hasta que hace ocho a?os pas¨® a ocuparse exclusivamente de los videojuegos. En 2018 era una de las pocas mujeres que escrib¨ªa en AnaitGames, un portal especializado para el que trabaj¨® hasta este mes de mayo. ¡°Ten¨ªa que estar constantemente demostr¨¢ndolo todo. Muchas veces la gente me criticaba por ser la ¨²nica mujer del grupo. Cuando met¨ªa la pata en alg¨²n art¨ªculo, los comentarios siempre ven¨ªan cargados de machismo¡±, explica la periodista: ¡°No es que yo me hubiera equivocado por ser una persona que comete errores, como le pasaba a mis compa?eros. Me hab¨ªa equivocado porque soy una mujer que se mete en estos temas sin saber¡±.
Sin embargo, las cr¨ªticas ¡°siempre m¨¢s agresivas y mis¨®ginas¡± han sido solo una de las motivaciones que han influido en su elecci¨®n de dejar el medio por el que llevaba trabajando cinco a?os. ¡°Es la precariedad la que nos mata. Hay pocas mujeres en las plantillas e, incluso cuando se habla de colaboraciones, cobran menos que los hombres. Yo me he cansado de pasarme los fines de semana jugando horas a los videojuegos para escribir una rese?a. Eran horas que nadie me pagaba, y para luego tener que aguantar niveles insoportables de machismo¡±, reconoce Marta Trivi.
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