?Qui¨¦nes son los independientes que han arrebatado el control de OpenAI a los fundadores?
Tres consejeros externos fichados por la firma han acabado despidiendo al presidente y al consejero delegado, pero afrontan una posible fuga masiva de empleados
¡°OpenAI no es nada sin su gente¡±. La frase, casi una advertencia, es de Mira Murati, la jefa de tecnolog¨ªa de la firma de inteligencia artificial que fue nombrada sustituta provisional de Sam Altman tras el despido de este como consejero delegado. Murati, como la gran mayor¨ªa de los empleados, ha acabado rebel¨¢ndose contra la decisi¨®n y ha amenazado con marcharse. Microsoft, que ha fichado a Altman y al expresidente de OpenAI, Greg Brockman, ha dejado claro que tiene sitio para todos. Mientras, la firma que ha popularizado la inteligencia artificial ha quedado en manos de tres independientes: Adam D¡¯Angelo, Tasha McCauley y Helen Toner.
Esos tres independientes son los que se han negado a la readmisi¨®n de Altman tras la rebeli¨®n de inversores y empleados. Han nombrado como sustituto a Emmett Shear, que fue jefe de Twitch. En su comunicado del viernes, OpenAI anticipaba una ¡°transici¨®n sin problemas¡±. Nada m¨¢s lejos. Tampoco est¨¢ claro que a esos consejeros les preocupe mucho. Seg¨²n la carta que los empleados han enviado al consejo pidiendo su dimisi¨®n, esos independientes transmitieron a los directivos que permitir la destrucci¨®n de la compa?¨ªa podr¨ªa ser consistente con su misi¨®n en favor de la humanidad. Y, de hecho, han fichado a un nuevo jefe partidario de frenar el desarrollo de la inteligencia artificial.
El consejo de OpenAI estaba formado hasta la semana pasada por seis miembros: Sam Altman, consejero delegado; Greg Brockman, presidente del consejo; Ilya Sutskever, cient¨ªfico jefe, y los tres independientes citados. Altman, Brockman y Sutskever son miembros del equipo fundador y desde el principio se interpretaron los despidos como un golpe de Sutskever con el apoyo de los independientes.
Sin embargo, Sutskever ha mostrado su arrepentimiento: ¡°Lamento profundamente mi participaci¨®n en las acciones del consejo. Nunca fue mi intenci¨®n perjudicar a OpenAI. Amo todo lo que hemos construido juntos y har¨¦ todo lo posible para reunir a la compa?¨ªa¡±, tuite¨® este lunes. Su mensaje llega despu¨¦s de horas de negociaciones fracasadas para la vuelta de Altman, en medio de las presiones de empleados y de inversores. Altman estuvo el domingo en la sede de OpenAI, pero no hubo acuerdo. Microsoft le fich¨® de inmediato a ¨¦l y a Brockman y dej¨® claro que estaba dispuesto a incorporar al resto del equipo.
Con Sutskever arrepentido, son los tres consejeros independientes los que no han querido dar marcha atr¨¢s. Sus cargos no son retribuidos. No son accionistas y como el consejo se ha ido reduciendo por anteriores bajas y por los despidos de la semana pasada, se han encontrado con que tienen el control de OpenAI. Quiz¨¢ es exagerado decir que ¡°OpenAI no es nada sin su gente¡±, pero desde luego, deja de ser lo que era.
Los tres independientes
El m¨¢s conocido de los tres independientes es quiz¨¢ Adam D¡¯Angelo, de 39 a?os. Brillante programador inform¨¢tico, fue director de tecnolog¨ªa de Facebook y tambi¨¦n su vicepresidente de ingenier¨ªa hasta 2008. En junio de 2009, a los 25 a?os, fund¨® la red social Quora, de preguntas y respuestas, junto a otro empleado de Facebook, Charlie Cheever. D¡¯Angelo es el consejero delegado desde su fundaci¨®n. La compa?¨ªa no cotiza en Bolsa, su modelo de negocio no ha funcionado muy all¨¢ y su valoraci¨®n es incierta.
Tampoco es f¨¢cil calcular su fortuna. D¡¯Angelo no figura en las principales listas de milmillonarios, aunque varias publicaciones han estimado que su fortuna lo merecer¨ªa. Lleva en el consejo de OpenAI desde abril de 2018. Siempre ha defendido que OpenAI no debe convertirse en una de las grandes tecnol¨®gicas, sino mantener su estructura como organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro. No se ha sentido impelido a renunciar por posible conflicto de intereses pese a que el desarrollo de la inteligencia artificial puede dejar sin demasiado sentido una red social como Quora.
Tasha McCauley, de 42 a?os, es conocida en parte como una ingeniera y emprendedora, pero tambi¨¦n como la mujer del actor estadounidense Joseph Gordon-Levitt. Estudi¨® ingenier¨ªa el¨¦ctrica en la Universidad de Stanford y obtuvo un m¨¢ster en rob¨®tica en la Universidad Carnegie Mellon. Cofundadora de Fellow Robots, dirigi¨® GeoSim Systems, una empresa que desarrolla software para el sector de la rob¨®tica, y este a?o se incorpor¨® a Rand Corporation, una firma de an¨¢lisis y consultor¨ªa centrada en pol¨ªticas p¨²blicas. Conoci¨® a Gordon-Levitt en 2009 y se casaron en 2014. Tienen dos hijos.
McCauley forma parte del consejo asesor del Centro para la Gobernanza de la Inteligencia Artificial de la Universidad de Oxford, al igual que la tercera consejera independiente, Helen Toner. McCauley tambi¨¦n est¨¢ vinculada al movimiento del altruismo efectivo, de orientaci¨®n utilitaria y filantr¨®pica. En concreto, forma parte de la rama brit¨¢nica de Effective Ventures, matriz del Centro para el Altruismo Efectivo. A ese movimiento pertenec¨ªa el ca¨ªdo Sam Bankman-Fried, fundador de la plataforma de criptomonedas FTX y declarado culpable de varios delitos recientemente.
La tercera consejera independiente de OpenAI, Helen Toner, de 33 a?os, es directora de Estrategia y Subvenciones a la Investigaci¨®n Fundacional en el Centro de Seguridad y Tecnolog¨ªas Emergentes (CSET) de la Universidad de Georgetown. Antes de incorporarse a dicho centro, vivi¨® en Pek¨ªn, donde estudi¨® el ecosistema chino de inteligencia artificial como investigadora del Centro para la Gobernanza de la IA de la Universidad de Oxford. Previamente, trabaj¨® como analista principal de investigaci¨®n en Open Philanthropy, donde asesor¨® a responsables pol¨ªticos y donantes sobre pol¨ªtica y estrategia de inteligencia artificial. Tiene un m¨¢ster en Estudios de Seguridad por Georgetown, as¨ª como una licenciatura en Ingenier¨ªa Qu¨ªmica y un diploma en Idiomas por la Universidad de Melbourne. Se incorpor¨® al consejo de OpenAI en septiembre de 2021.
En un art¨ªculo publicado en julio de 2021 y escrito para el CSET junto a otro autor, Zachary Arnold, Toner subrayaba la importancia de encontrar nuevos m¨¦todos para probar los modelos de IA, y abogaba por compartir informaci¨®n sobre accidentes y por la colaboraci¨®n transfronteriza para minimizar los riesgos. Cuando se incorpor¨® al consejo de OpenAI, Brockman y Altman celebraron su fichaje. ¡°Valoro enormemente la profunda reflexi¨®n de Helen en torno a los riesgos y efectos a largo plazo de la IA¡±, se?al¨® Brockman entonces. ¡°Helen aporta una comprensi¨®n del panorama global de la IA con ¨¦nfasis en la seguridad, que es fundamental para nuestros esfuerzos y misi¨®n. Estamos encantados de sumar su liderazgo a nuestro consejo¡±, a?adi¨® Altman.
Para los tres consejeros independientes, sus puestos en OpenAI son ocupaciones secundarias. No se juegan su dinero en la compa?¨ªa, pero su misi¨®n tampoco es maximizar el valor de otros accionistas e inversores, sino que tienen como objetivo que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad. La seguridad y las precauciones con el uso de la inteligencia artificial est¨¢n entre sus prioridades, ante la amenaza que en ¨²ltima instancia pueda suponer para la humanidad. Ah¨ª encajar¨ªa esa idea de que quiz¨¢ prefieran destruir la firma y que eso podr¨ªa ser consistente con su misi¨®n.
Las diferentes sensibilidades han provocado aparentemente un choque cultural con Altman, tanto por sus intentos de acelerar los proyectos como de captar nueva financiaci¨®n, especialmente tras el ¨¦xito deslumbrante de ChatGPT. A eso se han unido los movimientos de Altman para crear una firma propia de microprocesadores para su empleo en la inteligencia artificial. El consejo se quej¨® de que no hab¨ªa sido franco en sus comunicaciones y lo despidi¨® por esa falta de transparencia y de confianza, aunque sin concretar a qu¨¦ se refer¨ªa.
Elon Musk dej¨® el consejo de OpenAI en febrero de 2018. Luego han ido saliendo tambi¨¦n por diferentes razones otros consejeros como Holden Karnofsky, de Open Philanthropy; el inversor Reid Hoffman, y Shivon Zilis, directiva de Neuralink, otra empresa de Musk. En muchos casos, han preferido desarrollar sus propias iniciativas de inteligencia artificial al margen de OpenAI, por lo que su permanencia supon¨ªa un conflicto de intereses. La firma da explicaciones sobre su estructura en su p¨¢gina web, pero no publica sus estatutos ni sus reglamentos internos. Aparentemente, los nombramientos de nuevos consejeros se hacen por cooptaci¨®n y la mayor¨ªa del consejo puede decidir el cese de uno de sus miembros.
Sutskever sigue en el consejo, pero el poder se ha concentrado ahora en esos tres consejeros independientes. Se negaron este domingo a dar marcha atr¨¢s a su decisi¨®n de despedir a Sam Altman y aceptar sus condiciones. El caos se ha apoderado de OpenAI y el riesgo de una fuga masiva de empleados es evidente despu¨¦s de que m¨¢s de 700 de los aproximadamente 750 con que cuenta hayan firmado una carta diciendo que dejar¨¢n la firma si no vuelven Altman y Brockman. Mira Murati, que fue designada como consejera provisional para sustituir a Altman, es la primera de esa lista en la que tambi¨¦n est¨¢ el arrepentido Sutskever. Los independientes han decidido nombrar nuevo consejero delegado a Emmett Shear, de 40 a?os, que ha advertido sobre los riesgos apocal¨ªpticos de la inteligencia artificial. Es partidario de frenar su desarrollo.
Microsoft ha comprometido 13.000 millones con OpenAI, pero si al final acaba incorporando directamente a todo el talento de la compa?¨ªa, sin las cortapisas de la compleja estructura de la firma de inteligencia artificial, la jugada puede acabar sali¨¦ndole redonda a su consejero delegado, Satya Nadella.
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