Por qu¨¦ un iPhone sobrevivi¨® a la ca¨ªda desde un avi¨®n si se agrieta al caer por las escaleras
Varias leyes de la f¨ªsica, un dise?o robusto y una importante dosis de suerte obraron el ¡®milagro¡¯
Hab¨ªan transcurrido apenas 10 minutos desde que el vuelo 1282 de Alaska Airlines hab¨ªa despegado del aeropuerto de Portland, cuando sus pasajeros comprobaron horrorizados que una secci¨®n del fuselaje sali¨® despedida, motivando una despresurizaci¨®n de la cabina. Las mascarillas se desprendieron de forma autom¨¢tica y la aeronave inici¨® un retorno a la pista, declarando la emergencia, con el boquete en el fuselaje. En esta pesadilla, que pod¨ªa haber terminado en tragedia, un iPhone se llevar¨ªa buena parte de los titulares los d¨ªas siguientes: sobrevivi¨® intacto a la ca¨ªda desde la aeronave.
Sean Bates, un ciudadano de una localidad cercana a Portland, se encontraba dando un paseo por su barrio cuando sus ojos se fijaron en un m¨®vil en una zona ajardinada junto a la carretera. Se dirigi¨® a ¨¦l y se encontr¨® con un iPhone, en modo avi¨®n, pero mostrando la tarjeta de embarque del vuelo de Alaska Airlines. Instantes despu¨¦s, escuch¨® en los medios el suceso de este vuelo y se puso en contacto con las autoridades. Tal y como mostr¨® en sus redes sociales Bates, el iPhone estaba en perfecto estado, con alg¨²n rasgu?o. Hab¨ªa ca¨ªdo desde una altitud de 4,8 kil¨®metros.
Found an iPhone on the side of the road... Still in airplane mode with half a battery and open to a baggage claim for #AlaskaAirlines ASA1282 Survived a 16,000 foot drop perfectly in tact!
— Seanathan Bates (@SeanSafyre) January 7, 2024
When I called it in, Zoe at @NTSB said it was the SECOND phone to be found. No door yet? pic.twitter.com/CObMikpuFd
Se trataba, en concreto, de un iPhone 14 Pro, equipado con una funda y protector de pantalla: dos detalles que son importantes en el desenlace del incidente. Las autoridades contactaron con la aerol¨ªnea, que r¨¢pidamente localiz¨® al pasajero que no encontraba su m¨®vil entre sus pertenencias. El terminal fue devuelto totalmente operativo y con apenas unos pocos rasgu?os a su propietario, mientras se llevaba todo el protagonismo en los medios de este impactante suceso. ?C¨®mo puede sobrevivir indemne un m¨®vil que cae de un avi¨®n en pleno vuelo?
?Milagroso?
?Fue un milagro que no se rompiera? No tanto. ¡°Han intervenido tres elementos para que el tel¨¦fono quedara intacto¡±, explica a EL PA?S, Luis ?ngel Tejedor, profesor de Ingenier¨ªa Electr¨®nica de Comunicaciones de la Universidad Complutense. ¡°La segunda ley de Newton, la superficie del impacto y el dise?o del dispositivo¡±, enumera. Seg¨²n este experto en f¨ªsicas, en teor¨ªa, da lo mismo que el iPhone haya ca¨ªdo desde un avi¨®n a 5 kil¨®metros que de un cuarto piso: ¡°Cuanto m¨¢s tiempo est¨¦ el tel¨¦fono sometido a la fuerza de la gravedad, m¨¢s tiempo act¨²a la aceleraci¨®n de 9,8 m/s? y mayor velocidad alcanza¡±, explica, As¨ª que, seg¨²n esto, si el m¨®vil cae desde un avi¨®n, llegar¨¢ al suelo con m¨¢s velocidad que si cae desde un quinto piso.
Pero Tejedor se refiere a una segunda fuerza que interviene y frena la velocidad de impacto: la fuerza de rozamiento. ¡°Cuanto m¨¢s r¨¢pido cae el tel¨¦fono, mayor es la fuerza de rozamiento hasta que llega un momento en que la fuerza de rozamiento iguala a la de gravedad y el objeto ya no acelera m¨¢s; a esta velocidad se le llama velocidad l¨ªmite¡±, explica. De esta manera, una vez que la altura desde la que cae el objeto sea suficiente para alcanzar la velocidad l¨ªmite, da igual cu¨¢nto mayor sea la altura, porque el objeto no va a acelerar m¨¢s. As¨ª que, en realidad, que el tel¨¦fono caiga desde un edificio o desde un avi¨®n es indiferente.
A esta ley se a?ade la masa y superficie del objeto: ¡°En un objeto con mucha superficie y poca masa, como un bal¨®n o una pluma, la fuerza de la gravedad es peque?a y el rozamiento la iguala con facilidad a velocidades no muy altas¡±. En el extremo opuesto nos encontrar¨ªamos un objeto con mucha masa y poca superficie, como una bala. El iPhone, plano y ligero ¡ªsobre todo, en sus ¨²ltimas versiones¡ª ¡°planea¡± con m¨¢s facilidad alcanzando una velocidad l¨ªmite relativamente baja.
Aterrizaje con suerte
Pero las leyes de la f¨ªsica, por s¨ª solas, no ser¨ªan suficientes para explicar lo inexplicable para el razonamiento de un mortal: apenas unos rasgu?os en un m¨®vil que cae de una altura de 5 kil¨®metros. Este iPhone tuvo suerte o, m¨¢s bien, su propietario fue tremendamente afortunado: el dispositivo cay¨® sobre una zona ajardinada justo al lado de una carretera. El c¨¦sped hizo que las consecuencias fueran m¨ªnimas. M¨¢s all¨¢ del sentido com¨²n, entra en juego de nuevo la ciencia, esta vez con la energ¨ªa cin¨¦tica, seg¨²n explica el profesor de la Complutense: ¡°Esta energ¨ªa, en el momento del impacto, tiene que disiparse de alguna manera. Si el tel¨¦fono cae sobre hierba, se dedicar¨¢ a mover la hierba mullida, pero si cae sobre cemento o asfalto, que son r¨ªgidos, la energ¨ªa se dedicar¨¢ a deformar las diferentes partes del m¨®vil, destruy¨¦ndolo¡±.
En este sentido, los fabricantes de m¨®viles abordan la espinosa cuesti¨®n de los impactos de dos maneras. Por un lado, pueden hacer que el m¨®vil se desarme por completo: qui¨¦n no recuerda los primeros Nokia saltando en mil pedazos, pero sin sufrir ni un solo da?o. Por otro, pueden apostar por la durabilidad y la resistencia, como es el caso del modelo en cuesti¨®n. ¡°El iPhone 14 Pro, un modelo especialmente duradero en cuanto a ca¨ªdas, cuenta con un chasis de acero espacial¡±, explica Jos¨¦ Hern¨¢ndez, del centro de reparaciones de m¨®viles, Europa3G.
Hern¨¢ndez pone el acento en otro elemento, adem¨¢s de la suerte, la ciencia y la calidad de los materiales: la protecci¨®n adicional con la que contaba: ¡°Como se ve en las im¨¢genes, el dispositivo llevaba funda protectora, y protector de pantalla de cristal templado, lo cual refuerza m¨¢s a¨²n toda la fabricaci¨®n duradera que lleva de por s¨ª¡±. En este aspecto coincide Tejedor, quien, m¨¢s all¨¢ de la resistencia actual de los m¨®viles de gama alta, asegura: ¡°Yo, le pondr¨ªa funda¡±.
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