Tomarse la tensi¨®n con el m¨®vil o el reloj: ya hay dispositivos a la venta, pero a¨²n no tienen validez m¨¦dica
Los nuevos sensores de dispositivos buscan facilitar el control de la hipertensi¨®n m¨¢s all¨¢ del manguito hinchable, pero no es f¨¢cil medir la presi¨®n arterial durante las 24 horas y de manera no intrusiva
Si con solo mirar nuestro reloj o tel¨¦fono m¨®vil podemos conocer en tiempo real nuestro ritmo card¨ªaco, la cantidad de pasos que damos, las calor¨ªas que quemamos o las horas de sue?o alcanzadas la noche anterior, ?por qu¨¦ no podemos hacer lo mismo para conocer nuestra presi¨®n arterial?
La presi¨®n arterial es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias. Se define por dos valores: la presi¨®n que resulta del empuje de la sangre bombeada al resto del cuerpo por la contracci¨®n del coraz¨®n, llamada presi¨®n sist¨®lica (o m¨¢xima), y la que ocurre cuando el ¨®rgano se relaja, llamada diast¨®lica (o m¨ªnima). La Asociaci¨®n Estadounidense del Coraz¨®n considera que la presi¨®n arterial es normal cuando estos indicadores no exceden, respectivamente, los 120 y 80 mil¨ªmetros de mercurio.
Cuando los valores est¨¢n por debajo de 90/60 mil¨ªmetros de mercurio, la persona presenta hipotensi¨®n. En deportistas puede ser asintom¨¢tica y no conlleva riesgos. Otras veces causa s¨ªntomas tales como mareos, n¨¢useas, palidez, visi¨®n borrosa, confusi¨®n o desmayos, porque el cerebro no recibe suficiente flujo de sangre. Una tensi¨®n arterial muy baja puede poner en riesgo la vida porque puede provocar un shock, en el que los ¨®rganos sufren un da?o debido a la ausencia de flujo sangu¨ªneo. Es m¨¢s com¨²n en ancianos y puede precipitarse por cambios repentinos de posici¨®n, deshidrataci¨®n, infecciones, sangrados, ciertos medicamentos o tambi¨¦n por enfermedades como el p¨¢rkinson o la diabetes.
Por encima de 140/90 se dice que la persona tiene hipertensi¨®n arterial. Investigadores han calculado que, en personas de entre 40 y 69 a?os, por cada incremento de 20 mil¨ªmetros de la presi¨®n arterial sist¨®lica y de 10 mil¨ªmetros de la diast¨®lica se duplica el riesgo de enfermedad coronaria y de accidentes cerebrovasculares o de ictus.
En el mundo, unos 1.280 millones de personas de entre 30 y 78 a?os de edad presentan hipertensi¨®n. La mayor¨ªa vive en pa¨ªses de ingreso medio o bajo y m¨¢s de la mitad no recibe tratamiento para controlarla, se?ala un estudio de 2021 publicado en The Lancet. Y eso a pesar de que la hipertensi¨®n puede detectarse de manera sencilla midiendo la presi¨®n arterial (en casa o en un centro de salud) y a menudo puede tratarse eficazmente con medicamentos de bajo costo.
Ahora, una nueva generaci¨®n de dispositivos para medir la presi¨®n arterial busca facilitar el diagn¨®stico, y el control, de la hipertensi¨®n. A diferencia de los equipos tradicionales, prescinden del manguito o brazalete inflable que se coloca alrededor del brazo y permiten obtener valores a demanda ¡ªpor ejemplo, oprimiendo un sensor con el dedo¡ª; o de manera continua, si se lleva un reloj, anillo o pulsera.
¡°El control regular de la presi¨®n arterial en todos los adultos mejorar¨ªa la concienciaci¨®n sobre la hipertensi¨®n y, para quienes ya la desarrollaron, puede mejorar su control¡±, se?ala Ramakrishna Mukkamala, ingeniero bioel¨¦ctrico de la Universidad de Pitsburgh, Estados Unidos, quien es coautor de un art¨ªculo de revisi¨®n en el Annual Review of Biomedical Engineering de 2022 sobre la medici¨®n de la presi¨®n arterial mediante dispositivos sin brazalete. ¡°Por ejemplo, si los pacientes siguen viendo que su presi¨®n arterial es alta, finalmente podr¨¢n cumplir con la toma de sus medicamentos¡±, explica Mukkamala.
La medici¨®n de la presi¨®n arterial tiene una historia de casi tres siglos hasta llevarnos al mecanismo que todos conocemos y que nuestro m¨¦dico de cabecera realiza cada vez que vamos a su consulta, al ponernos un manguito que rodea el brazo, inflarlo y luego desinflarlo de manera controlada, hasta determinar la presi¨®n arterial m¨¢xima y m¨ªnima.
Dejar atr¨¢s al manguito
Pero el uso de tensi¨®metros con manguito inflable tiene algunos inconvenientes. Uno es que, a menos que la persona tenga un medidor de presi¨®n para uso en casa ¡ªuna encuesta realizada entre adultos de 50 a 80 a?os en Estados Unidos encontr¨® que solo el 55 % de los pacientes con hipertensi¨®n encuestados pose¨ªa uno¡ª, deber¨¢ ir a una farmacia, consultorio m¨¦dico o centro de salud para conocer cu¨¢l es su presi¨®n arterial.
Otra barrera es que los inflados y desinflados repetidos del manguito son disruptivos e incluso dif¨ªciles de aplicar cuando es necesario hacer un seguimiento frecuente de un paciente en un hospital. Y un tercer inconveniente es que no permiten una medici¨®n continua de la presi¨®n arterial; solo nos ofrece la medici¨®n puntual en un momento exacto.
Los nuevos dispositivos sin manguito prometen revelar una imagen m¨¢s completa de los cambios fisiol¨®gicos de la presi¨®n arterial que no pueden detectarse con mediciones puntuales, ofreciendo, en cambio, un perfil de presi¨®n arterial m¨¢s real, dice Alberto P. Avolio, ingeniero biom¨¦dico de la Universidad Macquarie, en S¨ªdney, Australia, y coautor de la revisi¨®n publicada en el Annual Review of Biomedical Engineering.
Los distintos dispositivos de medici¨®n sin manguito se basan en m¨¦todos que, en lugar de determinar de manera directa la presi¨®n arterial, utilizan sensores para captar ciertas se?ales indirectas que procesan mediante diferentes algoritmos (o conjuntos de procedimientos matem¨¢ticos) que permiten obtener el valor. Ser¨ªa como inferir la fiebre midiendo el aumento de las palpitaciones y de la sudoraci¨®n en lugar de usar el term¨®metro, o el resultado de un partido de f¨²tbol desde fuera del estadio escuchando solo los gritos de los espectadores.
Uno de los m¨¦todos de detecci¨®n son los sensores ¨®pticos. Se basan en el principio de la fotopletismograf¨ªa (FPG): consiste en iluminar un segmento de la piel y analizar la diferencia entre la luz emitida y la detectada por un fotorreceptor, lo cual depender¨¢ del di¨¢metro de la arteria, del volumen de sangre y de la concentraci¨®n de hemoglobina (prote¨ªna que transporta ox¨ªgeno) en el sitio de medici¨®n. Durante la fase sist¨®lica, cuando el coraz¨®n bombea la sangre, la diferencia entre la luz emitida y la reflejada ser¨¢ m¨¢xima, porque habr¨¢ m¨¢s caudal de sangre y, por ende, m¨¢s cantidad de hemoglobina y otras prote¨ªnas que absorben la luz. Durante la fase diast¨®lica o de relajaci¨®n, esa diferencia ser¨¢ m¨ªnima. El algoritmo relaciona esas medidas con la presi¨®n arterial.
Es el mismo m¨¦todo que usan el Apple Watch y otros dispositivos para medir la frecuencia card¨ªaca, y tambi¨¦n los ox¨ªmetros de pulso que se popularizaron durante la pandemia de la Covid-19 para registrar el nivel de saturaci¨®n u oxigenaci¨®n de la sangre. Tambi¨¦n es el m¨¦todo que utiliza la pulsera de la empresa suiza Aktiia, disponible por ahora solo en Europa, que registra autom¨¢ticamente los valores de presi¨®n arterial durante las 24 horas (incluso al dormir, promediando los resultados cada dos horas) y que luego se pueden ver a trav¨¦s de una aplicaci¨®n en el tel¨¦fono m¨®vil.
Tambi¨¦n hay sensores el¨¦ctricos, una versi¨®n modificada de una electrocardiograf¨ªa, que mide la actividad el¨¦ctrica del coraz¨®n; sensores mec¨¢nicos, como la balistocardiograf¨ªa y la sismocardiograf¨ªa, que se adhieren a la superficie de la piel para capturar peque?as variaciones de la presi¨®n; y sensores de bioimpedancia, similares a los instrumentos que analizan la composici¨®n corporal al medir la resistencia del cuerpo al flujo de una corriente el¨¦ctrica.
Calibrados y sin calibrar
Hay dos grandes categor¨ªas en las que se pueden agrupar a estos nuevos dispositivos de medici¨®n de la presi¨®n arterial sin manguito: los que requieren calibraci¨®n ¡ªse necesita cotejar de manera peri¨®dica los registros que se obtienen con un esfigmoman¨®metro manual o digital de manguito¡ª y los que no. Ambos tipos de dispositivos captan las se?ales del cuerpo de forma no invasiva, ya sea desde la yema del dedo, la oreja o la mu?eca, entre otros. La presi¨®n arterial estimada luego es mostrada o transmitida a dispositivos cercanos, como tel¨¦fonos inteligentes o tabletas.
Entre los m¨¦todos de medici¨®n que requieren calibraci¨®n est¨¢ el tiempo de tr¨¢nsito del pulso o TTP, que representa el tiempo en milisegundos que tarda en viajar el pulso entre dos puntos arteriales: mientras m¨¢s r¨ªgida sea una arteria, mayor ser¨¢ la presi¨®n arterial y menor el TTP, porque el pulso viaja m¨¢s r¨¢pido. Este m¨¦todo es el que, a la fecha, cuenta con m¨¢s evidencia cient¨ªfica. Otro se basa en el an¨¢lisis de la forma y amplitud de la onda de pulso, que es la onda de presi¨®n que dibuja la propagaci¨®n de la sangre bombeada por el coraz¨®n a trav¨¦s de todo el ¨¢rbol arterial, y cuyas caracter¨ªsticas dependen, en parte, de la rigidez de las paredes arteriales.
M¨¢s recientemente han aparecido equipos que, a partir de im¨¢genes captadas con una c¨¢mara (como si fueran selfis), detectan cambios en el TTP o modificaciones sutiles en el color del rostro, imperceptibles a la vista, que acompa?an cada latido del coraz¨®n. De ese manera se reconstruye el flujo de la sangre debajo de la piel y la forma de las ondas de pulso.
En cambio, los m¨¦todos de medici¨®n de la presi¨®n arterial sin manguito no calibrados pretenden eliminar el paso de cotejar las mediciones del aparato con las captadas por un esfigmoman¨®metro. Utilizan solo el aprendizaje automatizado y la inteligencia artificial para establecer, a partir de las se?ales captadas por los sensores, los valores de presi¨®n arterial de la persona.
Del mismo modo que un chorro de agua puede ejercer m¨¢s o menos fuerza sobre las paredes de una manguera si se cambia la altura o la apertura de un grifo, el an¨¢lisis de las oscilaciones o fluctuaciones del volumen sangu¨ªneo puede medirse cuando se lleva un anillo y se baja el brazo, porque la presi¨®n sangu¨ªnea interna del dedo aumenta al recibir m¨¢s flujo sangu¨ªneo debido a la gravedad. Alternativamente, un anillo tambi¨¦n puede obtener mediciones de las oscilaciones del volumen sangu¨ªneo aplicando peri¨®dicamente una suave presi¨®n en el dedo. Un sensor en un tel¨¦fono inteligente tambi¨¦n puede hacer este an¨¢lisis, cuando se presiona siguiendo las instrucciones dadas por el aparato.
Otros m¨¦todos sin calibraci¨®n utilizan ondas de ultrasonido para visualizar variables como las dimensiones de la arteria y la velocidad de flujo de la sangre, que tambi¨¦n guardan relaci¨®n con la presi¨®n arterial.
El camino hacia la aplicaci¨®n en la cl¨ªnica
El desarrollo de estos dispositivos para medir la presi¨®n arterial sin manguito avanza a gran velocidad, pero eso no significa que est¨¦n listos para su uso en el mundo de la medicina. ¡°Desafortunadamente, el ritmo de la evidencia, la regulaci¨®n y las pruebas de validaci¨®n de estos equipos hasta ahora va por detr¨¢s del ritmo de la innovaci¨®n y del marketing directo al consumidor¡±, se?alan Stephen P. Juraschek, investigador m¨¦dico del Centro M¨¦dico Beth Israel Deaconess, en Boston, y sus colegas en una revisi¨®n publicada en septiembre en Current Cardiology Reports.
Actualmente, no existe un protocolo de validaci¨®n estandarizado para evaluar la exactitud de los dispositivos sin manguito, tal como exige la Administraci¨®n de Alimentos y Medicamentos de EE UU, aunque ya varios de estos desarrollos han recibido autorizaci¨®n para su comercializaci¨®n en el mercado estadounidense. Por su parte, la Sociedad Europea de Hipertensi¨®n s¨ª ha emitido sus gu¨ªas, donde enfatizan que, por ahora, los dispositivos sin manguito no deben usarse para tomar decisiones de diagn¨®stico y tratamiento. ¡°El potencial valor cl¨ªnico de la medici¨®n de la presi¨®n sin manguito es enorme. Sin embargo, las limitaciones o precauciones son igual de grandes¡±, dice James Sharman, un experto en m¨¦todos de medici¨®n de la presi¨®n arterial y fisi¨®logo del ejercicio de la Universidad de Tasmania (Australia).
Antes de abogar por un uso m¨¢s amplio, se deber¨¢ comprobar si los dispositivos sin manguito efect¨²an registros precisos, si tienen superioridad cl¨ªnica respecto del est¨¢ndar actual de medici¨®n de la presi¨®n arterial y determinar c¨®mo se integrar¨ªan en la pr¨¢ctica m¨¦dica actual, agrega Sharman. Adem¨¢s, dado que cada dispositivo tiene su propio algoritmo y m¨¦todo para estimar la presi¨®n arterial, cada uno de ellos deber¨ªa demostrar su desempe?o individualmente. El trabajo ya est¨¢ en proceso. Seg¨²n la base de datos ClinicalTrials.gov, en octubre de 2023 m¨¢s de diez estudios buscaban participantes para evaluar dispositivos sin manguito destinados a medir la presi¨®n arterial.
Tambi¨¦n hay ya varios estudios completados. En Suiza, un equipo evalu¨® su uso para la monitorizaci¨®n ambulatoria de la presi¨®n arterial (MAPA), que mide este par¨¢metro de forma continua durante 24 horas y es un mejor predictor de la salud cardiovascular que las mediciones no continuas.
En el estudio participaron 67 pacientes que llevaron a cabo una MAPA tradicional, con un dispositivo con manguito, pero tambi¨¦n se les coloc¨® un sensor ¨®ptico similar a un reloj en la parte superior del brazo o en la mu?eca, en la extremidad contraria a la que llevaban el manguito. Si bien se registraron diferencias entre las mediciones de ambos dispositivos, la diferencia fue peque?a y dentro de los l¨ªmites recomendados por la norma internacional. ¡°Estos resultados son alentadores y sugieren que la MAPA de 24 horas sin manguito podr¨ªa convertirse pronto en una posibilidad cl¨ªnica¡±, se?alaron los autores en sus conclusiones. Adem¨¢s, quienes participaron en el estudio se?alaron que el sensor ¨®ptico resultaba m¨¢s c¨®modo y lo prefer¨ªan de forma abrumadora a su alternativa con manguito.
Y en Corea del Sur, un reciente estudio observacional sigui¨® a 760 personas que utilizaron durante un mes un reloj Samsung Galaxy aprobado en ese pa¨ªs para monitorizar la presi¨®n arterial. El aparato requiere ser calibrado una vez al mes, pero curiosamente el 75 % de los participantes no confi¨® en una ¨²nica calibraci¨®n mensual como se les hab¨ªa sugerido y realizaron m¨¢s calibraciones. Esto permiti¨® a los investigadores identificar que una mala calibraci¨®n puede afectar las mediciones del aparato y es necesario estandarizar los procesos de calibraci¨®n para garantizar el buen funcionamiento del dispositivo. Pero el estudio tambi¨¦n encontr¨® que ¡°la medici¨®n de la presi¨®n arterial basada en un reloj inteligente es factible para la monitorizaci¨®n de la presi¨®n arterial fuera de la consulta en el mundo real¡±, pues, en promedio, los participantes midieron este par¨¢metro 1,5 veces por d¨ªa.
?Llegar¨¢ el d¨ªa en que podremos conocer con precisi¨®n nuestra presi¨®n arterial con solo mirar nuestro reloj inteligente o tel¨¦fono m¨®vil? Es probable, ¡°pero no en el futuro pr¨®ximo¡±, dice Avolio. Se necesitan a¨²n m¨¢s investigaciones para que los equipos sin manguito puedan proveer informaci¨®n cuantitativa confiable para rastrear los cambios fisiol¨®gicos con precisi¨®n aceptable, concluye el experto.
Or¨ªgenes de los instrumentos para medir la presi¨®n arterial
En 1733, Stephen Hales, un clérigo inglés, fue el primero que midió y observó la variación dinámica de la presión arterial insertando un tubo de vidrio en la arteria de una yegua. En 1881, Samuel Siegfried Karl Ritter von Basch, un médico patólogo y microscopista checo-austríaco, dio a conocer su invención del esfigmomanómetro (un tensiómetro de columna de agua), que fue el primer dispositivo no invasivo para medir la presión arterial de manera indirecta.
La herramienta fue mejorada durante el siguiente cuarto de siglo: en 1896, el médico italiano Scipione Riva-Rocci presentó una variante que usaba una columna de mercurio y un manguito elástico inflable que se colocaba en el brazo. Posteriormente, en 1905, el médico ruso Nikolai Sergeevich Korotkof, realizó observaciones clave durante la reparación de los vasos sanguíneos de los soldados heridos en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905; descubrió que ciertos ruidos causados por el flujo sanguíneo que se oían en la exploración física tras inflar y desinflar el manguito coincidían con los valores máximos, o sistólicos, y mínimos, o diastólicos, de la presión arterial.
Ese es el origen de los esfigmomanómetros aneroides o auscultatorios clásicos, que tienen una perita para inflar el manguito y requieren también de un estetoscopio, y que aún hoy se usan en muchos centros de salud. Sin embargo, desde los años setenta se desarrollaron los dispositivos oscilométricos automáticos, que contienen un sensor de presión electrónico calibrado que analiza las oscilaciones de la arteria braquial del brazo cuando se la colapsa con el manguito, y que hoy son los más usados y recomendados por sociedades médicas y la Organización Mundial de la Salud.
Art¨ªculo traducido por Debbie Ponchner.
Este art¨ªculo apareci¨® originalmente en Knowable en espa?ol, una publicaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro dedicada a poner el conocimiento cient¨ªfico al alcance de todos.
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