Disparos l¨¢ser y ondas de choque: el futuro de las armas se acerca a los robots asesinos
La evoluci¨®n tecnol¨®gica aprovecha el intencionado vac¨ªo regulador para crear herramientas de destrucci¨®n in¨¦ditas que ya rozan la autonom¨ªa
El DragonFire, un l¨¢ser de alta potencia capaz de alcanzar una moneda situada a un kil¨®metro de distancia y con un coste inferior a los 12 euros por disparo, es el ¨²ltimo modelo de arma que el Ministerio de Defensa brit¨¢nico ha ensayado con ¨¦xito. Las actuales guerras han acelerado los desarrollos tecnol¨®gicos b¨¦licos hasta acercarlos a las armas aut¨®nomas o robots asesinos. Hoy, el soldado puede estar a miles de kil¨®metros del objetivo y convertirse en actor secundario de una acci¨®n mortal. La industria de la muerte se sofistica e incorpora misiles hipers¨®nicos, barcos sin tripulaci¨®n o ca?ones cin¨¦ticos mientras las potencias eluden una y otra vez la regulaci¨®n del armamento.
¡°Los Estados siguen literalmente atrapados en un proceso diplom¨¢tico en plena competici¨®n armament¨ªstica. Marean la perdiz dilatando la toma de decisiones. No hay transparencia ni intercambio verdadero de informaci¨®n sobre las investigaciones y hallazgos que realizan y se dedican a distraerse para tenernos distra¨ªdos¡±, afirma Reyes Jim¨¦nez, profesora de la Universidad Pablo de Olavide e integrante del grupo de Naciones Unidas sobre sistemas de armas aut¨®nomas letales (LAWS por sus siglas en ingl¨¦s).
Esta ¡°competici¨®n armament¨ªstica¡± ha mostrado en el ¨²ltimo a?o una acelerada carrera. Estos son algunos de los desarrollos:
Armas de energ¨ªa dirigida. El DragonFire, en el que se han invertido 117 millones de euros, es un ejemplo de armas de energ¨ªa que, seg¨²n el Gobierno brit¨¢nico, ¡°pueden atacar objetivos a la velocidad de la luz y utilizar un intenso haz para atravesarlos, lo que provoca una falla estructural o resultados m¨¢s impactantes¡±. Su bajo coste, ¡°equivalente al uso de un calefactor dom¨¦stico durante una hora¡±, convierte a esta tecnolog¨ªa en candidata a sustituir a los misiles.
¡°Este tipo de armamento de ¨²ltima generaci¨®n tiene el potencial de revolucionar el campo de batalla al reducir la dependencia de municiones costosas y el riesgo de da?os colaterales¡±, afirma el secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapp.
El Pent¨¢gono norteamericano tambi¨¦n investiga estas tecnolog¨ªas para misiones de ataque y contra misiles de crucero. La Armada de este pa¨ªs ha probado varios sistemas y prototipos de energ¨ªa dirigida, pero solo se han instalado en algunos barcos de forma experimental.
Misiles hipers¨®nicos. Los Hypersonic Attack Cruise Missile (HACM) son capaces de volar a velocidades superiores a Mach 5 (cinco veces la velocidad del sonido o 6.174 kil¨®metros por hora) y maniobrar mientras recorren la atm¨®sfera, lo que los hace mucho m¨¢s dif¨ªciles de detectar e interceptar en comparaci¨®n con los misiles bal¨ªsticos tradicionales.
La Fuerza A¨¦rea de Estados Unidos ha adjudicado un contrato de 1.407 millones de d¨®lares (1.291 millones de euros) a la compa?¨ªa Raytheon para su desarrollo y primera entrega. ¡°Los nuevos fondos permitir¨¢n a la compa?¨ªa llevar a cabo trabajos complementarios de investigaci¨®n, desarrollo, prueba y evaluaci¨®n para el programa HACM hasta 2028¡å, afirma un portavoz militar a DefenseScoop.
Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso, ha admitido el uso de misiles hipers¨®nicos Kinzhal para atacar ¡°elementos clave de infraestructura militar ucraniana¡±. China tambi¨¦n asegura disponer de este armamento y ha simulado un ataque naval complementado con la utilizaci¨®n de sat¨¦lites para interferir la acci¨®n de radares y hacerlos indetectables.
Ataques electromagn¨¦ticos. Este ¨²ltimo ensayo chino muestra una nueva estrategia orientada a los sistemas electromagn¨¦ticos. Estos ataques, seg¨²n un reciente documento de la Fuerza A¨¦rea de Estados Unidos, ¡°buscan el acceso a sistemas de comunicaciones, navegaci¨®n y localizaci¨®n¡± para ¡°detectar, explotar, degradar, interrumpir y burlar las capacidades operativas¡±.
Energ¨ªa cin¨¦tica. A partir de la misma tecnolog¨ªa electromagn¨¦tica, pero con otras aplicaciones, China experimenta tambi¨¦n con armas basadas en proyectiles no explosivos que alcanzan velocidades hipers¨®nicas y convierten la energ¨ªa cin¨¦tica en ondas de choque y calor destructivas. Seg¨²n informa el South China Morning Post, Huang Jie, del Centro de Investigaci¨®n y Desarrollo Aerodin¨¢mico de China, ha realizado simulaciones que demuestran que una esfera s¨®lida de 20 kilos a cuatro veces la velocidad del sonido puede inutilizar un tanque de entre 40 y 60 toneladas. Esto se debe a que la onda de choque generada por el impacto viaja a trav¨¦s del veh¨ªculo, concentra la tensi¨®n en ¨¢reas estructurales cr¨ªticas y provoca distorsi¨®n y fracturas. Estados Unidos tambi¨¦n ha investigado este tipo de desarrollo propuesto por General Atomics Electromagnetic Systems.
Artiller¨ªa de acecho y ataque de baja altitud. Conocidas por sus siglas en ingl¨¦s como LASSO, estas armas son sistemas letales no tripulados dise?ados para ser transportados por tropas. Constan de un ca?¨®n corto para el lanzamiento, de un dron con carga ¨²til mortal, sensores y controles de vuelo de precisi¨®n. Tienen la capacidad de volar, rastrear y atacar objetivos sin l¨ªnea de visi¨®n y veh¨ªculos blindados.
Drones subs¨®nicos. El uso de enjambres de drones es ya familiar en los escenarios de guerra. Ahora se pretende dotarlos de mayor capacidad destructiva. La compa?¨ªa Anduril ha presentado un dron dise?ado para interceptar y destruir aeronaves enemigas antes de volver a su base para ser reutilizado. ¡°El sistema no tripulado, denominado Roadrunner, es un veh¨ªculo a¨¦reo aut¨®nomo propulsado por dos reactores que puede despegar y aterrizar verticalmente y volar a alta velocidad subs¨®nica¡±, seg¨²n la compa?¨ªa.
En este campo, pero con otra estrategia, el programa Air Launched Effects (ALE) busca peque?os drones o cargas ¨²tiles que puedan ser lanzadas desde el aire por aeronaves m¨¢s grandes, ya sean tripuladas o no.
Buques sin tripulaci¨®n. A semejanza de los conocidos drones a¨¦reos, los llamados Unmanned Surface Vessels son embarcaciones aut¨®nomas dise?adas para misiones de guerra antisubmarina y de minas. Estados Unidos dispone de cuatro unidades y ya las ha puesto a prueba en maniobras desarrolladas recientemente durante cinco meses en el Pac¨ªfico.
¡°Uno de nuestros objetivos es poner las naves en situaciones tan diversas como podamos. Queremos explorar d¨®nde est¨¢n las limitaciones, y al hacerlo, limitar el riesgo asociado con las operaciones no tripuladas¡±, afirma el capit¨¢n Scot Searles, responsable del Programa de Sistemas Mar¨ªtimos No Tripulados.
La compa?¨ªa Boeing entreg¨® el pasado diciembre la primera unidad de Orca, un dron submarino de 85 toneladas y 26 metros de eslora, de alta resistencia y con una bah¨ªa de carga ¨²til modular. Puede navegar largas distancias de forma aut¨®noma y colocar minas o realizar otras misiones sin tripulaci¨®n a bordo.
Inteligencia artificial
Estos son solo algunos ejemplos de los recientes desarrollos de armas, acelerados por la incorporaci¨®n de herramientas de inteligencia artificial, que se han sumado a todos los ¨¢mbitos b¨¦licos, desde el dise?o de sistemas, incluidos los ciberataques, hasta la fabricaci¨®n y operaci¨®n de dispositivos.
Joaqu¨ªn de los Santos, jefe de Gesti¨®n Tecnol¨®gica de Navantia ¡ªsegunda compa?¨ªa de la industria de defensa espa?ola tras Airbus¡ª, resume esta creciente incorporaci¨®n de la inteligencia artificial durante un encuentro en los laboratorios de IBM en Z¨²rich (Suiza): ¡°Primero se us¨® para recursos humanos y los departamentos financieros y legales. Despu¨¦s en los procesos industriales, con la creaci¨®n de gemelos digitales. Ahora se ha incorporado a los escenarios de defensa, donde hay que tomar decisiones r¨¢pidas, con pocos datos y en condiciones de aislamiento y potencialmente hostiles¡±.
La conjunci¨®n tecnol¨®gica ha llevado al desarrollo de sistemas cercanos a los de armas aut¨®nomas letales, tambi¨¦n conocidos como robots asesinos (killer robots), que preocupa a la comunidad internacional. En la ¨²ltima Convenci¨®n sobre Ciertas Armas Convencionales, celebrada el pasado noviembre, m¨¢s de 100 Estados han pedido infructuosamente un instrumento jur¨ªdicamente vinculante sobre las mismas.
La profesora de la UPO Reyes Jim¨¦nez es pesimista tras una d¨¦cada como observadora y participante en los intentos para controlar los riesgos que el desarrollo de la rob¨®tica y de las tecnolog¨ªas emergentes suponen para la estabilidad de la seguridad internacional y el cumplimiento de los derechos humanos. Las propuestas de la mayor¨ªa se estampan contra la norma de que cualquier decisi¨®n se adopte por un consenso que las grandes potencias armament¨ªsticas impiden una y otra vez. ¡°Podemos decir que no ha habido progresos significativos, cero avances¡±, lamenta.
El principal escollo, ¡°la imposibilidad de formular una definici¨®n com¨²n de esta clase de armas¡±, sirve de excusa para ¡°atrapar a los Estados en un c¨ªrculo vicioso¡±, asegura Jim¨¦nez en un trabajo publicado en Revista Electr¨®nica de Estudios Internacionales. Algunos Estados (Reino Unido, Estados Unidos, Rusia, Francia, Italia, Jap¨®n, Israel, China o Corea del Sur) se escudan en que las defensas desplegadas en la actualidad no provocan problemas legales, ¨¦ticos y humanitarios al no poder ser consideradas de autonom¨ªa plena o LAWS. Estas son las que, una vez activadas, pueden seleccionar y atacar objetivos sin intervenci¨®n de un operador humano.
Sin embargo, para una gran mayor¨ªa de Estados y organizaciones, las armas actuales ya cuentan con sofisticados niveles de autonom¨ªa en algunas de sus funciones cr¨ªticas. Reyes respalda la definici¨®n del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja y otros Gobiernos y entidades. Esta considera un sistema de arma aut¨®nomo aquel ¡°que puede seleccionar (buscar o detectar, identificar, rastrear, seleccionar) y atacar (hacer uso de la fuerza, neutralizar, da?ar o destruir) objetivos sin intervenci¨®n humana¡±.
Las armas actuales se acercan a esta definici¨®n por la tecnolog¨ªa aplicada a algunas de sus funciones. Pero, adem¨¢s, Jim¨¦nez defiende su regulaci¨®n porque incumplen tambi¨¦n principios fundamentales establecidos en convenios internacionales, como la obligaci¨®n de distinguir en todo momento entre personas combatientes y civiles (principio de distinci¨®n). Reyes pone como ejemplo a HARPY, un arma que fue dise?ada para atacar sistemas de radar: ¡°Puede reconocerlos, pero es incapaz de apreciar si el objetivo est¨¢ rodeado de personas o bienes civiles¡±.
Tambi¨¦n vulneran el principio de proporcionalidad, que proh¨ªbe lanzar ataques cuando se prevean muertos y heridos entre la poblaci¨®n civil o que sean excesivos frente a la capacidad b¨¦lica del oponente. Las noticias diarias sobre las guerras demuestran claramente su incumplimiento.
En el mismo sentido, las actuales armas desoyen el principio de precauci¨®n en el ataque, que debe realizarse preservando a la poblaci¨®n y a los bienes de car¨¢cter civil. Los convenios internacionales establecen que los combatientes no disponen de un derecho ilimitado para elegir sus medios y m¨¦todos de guerra. La realidad demuestra lo contrario.
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