Un ¡®despiste¡¯ en una charla revela por qu¨¦ es tan dif¨ªcil ser mujer en ciberseguridad: ¡°Fue una falta de respeto profesional absoluta¡±
Una conferencia en la RootedCon ten¨ªa dos ponentes. Al acabar, parec¨ªa que solo hab¨ªa habido uno, el hombre. ?Qu¨¦ muestra este hecho sobre el rol del g¨¦nero en este sector?
El pasado 7 de marzo Gabriela Garc¨ªa y David Mel¨¦ndez dieron ante 1.500 personas en la RootedCon, la mayor conferencia de ciberseguridad del mundo hispano, una charla titulada ¡°Dark territory: paralizando la red ferroviaria de un pa¨ªs entero¡±. Todo fue seg¨²n lo previsto. La charla era sobre una delicada vulnerabilidad de seguridad ferroviaria, en la se?alizaci¨®n. Garc¨ªa es desarrolladora de software, hacker y profesora, y Mel¨¦ndez es ingeniero I+D en el equipo de hacking de Innotec Security con m¨¢s de una d¨¦cada de experiencia en la comunidad.
Arrancando en la @rootedcon con @constrainterror y @TaiksonTexas :) pic.twitter.com/AWvLgdWOYl
— Lorenzo Mart¨ªnez (@lawwait) March 7, 2024
La charla, a¨²n no disponible online, tuvo cierta repercusi¨®n en blogs y medios. Pero unos d¨ªas despu¨¦s Garc¨ªa expuso una queja que lanz¨® como mensaje en X (antes Twitter): ¡°Me parece curioso que much¨ªsimas personas que vieron nuestra charla en @rootedcon se les olvida mencionar mi mera existencia en ella teniendo en cuenta que en la investigaci¨®n, el desarrollo y la explicaci¨®n estuvimos @TaiksonTexas [apodo de Mel¨¦ndez en X] y yo currando el 50%¡±.
Aquel mensaje caus¨® revuelo. Recibi¨® docenas de respuestas y muestras de apoyo y llev¨® al mundo de la ciberseguridad hispana a hacerse un mont¨®n de preguntas sobre sesgos, meritocracia y g¨¦nero. Lo que parec¨ªa un aparente despiste puntual revelaba una situaci¨®n mucho m¨¢s compleja.
¡°Fue una falta de respeto profesional absoluta¡±, dice Garc¨ªa a EL PA?S. ¡°Lo he visto repetirse varias veces, me ha llevado a quejarme para llamar la atenci¨®n ante la falta de atribuci¨®n de algo que es m¨ªo y que puede cerrarme puertas a nivel profesional porque es una charla muy llamativa tambi¨¦n a nivel t¨¦cnico¡±, a?ade. EL PA?S ha consultado a una docena de personas del sector. Nadie niega que hay pocas mujeres en ciberseguridad y que su camino tiene dificultades propias.
Hay, sin embargo, m¨¢s debate en los motivos y en la dificultad general de salir adelante en un sector tan competitivo. Garc¨ªa explica: ¡°La tecnolog¨ªa, y especialmente la ciberseguridad, es muy competitiva, llena de egos, y a veces tu trabajo no basta, sino que tienes que ser conocido de alguna manera por tus compa?eros. Es un entorno hostil en general, y para las mujeres no es distinto. La tecnolog¨ªa no es un campo que invite a entrar, y la ciberseguridad, menos¡±, dice.
En la conferencia, los desaires con Garc¨ªa son evidentes a varios niveles. As¨ª, por ejemplo, explica Mel¨¦ndez c¨®mo fue el final de su presentaci¨®n: ¡°A m¨ª me ven¨ªan a saludar y a Gabriela apenas le dec¨ªan nada y se desped¨ªan con ¡®hasta luego chicos¡¯. Yo llevo 13 a?os dando conferencias y en el sector estoy hasta en la sopa. Me pueden dar a m¨ª la mano antes que a Gabriela porque igual me han visto m¨¢s¡±, dice Mel¨¦ndez.
A pesar de esa sensaci¨®n, Mel¨¦ndez dice que no es solo un tema de g¨¦nero y que ¨¦l tambi¨¦n ha sufrido ese ¡°ninguneo¡± por otros motivos ¡°desde que empez¨®¡±: ¡°Creo firmemente que, m¨¢s que con un tema de g¨¦nero, tiene que ver con a qui¨¦n le caes mal. Ves c¨®mo te llaman de un sitio, pero de otro no, aunque ocupemos 1.500 plazas en la RootedCon. En el sector, todo el mundo me conoce como el tipo de los drones, pero luego es muy curioso ver c¨®mo cuando toca hablar de ellos sale literalmente cualquier otra persona a la palestra, y eso solo puede ser fruto de egos da?ados por algo que haces o dejas de hacer¡±, explica a este peri¨®dico.
La organizaci¨®n de la RootedCon funciona, excepto en casos puntuales, con una rigurosa apuesta por los trabajos m¨¢s interesantes con votaciones an¨®nimas, explica Rom¨¢n Ram¨ªrez, coorganizador de la conferencia: ¡°Tenemos una postura muy r¨ªgida con no meter a mujeres a presi¨®n en el evento. No queremos que ninguna mujer piense que se la ha metido de relleno porque la ciberseguridad es un sector muy m¨¦ritocr¨¢tico en la parte m¨¢s t¨¦cnica¡±, dice Ram¨ªrez. La demostraci¨®n con el c¨®digo es una condici¨®n inexcusable y extendida. ¡°Es una l¨ªnea roja. Las charlas que damos en RootedCon son de demostraci¨®n t¨¦cnica: o demuestras o no vienes¡±, dice Ram¨ªrez.
Por ese motivo es a¨²n m¨¢s flagrante la desaparici¨®n de Garc¨ªa. A esta dif¨ªcil combinaci¨®n de egos heridos, a?os en la comunidad y la apuesta tajante por la meritocracia se a?ade una caracter¨ªstica que complica el acceso a las mujeres: la inform¨¢tica, y m¨¢s la ciberseguridad, ha sido siempre un sector extremadamente masculino. ¡°En el sector en general hay entre el 1%1 y el 18% de mujeres¡±, dice Ram¨ªrez. ¡°En la Rooted ha habido a?os donde han sido un 5%, pero este a?o llegamos al 24%¡±.
Despu¨¦s de la explosi¨®n del debate en X, el hacker ¨¦tico y arquitecto tecnol¨®gico Fran de la Iglesia mont¨® una charla de m¨¢s de una hora con Garc¨ªa y Mel¨¦ndez en su canal de Twitch titulada Les olvidades de les TIC [nuevas tecnolog¨ªas]. ¡°Aunque quisi¨¦ramos aplicar cuotas en tecnolog¨ªa, el porcentaje de mujeres es tan peque?o que ni siquiera ser¨ªa t¨¦cnicamente posible¡±, dice De la Iglesia. ¡°Tambi¨¦n quiz¨¢s hay algo ah¨ª con que sea un mundo muy de anal¨ªtica matem¨¢tica; al fin al cabo la inform¨¢tica son ecuaciones y lenguajes de programaci¨®n. No s¨¦ si a lo mejor tiene que ver con eso o que durante mucho tiempo ha sido un sitio mayoritariamente masculino y que lo que hace falta es tiempo para que se llegue a una paridad entre comillas¡±, a?ade.
Una brecha hist¨®rica
¡°La brecha de g¨¦nero en ciberseguridad persiste debido a la hist¨®rica dominaci¨®n masculina en el campo¡±, dice Elena Casado, jefa de operaciones de ciberinteligencia en Deloitte. ¡°Las mujeres enfrentamos barreras adicionales, como el mansplaining y, en muchos casos, la necesidad de esforzarnos el doble para ser reconocidas como profesionales¡±, cuenta.
Marta Barrio, ingeniera en Oracle Netsuite, es cofundadora de Securiters, un proyecto de divulgaci¨®n creado en 2021 y que tiene como una de sus iniciativas crear un espacio donde m¨¢s mujeres de la comunidad se conozcan. Como otras ingenieras con a?os de experiencia, Barrio explica que no se ha sentido invisibilizada por sus compa?eros. Pero s¨ª que hay algo que a las mujeres les cuesta m¨¢s y que define como ¡°tres barreras¡±. ¡°Al principio ve¨ªas a una mujer dar una charla y autom¨¢ticamente pensabas: ¡®ojo, va a contar algo interesante, porque para haber llegado a ser seleccionada seguro que es buena¡¯¡±, dice Barrio. Cuando hubo m¨¢s mujeres empez¨® a verse de otro modo, dice: ¡°¡®La habr¨¢n cogido por ser mujer y as¨ª mejorar los porcentajes¡¯, he o¨ªdo muchas veces¡±, a?ade. Esa reacci¨®n al crecimiento de mujeres cre¨® esta triple barrera: ¡°La primera es mental, de creer t¨² misma que lo que vas a contar tiene valor. La segunda, de exposici¨®n y hablar en p¨²blico, pero a¨²n nos quedaba una tercera impuesta, un ¡®tengo que demostrar m¨¢s a¨²n para que no piensen que estoy aqu¨ª por ser mujer¡¯, lo que implica una presi¨®n extra y que muchas personas no est¨¦n dispuestas a exponerse por ese miedo¡±, dice.
¡®No parec¨ªas ponente¡¯
Esa barrera de tener que hacerlo perfecto para que nadie crea que la presencia de una mujer es por cuota ha perjudicado obviamente su crecimiento. M¨¢s a¨²n si, como en el caso de Gabriela Garc¨ªa en la RootedCon, cuando lo hace todo como le exige la comunidad, luego se ¡°olvidan¡± de ella. ¡°Por lo que me dijeron, yo ¡®no parec¨ªa¡¯ ponente¡±, escribi¨® en uno de sus mensajes en X. Es el colmo de la invisibilizaci¨®n: cumplir con todos los requisitos y seguir siendo infravalorada.
Esta situaci¨®n tiene unas consecuencias dif¨ªciles de medir porque dependen del car¨¢cter y confianza de cada persona. La ciberseguridad no es tan distinta del resto de la sociedad, pero la falta de presencia femenina crea un c¨ªrculo dif¨ªcil de romper: ¡°Conozco chicas que son t¨¦cnicas muy reputadas y ah¨ª siguen, pero es verdad que son pocas y coincide que tienen un car¨¢cter fuerte con una personalidad bastante imponente¡±, dice Iris Mart¨ªn, especialista en ciberseguridad.
¡°Pero en general las chicas que trabajamos en ¨¢reas de muchos hombres, no presentamos o divulgamos hasta lo que hacemos es tres veces mejor que nuestros compa?eros. O en las ofertas de trabajo la mayor¨ªa de los chicos si ven una oferta de trabajo y piden diez cosas, ellos con tener dos o tres aplican, pero la mayor¨ªa de nosotras, si no cumplimos nueve de diez, no aplicamos. Por esta presi¨®n, muchas de las chicas que empezaron como t¨¦cnicas se fueran a ¨¢reas de gesti¨®n por estar m¨¢s c¨®modas o porque se paga m¨¢s¡±, a?ade Mart¨ªn.
Esta distinci¨®n es evidente incluso para un art¨ªculo de peri¨®dico como este. EL PA?S ha tenido que contactar con el doble de mujeres hasta tener un grupo suficiente que quisiera dar su opini¨®n sobre esta situaci¨®n. Todos los hombres contactados contestaron r¨¢pido y sin precauciones. ¡°Es por la propia cultura que tenemos metida¡±, dice Rafa L¨®pez, profesor y especialista en ciberseguridad. Se da por hecho que como hab¨ªa muy pocas chicas en la carrera, su bagaje ser¨¢ ¡°poco t¨¦cnico y m¨¢s filos¨®fico¡±: ¡°Hay un prejuicio de que esa persona no me va a dar una charla t¨¦cnica por ser mujer y porque se asocia ser mujer a que no vengas de una carrera t¨¦cnica¡±, aclara L¨®pez.
La presi¨®n por estar al nivel se extiende por todo el sector tecnol¨®gico, m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito estricto de la ciberseguridad. Azahara Fern¨¢ndez Guiz¨¢n viene de biolog¨ªa sanitaria, donde tiene un doctorado, y luego se reconvirti¨® a desarrolladora de software. Incluso compa?eros de trabajo en su caso presuponen que sus funciones no son t¨¦cnicas: ¡°Ya sabes que yo soy t¨¦cnica, que no tengo ning¨²n rol de gesti¨®n. Qui¨¦n crees que me hace el trabajo en el d¨ªa a d¨ªa¡±, les responde Fern¨¢ndez Guiz¨¢n, que ha ganado tres veces un premio de programaci¨®n de Microsoft. Ahora publicar¨¢ un libro: ¡°Tengo unos nervios¡±, dice. ¡°Se lo dec¨ªa a mi editor, a ver qu¨¦ va a pasar y qu¨¦ van a decir. Igual me dicen que la parte t¨¦cnica del libro est¨¢ mal, o c¨®mo lo van a abordar. Es un doble rasero muy grande siempre¡±, a?ade.
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