Las encuestas en redes sociales distorsionan deliberadamente la realidad pol¨ªtica
Un estudio concluye que las realizan mayormente hombres mayores, participan m¨¢s bots que usuarios reales y los resultados est¨¢n m¨¢s sesgados antes que despu¨¦s de las elecciones
Las redes sociales est¨¢n tan extendidas entre la poblaci¨®n que, en ocasiones, hay quien confunde las opiniones que all¨ª se vierten con las de la propia sociedad. Algunos pol¨ªticos tienden a cometer ese error, tomando las discusiones y debates generados en este entorno virtual como una especie de pulso social (siempre que favorezca sus intenciones). Un grupo de investigadores se propuso averiguar cu¨¢l es la incidencia real de las encuestas de X, la antigua Twitter, en la vida pol¨ªtica de los pa¨ªses. Sus conclusiones, publicadas esta semana, es que est¨¢n tremendamente sesgadas: distorsionan deliberadamente la realidad pol¨ªtica, mayormente en beneficio de las opciones m¨¢s conservadoras. Y a menudo se adulteran con votos comprados a granjas de trolls (generadores de perfiles automatizados).
Est¨¢ demostrado que las redes sobrerrepresentan las opiniones vertidas por la audiencia m¨¢s reaccionaria y polarizada. Se sabe tambi¨¦n que la demograf¨ªa de los usuarios de X, como la de todas las redes, no es representativa de la sociedad, y que los bots, las cuentas que difunden desinformaci¨®n y la influencia extranjera adulteran todav¨ªa m¨¢s la foto final. ¡°Pero todav¨ªa no hab¨ªa ning¨²n estudio serio sobre hasta qu¨¦ punto se usan las encuestas en redes sociales en las campa?as electorales y sobre cu¨¢l es su incidencia real en esas campa?as¡±, dice el autor principal del art¨ªculo, Przemyslaw A. Grabowicz, profesor asistente de la Universidad de Massachusetts Amherst.
Introducidas en 2015, un a?o antes de las elecciones que gan¨® Donald Trump, y muy usadas en las campa?as electorales, las encuestas de X las puede crear cualquier usuario y compartirlas con el resto. En los ¨²ltimos a?os, se han convertido en una funcionalidad especialmente exitosa de X por su f¨¢cil manejo y gran alcance, llegando a amasar en ocasiones millones de votos. Grabowicz y su equipo estiman que cada mes se realizan en torno a un mill¨®n de encuestas de todo tipo. Poco despu¨¦s de comprar Twitter en octubre de 2022, Elon Musk us¨® las encuestas, o eso dijo, para tomar decisiones de negocio relevantes, incluyendo el despido del entonces consejero delegado de la plataforma, Parag Agrawal.
La influencia de las encuestas
La literatura cient¨ªfica ha demostrado que las encuestas convencionales pueden influenciar c¨®mo la gente percibe la opini¨®n p¨²blica y moldear la forma en que cada uno se crea su propia opini¨®n. ?Sucede lo mismo con las encuestas desarrolladas en redes sociales? Para averiguarlo, Grabowicz y sus colegas reunieron una gran base de datos con encuestas realizadas en Twitter en torno a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 y 2020.
¡°En las elecciones presidenciales de 2020 se realizaron m¨¢s de 13.000 sondeos de opini¨®n en X/Twitter que recabaron m¨¢s de 20 millones de votos emitidos¡±, asegura Grabowicz. ¡°Estas encuestas daban a Trump una victoria aplastante, cuando en realidad fue Biden quien gan¨® las elecciones. Quer¨ªamos mirar m¨¢s de cerca, ver si las encuestas eran leg¨ªtimas y qu¨¦ pod¨ªan decirnos sobre c¨®mo influyen las redes sociales en la pol¨ªtica estadounidense¡±, explica. Si nos fi¨¢semos de los pron¨®sticos recogidos por estas herramientas, Trump hubiera ganado los comicios de 2020 con un 58% de los votos. No fue as¨ª: se impuso Joe Biden con el 51,3% de los votos y Trump logr¨® el apoyo del 46,8% de los votantes.
La primera tarea fue filtrar las encuestas. Muchas de ellas permit¨ªan votar casi cualquier cosa (si prefieres el jazz o el heavy metal, si te gusta m¨¢s la pizza o los tacos¡), as¨ª que los investigadores seleccionaron unas 7.000 en las que se preguntara expl¨ªcitamente ¡°?A qui¨¦n votar¨¢s?¡± o ¡°?Qui¨¦n ganar¨¢ las elecciones?¡±.
Grabowicz y sus colegas descubrieron tambi¨¦n que hab¨ªa un 50% m¨¢s de votos de identidad cuestionable (bots) en las encuestas preelectorales que en las que se realizaron tras las elecciones. ¡°Eso sugiere que sesgar las encuestas de las redes sociales es una t¨¢ctica deliberada para influenciar en los resultados pol¨ªticos¡±, subrayan los investigadores. En este sentido, el ya candidato oficial del Partido Republicano a las presidenciales de este a?o, Donald Trump, ha compartido en su propia plataforma, Truth Social, los resultados de algunas encuestas de X que le dan como favorito, con un apoyo del 70%, presumiblemente para crear la impresi¨®n de su abrumadora popularidad.
Las encuestas realizadas en 2016 y 2020 no solo daban como ganador por abultada mayor¨ªa a Trump, sino que tambi¨¦n ten¨ªan el doble de posibilidades de haber sido realizadas, contestadas y retuiteadas por hombres. En cuanto a la ideolog¨ªa de los participantes, los conservadores superaron 10 a uno a los liberales.
El an¨¢lisis del equipo de Grabowicz revel¨® tambi¨¦n que al menos se realizaron 2.000 encuestas tras las elecciones de 2020 que daban por sentado que hab¨ªa habido un fraude electoral. ¡°La opacidad de las encuestas de Twitter hace que la estimaci¨®n del efecto de los sesgos, ya sea por desinformaci¨®n o desinformaci¨®n, resulte dif¨ªcil de estimar¡±, sostienen los autores en las conclusiones.
?Qu¨¦ pasar¨¢ en 2024?
La media de las encuestas pol¨ªticas realizadas en X sobre las elecciones de finales de 2024 otorgan a Trump una victoria c¨®moda, con un 72% de los votos. Grabowicz y su equipo han desarrollado una web en la que se puede seguir los pron¨®sticos que dan las redes sociales y ver qu¨¦ resultados arrojar¨ªan si se corrigiesen los sesgos.
El estudio coordinado por Grabowicz se centra en un pa¨ªs, EE UU, y en una red social en particular, X. Aunque los autores destacan que sus conclusiones no pueden extrapolarse a otros contextos, es complicado ignorar las banderas rojas que detecta.
¡°Nuestro trabajo alerta de que las redes sociales carecen de transparencia, incluso para cosas tan importantes como las elecciones nacionales¡±, dice Grabowicz. ¡°Si eso ocurre en un contexto como este, podemos estar seguros de que tambi¨¦n suceder¨¢ en muchos otros¡±.
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