No importa la plataforma ni el algoritmo, son los humanos los que vuelven t¨®xicas las redes sociales
Un nuevo estudio publicado en ¡®Nature¡¯ analiza 500 millones de mensajes durante tres d¨¦cadas para entender mejor los malos modos en internet
Las redes sociales cambian con los a?os, pero el comportamiento humano t¨®xico persiste. Un debate persistente hoy en la academia es delimitar el impacto de las redes sociales en nuestras vidas y democracias, sobre todo si ha contribuido a hacer el debate p¨²blico m¨¢s t¨®xico. Un nuevo estudio publicado en Nature a¨ªsla varios comportamientos para intentar entender mejor d¨®nde empieza y acaba la toxicidad en l¨ªnea. Analiza m¨¢s de 500 millones de hilos, mensajes y conversaciones en ocho plataformas durante 34 a?os.
El resultado es que la toxicidad est¨¢ mucho m¨¢s ligada a los humanos y no ha emergido espec¨ªficamente ahora como resultado de las redes: ¡°El estudio indica que a pesar de los cambios en las redes y las normas sociales a lo largo del tiempo, persisten ciertos comportamientos humanos, incluida la toxicidad¡±, dice Walter Quattrociocchi, profesor de la Universidad de La Sapienza (Roma) y coautor junto a otros acad¨¦micos de su universidad y de la City University y el Instituto Alain Turing, en Londres. ¡°Esto implica que la toxicidad es un resultado natural de las discusiones online, independientemente de la plataforma¡±.
Las plataformas analizadas de las que salen los mensajes en ingl¨¦s son Facebook, Gab, Reddit, Telegram, Twitter, YouTube, Usenet (foro creado en 1979) y Voat (un agregador de noticias estadounidense). Los autores han definido toxicidad como ¡°un comentario grosero, irrespetuoso o irrazonable que pueda hacer que alguien abandone una discusi¨®n¡±.
La toxicidad no ahuyenta
Otra novedad de este estudio que va en contra de lo que habitualmente se ha pensado de las redes es que la toxicidad no ahuyenta a los usuarios de una red. Al ser un reflejo humano, se asume como algo normal en un entorno donde los usuarios no detectan otros indicios de actitud como los gestos o el tono de voz. ¡°Los hallazgos del estudio desaf¨ªan la creencia com¨²n de que la toxicidad disminuye el atractivo de una plataforma¡±, dice Quattrociocchi. ¡°Muestra que el comportamiento del usuario en conversaciones t¨®xicas y no t¨®xicas tiene patrones casi id¨¦nticos en t¨¦rminos de participaci¨®n, sugiere que la presencia de toxicidad podr¨ªa no disuadir la participaci¨®n como com¨²nmente se supone¡±.
La investigaci¨®n acad¨¦mica sobre comportamientos online tiene la dificultad de encontrar buenos datos que sirvan para distinguir qu¨¦ comportamiento es propiamente humano y cu¨¢l es provocado por el dise?o de la red y de sus famosos algoritmos. Este trabajo sobre la toxicidad intenta desentra?ar en parte esa diferencia. El resultado es que la toxicidad en las redes es producto m¨¢s de la naturaleza humana que de la tecnolog¨ªa: ¡°La toxicidad en conversaciones online no detiene necesariamente a la gente para participar ni promueve la interacci¨®n. Es m¨¢s un reflejo del propio comportamiento humano visto a trav¨¦s de plataformas y contextos¡±, dice Quattrociocchi.
El estudio tambi¨¦n ha encontrado que la polarizaci¨®n y la diversidad de opiniones puede contribuir m¨¢s a las discusiones hostiles online que la propia toxicidad. Los usuarios pueden acabar alargando la conversaci¨®n y faltando el respeto a un rival pol¨ªtico por opiniones encontradas m¨¢s que por leer comentarios groseros u hostiles. ¡°Puede concluirse que la polarizaci¨®n, al promover interacciones con debates entre usuarios de diferentes opiniones, tiende a reforzar la participaci¨®n en plataformas¡±, asegura Quattrociocchi. ¡°Estas interacciones generadas por la controversia y el debate pueden tener mayor impacto al mantener la actividad de los usuarios que la toxicidad¡±, a?ade.
Este hallazgo puede ayudar a que las plataformas traten la moderaci¨®n de contenido de manera diferente y filtren mejor el contenido t¨®xico para que ese comportamiento humano sobreviva menos online: ¡°Podr¨ªan dise?arse sistemas que fomenten debates saludables sin caer en la toxicidad y la moderaci¨®n podr¨ªa ser sensible a las complejidades del comportamiento humano¡±, explica el investigador italiano.
Aunque el estudio apunta que cierta toxicidad va ligada al comportamiento humano en redes, esto no implica que todas las interacciones en l¨ªnea est¨¦n condenadas a ser t¨®xicas o que los esfuerzos por mitigarlas sean in¨²tiles. ¡°La forma m¨¢s efectiva de reducir la toxicidad en l¨ªnea es hacer que las personas sean conscientes del comportamiento que tenemos online, y para eso necesitamos sobre todo formaci¨®n medi¨¢tica cognitiva¡±, dice Quattrociocchi.
Puedes seguir a EL PA?S Tecnolog¨ªa en Facebook y X o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.