Quibi: la plataforma aplastada por el coronavirus
La idea del productor Jeffrey Katzenberg para competir en el mercado de ¡®streaming¡¯ no consigue enganchar y se ve ahogada en su nacimiento por la crisis sanitaria y econ¨®mica
El productor Jeffrey Katzenberg y la ejecutiva Merg Whitman estaban convencidos de que en el mercado de streaming hab¨ªa espacio para una plataforma m¨¢s. Pensaron en un producto para m¨®viles, con episodios cortos, que pudiera ser disfrutado en cualquier situaci¨®n. Recaudaron unos 1.800 millones de d¨®lares de inversores. Desarrollaron contenido exclusivo y adaptado a su formato, contrataron estrellas de Hollywood. Planificaron para su primer a?o 175 estrenose, divididos en 8.500 segmentos. El producto se llam¨® Quibi y sali¨® al mercado el pasado 6 de abril. No pasa nada si no lo sab¨ªa. Quibi es la ¨²ltima plataforma de video de la que nadie est¨¢ hablando.
Quibi es una apuesta sui generis por utilizar el mercado de streaming para algo distinto que las series, concursos y pel¨ªculas est¨¢ndar. Su programaci¨®n se compone de series originales cuyos episodios duran 10 minutos y est¨¢n pensados solo para el m¨®vil. Se puede ver en vertical u horizontal. La imagen se adapta de una manera sorprendente a dos formatos que en principio parecen incompatibles.
Es f¨¢cil ver el encaje de Quibi en un mundo de espectadores distra¨ªdos que saltan de un contenido a otro en el metro o en ratos libres que no necesariamente son en el sof¨¢ delante de una televisi¨®n. Al abrir la app esta semana en EE UU, lo primero que aparece es un anuncio de papel higi¨¦nico en el que un pap¨¢ oso est¨¢ en el ba?o viendo Quibi. Queda claro qu¨¦ espacios del d¨ªa pretende rellenar. La plataforma ofrece un periodo de prueba gratis de 90 d¨ªas. Despu¨¦s, cobra 4,99 d¨®lares al mes con anuncios y 7,99 sin ellos (8,99 euros en Espa?a).
El lanzamiento, sin embargo, ha sido como poco decepcionante. A pesar de una potente campa?a de promoci¨®n, una encuesta a mediados de marzo revelaba que el 68% de los adultos no sab¨ªan de qu¨¦ les estaban hablando. Nada. Comparado con el resto del mercado de streaming por suscripci¨®n, es un medio semiclandestino. Whitman revel¨® que en la primera semana la app fue descargada 1,7 millones de veces. El anterior lanzamiento en este mercado fue Disney +, que gan¨® 10 millones de suscriptores en su primer d¨ªa y cuya app se descarg¨® 3,2 millones de veces en una semana. Apenas una semana despu¨¦s de salir, la app de Quibi sali¨® de la lista de las 50 m¨¢s descargadas de iPhone.
¡°La culpa de todo la tiene el coronavirus¡±, dijo Katzenberg en una entrevista en The New York Times el pasado 11 de mayo. ¡°Todo. Pero es cosa nuestra¡±. ¡°?Es esta la avalancha de gente que quer¨ªamos y a la que apunt¨¢bamos en el lanzamiento? La respuesta es no. No est¨¢ a la altura de lo que quer¨ªamos. No est¨¢ ni cerca de lo que quer¨ªamos¡±.
Para finales de marzo, ya era evidente que el mundo hab¨ªa cambiado. Pa¨ªses enteros como Espa?a e Italia estaban bajo ¨®rdenes de confinamiento y restricci¨®n de movimientos inauditas. En Estados Unidos, California hab¨ªa paralizado su econom¨ªa el 19 de marzo. Nueva York lo hizo el d¨ªa 22. Los dos grandes centros creativos del pa¨ªs estaban metidos en casa. Hollywood cancel¨® o pospuso toda la temporada de estrenos de Pascua. Las oficinas de Quibi en Hollywood hab¨ªan cerrado el 16 de marzo, tres semanas antes de su lanzamiento. Sus 265 empleados trabajaban desde casa.
El 26 de marzo, Katzenberg dio una entrevista a The Hollywood Reporter en la que respond¨ªa sobre c¨®mo estaba afectando la situaci¨®n a los planes de Quibi. Los equipos de producci¨®n estaban haciendo lo que pod¨ªan para terminar los shows a tiempo para el lanzamiento en plat¨®s improvisados en las casas. ¡°En la mayor¨ªa de los shows, nuestros socios han sido muy emprendedores¡±, dec¨ªa Katzenberg. ¡°Y est¨¢n entregando el trabajo¡±. En ese momento, Katzenberg esperaba que se retrasasen solo dos de los programas de su oferta por la pandemia.
Hacer un lanzamiento bien publicitado era imposible. No solo no se pod¨ªa hacer la fiesta de presentaci¨®n, sino que el mundo no ten¨ªa ojos para nada que no fuera la informaci¨®n de una enfermedad que estaba matando a miles de personas en todo el mundo. Quibi se dispon¨ªa a debutar sin posibilidad de hacer ning¨²n ruido en los medios. Aun as¨ª, Whitman dec¨ªa a la publicaci¨®n angelina que todo segu¨ªa adelante. ¡°Tenemos confianza total en que vamos a poder hacer el lanzamiento. Tenemos el contenido adecuado para debutar, la tecnolog¨ªa est¨¢ lista, nuestro mensaje est¨¢ en el mercado. Estamos listos para salir¡±.
Casi dos meses despu¨¦s de estar disponible, la palabra Quibi no sale en las conversaciones normales sobre series, por decirlo suavemente. Esta semana, al abrir Quibi lo primero que ofrece es una interesante serie documental sobre el racismo en el deporte profesional norteamericano llamada Blackballed; una comedia sobre polic¨ªas titulada Reno911!; y un thriller con Liam Hemsworth y Chris Waltz titulado Most Dangerous Game. Despu¨¦s hay un importante reparto de estrellas, con programas de Jennifer Lopez, Lebron James o Lena Waithe.
Nadie dice que no sea una visi¨®n acertada del futuro del contenido para m¨®viles. El problema, por ahora, es que el futuro est¨¢ congelado. No se puede ni siquiera valorar. Aparte del problema de la promoci¨®n, est¨¢ el hecho de que, por peque?a que sea la suscripci¨®n, Quibi est¨¢ pidiendo a la gente un gasto extra en un momento en el que millones de hogares en Estados Unidos est¨¢n precisamente pensando en qu¨¦ recortar, por unas cifras de desempleo sin precedentes hist¨®ricos. En el lado creativo, tampoco hay un show que haya llamado la atenci¨®n como para crecer de forma org¨¢nica de m¨®vil a m¨®vil. No hay un ¨¦xito. Se puede echar la culpa al coronavirus, por ahora. Pero en alg¨²n momento Quibi tendr¨¢ que ense?ar d¨®nde est¨¢ ese supuesto p¨²blico joven que quer¨ªa ver series cortas en el m¨®vil.
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