Org¨ªa
?Se puede desear el rid¨ªculo de gente poderosa que parece detestable y que casi siempre sale impune de sus tropel¨ªas?
?Existe sadismo al desear el rid¨ªculo en p¨²blico de gente poderosa que te parece detestable y que casi siempre sale impune de sus atropellos? Si es as¨ª, bendito sea. O tal vez solo anheles que a falta de justicia real, esta pueda tornarse po¨¦tica. Por ejemplo, encuentro gozoso que en la alocuci¨®n ante las c¨¢maras de Rudolph Giuliani, abogado de Trump, soltando trolas para hacer la loa de su impresentable cliente, a este se le embadurne asquerosamente el rostro porque el traidor tinte de su cabello se va deshaciendo. Los miserables nos consolamos con estas peque?as venganzas.
M¨¢s alegr¨ªas. Observo un programa en la cadena del m¨¢s periodismo, del resistimos, del supuesto progresismo que promociona fervorosamente las incalificables movidas del indescriptible Inda. Y diviso un r¨®tulo en la pantalla que anuncia: Org¨ªa en la pandemia. El t¨ªtulo suena a porno duro, carnal o sentimental, imaginativo para excitar al l¨²brico mir¨®n. Pero no es una pel¨ªcula. Se refiere a que han pillado en Bruselas a uno de los d¨®berman favoritos del nazi h¨²ngaro Victor Orban, a uno de los implacables perseguidores de homosexuales, saltando por una ventana y comi¨¦ndose un ¨¦xtasis. Ocurre cuando la poli interrumpe una org¨ªa, mayoritariamente habitada por t¨ªos en bolas, varios de ellos pertenecientes al inmaculado cuerpo diplom¨¢tico.
Qu¨¦ gusto me da ver acorralados y desenmascarados a los inquisidores profesionales, a los eternos cazadores y a las actuales e hiperpromocionadas cazadoras del brujer¨ªo. Me fijo en el careto del orgi¨¢stico y da como grima. Casi nunca es t¨®pica, fr¨ªvola o falsa la convicci¨®n de que el rostro es el espejo del alma. Y podr¨ªa a?adir m¨¢s im¨¢genes que otorgan raz¨®n de ser a la verg¨¹enza ajena. Que sigan repiti¨¦ndose. Logran la carcajada de los que nos sentimos eternamente agraviados por la estupidez.
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