D¨ªaz Ayuso en la ¡®Camposm¨®vil¡¯: estar quieta no es una opci¨®n
La presidenta de Madrid tuvo una entrevista de esas que llamar amable es insultar la generosidad de la anfitriona: fue un aut¨¦ntico paseo, que de eso se trataba por otra parte
El d¨ªa que Isabel D¨ªaz Ayuso dimit¨ªa y convocaba elecciones por la ma?ana, estaba por la tarde en la tele, metida en la pecera transparente de un cami¨®n, dando vueltas por Madrid con Mar¨ªa Teresa Campos. No es un chiste, es el nuevo programa de la veterana presentadora, La Campos m¨®vil, en Telecinco, grabado d¨ªas antes. ¡°?Arranca Manolo!¡±, dijo, y empez¨® el programa. Lo presentaban como un emocionante viaje geogr¨¢fico y sentimental ¡°en el que Mar¨ªa Teresa puede ser una pira?a y si hace falta un pez payaso¡±. Ay, cuidado con esas met¨¢foras, porque pira?as se vieron muy pocas, era una de esas entrevistas que llamar amable es insultar la generosidad de la anfitriona: fue un aut¨¦ntico paseo, que de eso se trataba por otra parte. Una entrevista sobre ruedas.
La presentadora fue a buscarla a la Puerta del Sol con su cami¨®n y la m¨²sica de Think (Piensa). Qu¨¦ mala leche tiene Campos cuando no se lo propone, justo el d¨ªa que la presidenta se liaba la manta a la cabeza. Tambi¨¦n el pr¨®logo anunciaba que habr¨ªa azotes a la izquierda y ¡°morreos a la derecha¡±, y sal¨ªa D¨ªaz Ayuso bes¨¢ndose con el l¨ªder de Ciudadanos, Ignacio Aguado. Las dos se subieron al veh¨ªculo, entre gente que hac¨ªa fotos con los m¨®viles y un se?or de Compro Oro que pasaba por all¨ª. Se ve¨ªa a los curiosos detr¨¢s del cristal como si estuvieran en el zoo o un escaparate. En la puerta del cami¨®n, un lema que podr¨ªa estarse tatuando D¨ªaz Ayuso tanto tras anunciar unos comicios anticipados como que Madrid no quiere restricciones para Semana Santa: ¡°Estar quieta no es una opci¨®n¡±. Pues nada, de perdidos al r¨ªo y tira millas.
El cami¨®n a ratos parec¨ªa inc¨®modo, se intu¨ªa algo de vaiv¨¦n, pero desde luego no era por las preguntas, todas jabonosas. La conversaci¨®n de colegas, que Bert¨ªn Osborne hace en su casa o en la del otro, Mar¨ªa Teresa Campos la hace en un no-lugar, en medio del tr¨¢fico, o en uno de esos atascos tan entra?ables de Madrid. La idea es que as¨ª llevas al invitado a sitios, y mientras vas charlando. Mientras iban a la sede del PP, D¨ªaz Ayuso dej¨® caer sus grandes ¨¦xitos, tuvo barra libre, y no decepcion¨®. Sobre el feminismo: ¡°El machismo no siempre es cierto¡±. Hay violencia sobre la mujer ¡°pero tambi¨¦n hay violencia sobre el propio hombre, de hecho sufre tambi¨¦n m¨¢s agresiones que nosotras¡±.
Al pasar por la calle G¨¦nova, Campos pidi¨® por favor como si fuera al ni?o Jes¨²s que ¡°esto¡± no roce a Rajoy, porque le tiene mucho cari?o desde que le dio la medalla del M¨¦rito al Trabajo. Pero al margen del repertorio previsible de Ayuso, el morbo estaba en que todo cobraba nueva luz, imprevistas posibilidades c¨®micas, a la vista de la noticia del d¨ªa: ¡°Pienso que ser¨¦ expresidenta de la Comunidad de Madrid toda la vida, y simplemente presidenta un tiempo¡±.
Luego, por Chamber¨ª, la plaza donde jugaba al salir del colegio, su primer piso compartido, el chino donde se hac¨ªa las u?as. Se produjo un momento memorable cuando pararon en una calle que, seg¨²n vino a decir la presidenta, era pr¨¢cticamente su casa y donde la conoc¨ªan hasta los sem¨¢foros. Pero lo primero que le dijeron en un bar nada m¨¢s verla fue:
-?Por fin la conocemos de cerca!
-?Pero si estoy todo el d¨ªa por aqu¨ª, para arriba y para abajo!
Tambi¨¦n es verdad que luego otro grit¨®: ¡°?Viva nuestra presidenta!¡±. Aunque cuando se emiti¨®, ella ya hab¨ªa dimitido. Habr¨ªa que sintonizar m¨¢s las emisiones con las dimisiones. Viajando como si fueran piezas de museo u objeto de estudio, aunque por distintas razones, al cabo de un rato la din¨¢mica ya era que Mar¨ªa Teresa Campos ni siquiera hac¨ªa preguntas, simplemente musitaba an¨¢lisis pol¨ªticos de andar por casa y D¨ªaz Ayuso se explayaba. Como este di¨¢logo, iniciado por la presentadora:
-Espa?a no es republicana.
-Yo creo que a Espa?a no le sienta bien la rep¨²blica.
La escenograf¨ªa aleatoria del trayecto logr¨® atm¨®sferas que ni preparadas, o quiz¨¢ lo estaban: la conversaci¨®n sobre Vox fue en un t¨²nel. Aqu¨ª la dirigente tambi¨¦n se despach¨® a gusto, tras una imagen de Roc¨ªo Monasterio: ¡°Hay una actitud que nunca he soportado, y es la de la gente que se cree perfecta, y que como su vida transcurre de una manera determinada, ha de ser la de los dem¨¢s. Cada uno lleva la vida que considera, tiene la familia que le da la gana, vive como quiere, mientras lo hagan con respeto, y hay un tipo de personas en pol¨ªtica que impone su ¨²nico criterio y que arrasan¡±. Ya, justo hoy estaban celebrando la convocatoria de elecciones.
Al pasar por La Moncloa cambi¨® de tercio para arrear a S¨¢nchez (¡°ni siente ni padece¡±) y luego frente a su facultad de Periodismo ya le toc¨® a Podemos, compa?eros suyos en la Complutense, ¡°que se quedaron a vivir en la facultad, coloc¨¢ndose unos a otros y creando un entramado hasta hoy¡±. De la indulgencia con el rey em¨¦rito se pas¨® a su tatuaje en la mu?eca de una rosa de Depeche Mode. Hablando ya de m¨²sica, quiz¨¢ explique lo que est¨¢ pasando la combinaci¨®n de artistas que escucha por las ma?anas en Spotify: Julio Iglesias, Eros Ramazzotti, Sergio Dalma. Y es que luego uno se va en ese estado a trabajar.
Fin del viaje, el Zendal. As¨ª lo present¨® D¨ªaz Ayuso: ¡°Ah¨ª est¨¢ el pol¨¦mico hospital que no es pol¨¦mico¡±, y c¨®mo se lo vas a discutir, desde luego Campos ya no le discut¨ªa nada. La presidenta ya se hizo con las riendas del programa hasta el final. En una ¨²ltima variante de entrevista (o mon¨®logo) cogidas del brazo, le cant¨® las maravillas del centro. ¡°Claro, claro¡±, era lo ¨²nico que murmuraba la presentadora, desaparecida en su abrigo en la g¨¦lida intemperie. ¡°Le han tratado muy mal¡±, lament¨® la l¨ªder del PP en Madrid, hablando del hospital como si fuera una mascota, solo le falt¨® decir pobrecito m¨ªo. ¡°Le han hecho muchas campa?as en contra y le han llegado a sabotear¡±. Mar¨ªa Teresa Campos ya no dec¨ªa nada, cansada, o mareada de tanta curva, o hasta el gorro del cami¨®n. Y all¨ª dejaron en tierra a D¨ªaz Ayuso, bastante lejos del centro.
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